domingo, 20 de diciembre de 1998

Para el Celeste, los "Cucos" no existen

En la primera parte del Torneo Apertura de la Primera B Metropolitana, Temperley miraba a los demás equipos desde el fondo de la tabla, alternaba en las últimas cuatro posiciónes. Mientras tanto tres equipos monopolizaban el liderazgo del torneo. Estos equipos, Argentino de Rosario, Tristán Suárez y Defensores de Belgrano, se mostraban ante todo el periodismo como los grandes protagonistas del campeonato y de hecho uno de ellos seguramente será el campeón.

Por lo que se leía en los comentarios y por la realidad que observábamos en ese tramo del campeonato, eran equipos que se encontraban, en nivel de juego, a años luz de Temperley. Sin embargo con el correr de las fechas y con el recambio de técnico el Celeste comenzó a encarar los partidos de otra manera, al mismo tiempo las figuras que habían brillado en sus equipos anteriores y que todavía no habían lucido en el Celeste, comenzaron a mostrar una sensible evolución en el juego y Temperley comenzó a ganar. Sin embargo cuando todos veíamos el fixture futuro, nos dábamos cuenta que en cuatro fechas íbamos a tener que enfrentar uno por uno a estos equipos, los famosos "Cucos" del torneo. Primero fue Argentino de Rosario, al cual se aplastó con un 3 por 0 y al cual se lo pasó por arriba con fuerza y contundencia, luego fue Tristán Suárez, al cual no se lo superó en el marcador pero sí en el desarrollo del partido, tal es así que el supuesto lider y equipo millonario de la categoría terminó su partido pidiendo la hora lastimosamente y festejando un empate. En el partido de ayer nos tocó el tercero de los "Cucos" y fue victoria Celeste por 2 a 0, quizás sin una actuación deslumbrante pero con una muestra de solidez, por parte del equipo que permite vislumbrar un Torneo Clausura con grandes expectativas.

A priori, el partido de ayer era lo que se dice "un partido chivo", siempre para el Celeste, en la cancha de Defensores le fue bastante complicado traer buenos resultados. El equipo del Bajo venía con una campaña muy buena pero algo declinante en las últimas fechas. Según nuestras estadísticas es el equipo del campeonato que utilizó menos jugadores, por lo que quedaba muy claro que el técnico Martinez cuenta con un equipo base y lo mantiene a rajatabla. El Celeste por su parte llegó con dos bajas, la mas importante quizás era la de Guillermo De Lucca, quien había tenido hasta ayer asistencia perfecta. Cuando llegamos al estadio, viendo el partido preliminar, comenzamos a suponer que en el partido principal una de las claves del mismo iba a ser el terreno de juego al cual se lo veía muy poceado y con grandes zonas sin pasto.

Lamentablemente no nos equivocamos, durante los 90 minutos el partido fue bastante mediocre, con la pelota deambulando por arriba de la cabeza de los volantes y con muy poco juego al ras del piso. Sabido es también que el campo del "Dragón" es de dimensiones reducidas y por lo tanto, aquellos jugadores que mas saben les costó mucho dominar el juego. El primer tiempo comenzó con un leve predominio de los locales basados en las subidas de su volante González y en la movilidad de Almanza y De Lorenzo, sin embargo este predominio moría en la zaga celeste. Cristian Aldirico tomaba a Matías Pacífico en cada pelota detenida y le ganaba siempre, por su parte cada vez que alguno de los defensores o mediocampistas locales lograba superar la línea defensiva, era muy bien controlado por Cristian Smigiel.

Con el correr de los minutos y en base al despliegue del "Negrito" Maciel, Temperley comenzó a equilibrar el juego, pese a lo cual le costaba demasiado hilvanar jugadas de riesgo para el arco local, todas las jugadas terminaban en largos pelotazos a dividir para Diego Katip y Bazán Vera que no pudieron inquietar al arquero Shulmeister. Sin embargo en los últimos minutos de ese primer tiempo, el Celeste salió decididamente a buscar el partido y metió a los locales en su área durante mas de cinco minutos. Durante este lapso casi se abre el marcador cuando un cabezazo de Bazán Vera que fue contenido con mucha dificultad por el arquero local.

El inicio del segundo tiempo fue de características casi idénticas al primero, con mucho juego de mediocampo y con ambos equipos buscando desnivelar por arriba intentando conectar con algún centro a sus delanteros "grandotes", Pacífico en el caso de Defensores, Bazán Vera y Katip, en el caso del Celeste. Fue de esta manera que llegó el gol de Temperley, un tiro libre desde la derecha ejecutado por Maxi Gómez que fue conectado por Katip de pique al piso y tal como dice la máxima futbolística que cuando un equipo cabecea dos veces en el área es gol, el pique fue tomado por Bazán Vera que convirtió por encima del cuerpo del sorprendido Shulmeister.

Luego del gol Defensores de Belgrano se vino al ataque para buscar la igualdad, los ataques del local carecían de profundidad pero comenzaron a generar alguna jugada de peligro, especialmente por el sector izquierdo de la defensa celeste. Pensamos que fue decisivo para esto la salida de Agustín Silva quien habitualmente controla la subida del volante derecho rival y ayuda al marcador de punta en la contención. El "indio" no tuvo un buen partido y fue correctamente sustituido por Ostúa, pero el jugador ingresado, Pablo Mastronicola, tiene otras características y no presta la misma colaboración que Silva, por dicho motivo, Defensores empezó a desbordar a la defensa celeste por el lado de Sandoval quien se debatía con Almanza y el volante González. Esta insistencia de Defensores generó dos claras situaciones que terminaron dentro del arco de Campodónico pero en ambas oportunidades la jugada fue anulada por el arbitro Castro, la primera pues consideró (a nuestro juicio en forma acertada) que la pelota había salido luego del centro, en la segunda cobrando un off side que desde nuestra posición no pudimos observar.

Estas dos jugadas cambiaron el desarrollo del partido, porque Defensores se descontroló (se fue expulsado Blas Giunta con una crisis nerviosa) y perdió la poca claridad que había mostrado en esos minutos. El Celeste aprovechó tal circunstancia y en la experiencia de Aldirico y la seguridad de toda la defensa bajó la cortina y se dispuso a esperar el final del partido. Sin embargo la desesperación de Defensores, atacando con ocho o nueve hombres, hizo que de contra y en una muy buena cesión del "Chucki" Orellana para el recién ingresado Farías terminara en una larga corrida del "Pino" que encaró muy bien al arquero y cuando lo desparramaba para convertir, lo detuvieron con un penal. El mismo fue convertido por Maciel, luego de cinco minutos de incidentes.

El final del partido mostró a la hinchada celeste festejando nuevamente con sus jugadores y a los locales furiosos contra el árbitro Castro y sus colaboradores. La situación fue un calco de lo sucedido en sentido inverso el año pasado en ocasión de partido contra Defensores en cancha de Temperley en el recordado arbitraje de Luis Garibotti.

De cara al futuro volvemos a reiterar lo que señalamos siempre, si Temperley logra mantener a este plantel profesional para el futuro torneo Clausura, es serio candidato al título y al ascenso. Ya hemos visto a casi todos los equipos de este campeonato (nos faltan Argentino de Quilmes y Alem) y ninguno mostró nada destacable. En otras palabras, como nunca, o como siempre, el futuro de Temperley se encuentra en sus propias manos, si logra superar sus problemas económicos peleará el título, de lo contrario sumará una nueva frustración. Todos esperamos que esta oportunidad no sea desperdiciada.

No hay peor ciego que el que no quiere ver

Desde estas líneas en muchas oportunidades, hemos hecho un llamamiento a la unidad de todos los socios y simpatizantes celestes como única alternativa para salir delante de todas las dificultades que, hoy por hoy atraviesa el Club Atlético Temperley. Hemos escrito hasta el cansancio que era necesario deponer las enemistades personales, los enconos históricos, las viejas disputas, para de una vez por todas lograr el tan ansiado despegue de nuestra institución.

Hoy, pese a lo sucedido en los últimos días, no renegamos de lo antedicho, por el contrario, lo seguimos reafirmando y seguiremos luchando, desde donde nos toque estar, para que la tan ansiada unidad sea posible.

Sin embargo hay situaciones que nos llevan a pensar que hay gente dentro del Club, en especial aquellos que hoy tienen la responsabilidad de estar al frente de una Comisión Directiva formal, que se encuentran en las antípodas de este objetivo. La misión de esta gente, parece ser la de atacar, despreciar y tratar con el máximo desdén a todo aquel socio o grupo de socios que intentan realizar cualquier tipo de aporte, o que acercan cualquier idea en beneficio de la institución. Para esta gente toda iniciativa que surja fuera de su círculo interno es considerada un ataque a su gestión y reaccionan buscando, por todos los medios, descalificar, la idea y a quien la propone.

Dentro de este estado de situación puede parecer imposible hablar de Unidad entre todos los socios y simpatizantes Celestes. Posiblemente así sea pero si podemos seguir planteando como objetivo buscar la Unidad de todos aquellos que tengan como meta principal trabajar por el engrandecimiento del Club Atlético Temperley deponiendo objetivos y motivaciones personales.

La idea no es excluir a nadie a priori, sino el de consensuar objetivos de máxima comunes y que se sumen a ellos todos los que los persigan. Quienes no comulguen con los mismos y mantengan su actitud autista y de trinchera considerando enemigos a todos los que no pertenecen a su "secta", se autoexcluirán por si mismos.

En otras palabras, la Unidad entre la gente que tiene real voluntad de conformarla es todavía un objetivo posible y alcanzable, quienes prefieran seguir trabajando en forma aislada y buscando perpetuar la actual situación de la Institución, cada vez mas parecida a una Sociedad de Fomento que a un Club, con todas las letras, que respete la historia y el prestigio alcanzado en años anteriores, seguirán ciegos ante una realidad que para el que quiere ver, surge cada vez mas elocuente.