No será una temporada más la que se avecina para Luis López. Es que si la pasada fue la de la consolidación en el primer equipo la 2010/11 para el de Villa Fiorito puede ser ni más ni menos que la de la consagración definitiva."Es especial, porque sé que arranco de otra manera. Si bien nos encontramos con muchas cosas nuevas, por los dirigentes que asumieron, el cuerpo técnico y también por el grupo porque llegaron varios muchachos nuevos a reforzar el plantel del club; creo que en general hay un buen grupo que tiene varios chicos de jerarquía y con rodaje en la divisional además de los refuerzos. Y en lo personal me siento con más fe que nunca", empieza el "9" en su charla con Intercele.
Dueño de una potencia envidiable y de una gambeta poco común para la divisional, López quiere dejar de "Luisito" para convertirse en uno de los dueños del equipo. Y para lograrlo cuenta esta temporada con el apoyo de uno que de hacer goles con la camiseta de Temperley sabe un poquito: Ricardo "el Polaco" Dabrowski.
"Tenemos una buena relación porque desde un comienzo fue claro conmigo. Me pidió que me quedara el club, que tenía un lugar clave para mi. Eso es importante para cualquier jugador, la confianza. Que Dabrowski que fue un tipo importante para la historia del club y que fue delantero hable bien de mi es algo que me halaga. Trato de escucharlo para aprender, como lo hice con Bazán Vera o el Tati (Bustos Montoya), lo mismo ahora con Cobelli. Luego tengo que responder con goles, con trabajo y siendo solidario con mis compañeros", reflexionó.Temperley se encuentra realizando el tramo final de la pretemporada en una quinta San Vicente donde realiza los dos turnos matutinos que tienen que ver con el trabajo físico. Por la tarde, en tanto, llega la hora de darle a la redonda (tanto con trabajos tácticos como con ensayos formales de fútbol) en la cancha de Empalme de San Vicente, cuadro que milita en la liga de Chascomús. ¿Amistosos? El viernes habrá uno -con rival a confirmar- que sería ante el selectivo de Independiente.
"Lo bueno de este plantel es que entre los del club nos conocemos bastante, si los de afuera se acoplan bien al grupo en estos días de convivencia seguro vamos a andar bien. Yo tengo una fe bárbara en que puede ser así", comentó.Además, el "9" se refirió a su relación particular con Bustos Montoya y a los rumores que lo vincularon en su momento a Banfield. "Con el Tati pegamos buena onda, y él se convirtió en mi representante porque se movió mucho por mi para ubicarme en una división superior. No se dio y listo, no me vuelvo loco porque se que no es malo seguir en el club. En Temperley todavía tengo mucho para dar, no me desespera una venta; después si llega algo lo analizaremos pero sólo pienso en el club, en rendir en el torneo que está cada vez más cerca", dice mucho más maduro que en la temporada pasada cuando no ocultó su fastidio por el pase que no fue a Merlo, que militaba en la B Nacional.
"Vamos a formar un buen equipo. No estamos haciendo el ruido de otras veces pero los que llegaron tienen experiencia, como Sebastián (Cobelli) o Alessandría, que jugó en Lanús mucho tiempo. Tenemos que hablarnos mucho, complementarnos lo mejor posible y responder en la cancha", se ilusionó.
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