domingo, 14 de marzo de 1999

Deuda con la DGI, un tema preocupante y con muchas implicancias

En el editorial de la semana pasada hablábamos de "jugar con fuego" referido específicamente al tema de la decisión política de seguir en Quiebra y a los eventuales riesgos de tal decisión. Aparentemente y luego de algunas averiguaciones que hicimos respecto al tema DGI, algunos dirigentes celestes tienen ciertas preferencias sobre los riesgos extremos o como decíamos "jugar con fuego", obviamente cuando el riesgo de quemarse no es precisamente de ellos.

Para tratar este tema en profundidad debemos hacer un poco de historia reciente. A mediados del año pasado el acreedor principal de la Quiebra de Temperley, Futbolistas Argentinos Agremiados realizó una denuncia ante el juez Francisco Torija Zane, respecto a que tanto el Síndico anterior, Baldomero González Herrera, como los dirigentes de Temperley no estaban administrando correctamente sus intereses (esta es la función principal del Síndico) con el agravante que los informes que el Síndico elevaba ante el juez, según denunciaban, carecían de veracidad. Por este motivo solicitaban al Juez que impidiera a Temperley disputar el torneo 98/99 de la B Metropolitana.

Ante la denuncia, el Juez designó a un veedor que estuvo trabajando, específicamente sobre los números y las rendiciones de cuenta realizadas por la Sindicatura en el período que va de Agosto de 1997 a Julio de 1998, es decir el lapso en el cual se disputó el torneo anterior. El informe del veedor, conocido a principios de Noviembre del año pasado era lapidario, tanto para el Síndico como para los dirigentes celestes.

A partir de este informe, el Juez Torija dispuso la destitución del Síndico anterior, el nombramiento de una nueva Sindicatura, la cual debía ser ahora colegiada pues se ingresaba dentro de la órbita de la nueva Ley de Quiebras. En esa Resolución, entre otros considerandos, el Dr. Torija se refería a un "Déficit substancial" y a la existencia de "irregularidades con la documentación". Todos pensaban que la continuidad del fútbol pendía de un alfiler, sin embargo en una nueva muestra de buena voluntad, el Juez nombró a los nuevos síndicos (los Dres. Belliocq, Enriquez y Santamarina) y les encomendó determinar si operativamente el club podía seguir abierto.

Cuando se consultaba a los dirigentes celestes por ese entonces, manifestaban que en realidad el déficit mencionado por el veedor se refería a "Una cifra de algo mas de 60 mil pesos de aportes que los mismos jugadores debieron efectuar y que no realizaron y por lo tanto que la DGI imputa a Temperley". Estos dichos finalizaban con la consideración que "en realidad no se trata de deuda operativa de Temperley, por lo tanto no hubo tal déficit". Cualquier oyente o lector desprevenido de estas manifestaciones podía suponer que la DGI se encontraba confundida o equivocada y que imputaba a Temperley en forma errónea.

La realidad es completamente distinta, la DGI asigna responsabilidad solidaria al empleador respecto a los aportes que los trabajadores deben realizar. Para quienes no interpretan el término "solidario" esto quiere decir que si los jugadores no pagan (cosa que no hicieron ni piensan hacer, pues en sus contratos tal circunstancia no estaba especificada), es el Empleador, en este caso el Club Atlético Temperley, quien debe afrontar tales compromisos. Por lo tanto SI es deuda operativa y SI debe ser Temperley quien atienda esta deuda.

En la Dirección General Impositiva, las cosas están cambiando mucho en los últimos años, la informática le permite mantener un estado de situación de cada contribuyente casi al día. Las épocas donde muchos se financiaban con deudas impositivas especulando con el desorden administrativo de éste organismo ya han pasado. Hoy por hoy quien se endeude con la DGI recibe casi de inmediato una intimación de pago y si no se responde en pocos días mas el tema pasa al sector de Legales.

Cuando asumieron los nuevos Síndicos, su tarea inicial fue la de cumplimentar la orden judicial, es decir analizar la información y determinar si la continuidad operativa era viable. Esta circunstancia les llevó casi hasta fines del año pasado donde tomaron un período distinto al que había tomado el veedor (se circunscribieron a analizar sólo el año calendario 1998) y determinaron la existencia de un equilibrio operativo en el mencionado lapso. Sin embargo reconocían la existencia de la deuda con la DGI, la cual ya se encontraba en la sección Legales.

En este momento, Marzo de 1999 la deuda de "algo mas de 60 mil pesos" se ha incrementado considerablemente. Por un lado está la cuestión de los intereses. La Dirección General Impositiva, para evitar que la gente se financie endeudándose con el fisco, establece un interés del 3% mensual sobre este tipo de pasivos (casi un 40% anual). Pero lo mas significativo, en el incremento del monto es la intervención del departamento legal de la DGI, el cual factura suculentos honorarios a la hora de intentar un arreglo extrajudicial. Incluyendo los honorarios de los abogados de la DGI así como las demás costas judiciales, arreglar la "fiesta" hoy por hoy cuesta alrededor de $ 100.000.

Cuando se ha consultado recientemente a los dirigentes de Temperley sobre este tema, se hacen los desentendidos y dicen que "tienen entendido que los nuevos Síndicos están pagando puntualmente los compromisos con la DGI, por lo tanto no saben nada de una deuda" No mienten, pues es cierto que los últimos meses se pagaron religiosamente, pero tampoco dicen toda la verdad pues conocen perfectamente la existencia de esta deuda y las eventuales implicancias de no pagarla.

Uno de los "caballitos de batalla" permanentes del Club Atlético Temperley y sus dirigentes para justificar la apertura del club eran los "casi 550 mil pesos" depositados en la cuenta del juzgado. Este dinero, que fue juntado principalmente en los dos años que el Celeste estuvo en Primera C, permitió también manifestar en reiteradas oportunidades, tanto a los dirigentes como a los abogados de la institución, que Temperley disponía del capital suficiente para levantar la Quiebra, si el fallo de Cámara quedaba en firme.

Hoy la realidad es completamente distinta, los "550 mil pesos" son algo menos de 500 mil pues ya se han realizado retiros para cubrir erogaciones en los últimos dos meses. Este dinero se encuentra en un plazo fijo que paga un interés aproximado del 0,5% mensual. (algo mas del 6% anual). El análisis que realizan los síndicos es muy lógico; "tenemos dinero inmovilizado que nos dá un interés del 6% anual y tenemos una deuda que nos devenga un interés del 40% anual, es evidente que al Club le conviene sacar el dinero de la cuenta del juzgado y pagar la deuda a la DGI". En este sentido, en los próximos días los Síndicos solicitarán autorización para realizar el retiro de la cuenta del Juzgado.

Desde un punto de vista estrictamente económico, la lógica de la Sindicatura es perfecta, sin embargo si la cuenta del Juzgado en forma repentina es cercenada en $ 100.000, la consecuencias para el Club Atlético Temperley pueden ser nefastas. Los síndicos, pero principalmente el Juez de una quiebra tienen como deber primordial defender los intereses de los acreedores. Si la cuenta del juzgado comienza disminuir, cualquier acreedor podría presentar, ante el juez o ante un organismo judicial superior una queja respecto a que sus intereses están siendo perjudicados. En otras palabras, la "espada de Damocles" que pende sobre nuestras cabezas bajará unos centímetros mas.

Sin embargo, a nuestro juicio la consecuencia mas dañosa de esta situación es que al disminuirse el monto del dinero depositado se perjudican sensiblemente las posibilidades de producir un levantamiento de la Quiebra, tanto desde el punto de vista de los dirigentes, a través de una resolución judicial, como desde el punto de vista de la oposición, es decir a través de una negociación con los acreedores.

Por último, tal como señalábamos en nuestro número anterior, existen otros conceptos (juicios perdidos, arreglos extrajudiciales con empleados despedidos etc.) que agravarían aún mas esta situación.

Buscando un modelo de Club

Desde éstas líneas nos hemos referido en mas de una oportunidad a las serias consecuencias que han tenido en el patrimonio de las Asociaciones Civiles la falta de idoneidad en la administración de sus bienes. El hecho que las personas que conduzcan estas entidades sin fines de lucro sean directivos "ad - honorem" produce que en la mayoría de las oportunidades las Comisiones Directivas estén conformadas por gente voluntariosa con tiempo disponible pero con su capacidad excedida por la responsabilidad o aventureros que toman las instituciones para potenciar sus negociados personales.

Lamentablemente la mayoría de las personas, socias de las Instituciones con idoneidad suficiente para conducirlas se desempeñan en trabajos que le ocupan gran parte de su tiempo y por ende les dificulta enormemente el ejercer cargos de responsabilidad en este tipo de Entidades. Por tal motivo deben delegar en otros, con mas tiempo pero, habitualmente, con menos capacidad o identificación con los objetivos de la entidad..

Estas definiciones pueden sonar un pocos tajantes o taxativas, sin embargo en vista de los resultados que arrojan la gran mayoría de las Asociaciones Civiles con grandes pérdidas patrimoniales, Concursos preventivos y Quiebras, evidencian que las administraciones no han sido para nada felices.

A nuestro juicio el hecho que la mayoría de las entidades se encuentren en el estado actual es directamente proporcional al nivel dirigencial promedio y quienes llegan a puestos de conducción lo hacen sin ningún tipo de preparación previa y quedando absolutamente impunes frente a los desatinos cometidos. El agravante es que los esquemas actuales los clubes carecen de los mínimos procedimientos de control y las conducciones permanentemente se cortan solas en decisiones inconsultas y reñidas con el interés social cuyas consecuencias nefastas están a la vista.

Sin embargo hay excepciones.

Durante la pasada semana, estuvimos en el Club Atlético Lanús en el inicio de un Congreso de Capacitación Dirigencial que se está llevando a cabo por estos días en ésta Institución, donde el temario incluye diversos temas como la responsabilidad dirigencial frente a las crisis financieras, violencia en el fútbol, Clubes de Fútbol como Sociedades Anónimas etc.

La apertura la realizó el Presidente de Lanús el Dr. José Emilio Chebel quien realizó una encendida defensa del Club de Fútbol como Asociación Civil sin fines de Lucro opinando que la transformación de los mismos en entidades con fines comerciales desvirtuaría por completo el objeto principal de estas entidades y volcaría un gran manto de sospecha sobre las competencias deportivas.

Desde un punto de vista estrictamente filosófico estamos 100% con lo que planteaba el Dr. Chebel quien en forma permanente ponía al propio Club Lanús como ejemplo que la Asociación Civil sin fines de lucro exitosa es un objetivo alcanzable y no una utopía. Sin embargo fue el mismo presidente de Lanús quien dio las claves respecto a porque este modelo no sea muy sencillo de trasplantar a otras Entidades similares.

En su alocución Chebel justificó la debacle económica de los clubes con el argumento que hasta hace no demasiado tiempo gran parte de los mismos eran subsidiados por el Estado y que a posteriori con el cambio en la política macroeconómica nacional, el Estado dejó de invertir en gasto social y por lo tanto los clubes perdieron esta protección y al no estar preparados sus economías entraron en crisis y experimentaron serias dificultades financieras.

Quienes conocen el tema saben que el mismo Lanús fue un Club muy subsidiado, en su momento, tanto por la Municipalidad como por la Gobernación Bonaerense. La diferencia de éste club con el resto fue que sus dirigentes capitalizaron muy bien estos subsidios y armaron una estructura "a prueba de balas" para capear cualquier coyuntura económica adversa y crearon casi de la nada una Institución modelo a nivel nacional.

Nuestra duda es el hecho que quienes pretendan comenzar a aplicar el modelo de Lanús a rajatabla y en la coyuntura actual no tendrán, tal como si tuvo la entidad Granate en sus inicios, ningún tipo de protección estatal o subsidios, por el contrario, deberán enfrentar todas las adversidades que la "economía globalizada" le genera a las instituciones y empresas chicas y medianas.

La filosofía del Club como asistente del Estado en la contención social, sirviendo a la comunidad, la idea que quienes compitan deportivamente lo hagan solamente por la camiseta, Los dirigentes barriales y "ad honorem" que simplemente con honestidad y sentido común manejan los destinos de las instituciones son aspectos que compartimos como ideales para un club, sin embargo la realidad marca que este modelo en la gran mayoría de los casos está fracasando. Lo peor es que al fracasar en su administración económica y financiera estas entidades tampoco pueden cumplir con sus elevados fines sociales y comunitarios.

Por tal motivo desde nuestro punto de vista es imprescindible buscar un nuevo modelo de club que, por una parte permita cumplir con los fines de su objeto social y por la otra sea factible desde el punto de vista económico y financiero. Este nuevo modelo debiera cumplimentar como premisa básica el de ser aplicable, en la coyuntura actual, a las Instituciones o Asociaciones Civiles, sin fines de lucro pero que el mismo se adapte a las particularidades de cada una.

En nuestra opinión, no es posible esperar que la solución mágica venga desde el Estado o desde los legisladores, quienes durante este año se encuentran muy preocupados en temas políticos y muy difícilmente asignen tiempo a resolver esta problemática. Por otra parte los proyectos de ley existentes simplifican el problema y lo resumen en distintos proyectos que propugnan la conversión de los clubes en Sociedades Anónimas. Por tal motivo pensamos que la solución deberá encontrarla cada Institución desde sus propios organizaciones internas.

El Dr. Chebel manifestó en su alocución que el inicio del "fenómeno" de Lanús fue un pacto político entre las distintas Agrupaciones del Club que acordaron los objetivos fundamentales sobre los cuales estuvo basado el exitoso modelo actual. Este pacto, explicaba el Presidente Granate, tuvo como característica básica, el hecho que los objetivos sectoriales pasaron a un segundo plano, en haras del gran objetivo común y el espíritu democrático que lo inspiró y sigue inspirando en cada acto de gobierno.

Cada Club y en especial el que nos interesa a nosotros, el Club Atlético Temperley, debería necesariamente realizar un pacto entre todos los sectores fijando los objetivos de base en los que todos seguramente estamos de acuerdo. Sobre dichos objetivos, en forma democrática, debería determinarse cuales son las políticas a implementar para alcanzarlos, que elementos se van a tomar de la Asociación Civil y cuales de la Empresa Comercial y que rol va a tener cada sector en dicha implementación.

Finalmente, con el modelo teórico definido, deberían implementarse los cambios estatutarios que garanticen que todas las conducciones futuras de la institución no tengan la mas mínima chance de apartarse de los objetivos preestablecidos y consensuados. En este aspecto es fundamental la existencia de un fuerte control por parte de los socios y una permanente rendición de cuentas por parte de los directivos.

Cuando recorremos el Club Lanús, sus instalaciones deportivas, su sede etc., cuando escuchamos hablar a sus directivos, cuando observamos su realidad deportiva actual, nos genera una sana envidia. Sin embargo, en el caso de Temperley, con el poder de movilización de gente que ha demostrado en fechas recientes, con la ubicación estratégica de sus instalaciones, con el respaldo de su rica historia, parece factible alcanzar metas similares.

Temperley está en condiciones de desarrollar un modelo propio de club exitoso pero el hecho que lo logre depende de la lucidez y la decisión de su dirigencia, tanto la oficial como la que hoy no está conduciendo al Club. Quienes así no lo entiendan, por el bien de la Institución deberían dar un paso al costado.

Los objetivos son claros, factibles y alcanzables, pero lamentablemente debemos tener muy en cuenta que los tiempos para llevarlos a cabo no son ilimitados.

La lesión de Hector Orellana fue la novedad mas importante de la semana

Fue una semana de entrenamiento completamente distinta a la anterior. La tensión vivida con los jugadores en conflicto, las reiteradas ausencias y deliberaciones habían alterado el ritmo de las prácticas celestes en la pasada semana.

Durante la última semana, luego del amplio resultado y la aceptable actuación frente a Argentino de Quilmes, junto con el pago que realizaron los directivos a los jugadores de un dinero en efectivo luego del partido (correspondiente a los sueldos oficiales) y una serie de cheques de la Comisión de Apoyo (por los "adicionales" comprometidos), se tranquilizaron los ánimos y produjeron una de las semanas mas apacibles de entrenamiento de los últimos meses.

Ya estaba confirmada la baja de Elbio Zamuner para el partido frente a Alem debido a que el marcador de punta celeste había recibido su quinta amarilla en la última jugada del partido frente a Argentino de Quilmes por lo que el Tribunal de disciplina de AFA lo sancionó con una fecha de suspensión.

La especulación de la semana pasada respecto a un eventual traslado del equipo de Alem a un estadio mas cercano para disputar su partido frente a Temperley quedó rápidamente descartado. En principio la gente de Aelm tenía la intención de jugar el partido frente al Celeste en su estadio de Rodríguez, hecho que preocupó mucho al cuerpo técnico Celeste debido al mal estado del campo de juego de este escenario y a las estrechas dimensiones del mismo. Por tal motivo fue un alivio para todos cuando desde la AFA llegó la noticia que el estadio de Alem no había sido habilitado y que el partido se debía disputar en la cancha de Flandria, estadio que se encuentra mas lejos pero en mejores condiciones.

El miércoles por la tarde, mientras los chicos de la tercera especial disputaban un amistoso frente a la primera de Dock Sud (perdieron 3 a 2), los profesionales junto a otro grupo de jugadores amateurs realizaron una intensa práctica de fútbol. La novedad mas importante de este día fue que a los diez minutos del primer tiempo, Hector Fabián Orellana sufrió una entorsis en su tobillo derecho por lo cual debió abandonar el entrenamiento. El día siguiente Orellana no realizó ningún movimiento (tenía la zona bastante inflamada).

Consultado Hector Ostúa señaló que la lesión del "Chucky" es leve y no tiene mayor gravedad ni consecuencias ulteriores, sin embargo, debido a que el partido con Alem es de importancia relativa (son puntos que solo tienen valor si el Celeste no sale campeón, para clasificar para el Hexagonal), se prefirió preservar a Orellana para el partido de la semana siguiente frente a Brown de Adrogué.

Respecto a este partido los rumores indican que los dirigentes tricolores intentarán disputar dicho partido en su propia cancha, pero si el Comité de Seguridad Deportiva determina que el mismo se tiene que realizar en otro escenario, los dirigentes de Brown desean que el mismo se lleve a cabo en el mismo estadio Beranger haciendo ellos de locales en el mismo.

A este respecto consultamos las reglamentaciones de AFA y dado que al inicio del torneo, Brown especificó como estadio alternativo al propio, al Beranger, se encontraría en condiciones de hacer de local en el mismo aunque el partido sea frente a Temperley. Máxime teniendo en cuenta que si sale de su propio escenario es por obligación y no por voluntad propia. Distinto es el caso de cualquier otro equipo, por ejemplo si Alem hubiera intentado hacer lo mismo (jugar de local en la cancha de Temperley) no hubiera podido pues el estadio alternativo estipulado por la gente "lechera" es el de Flandria.

Tristán Suárez y una nueva lección de Etica: Tentaron a Hector Ostúa

En la jerga policial cuando se utiliza el término de "modus operandi" se refiere a los procedimientos habituales que utilizan en forma repetida algunos delincuentes para cometer sus delitos y a través de los cuales es posible identificarlos.

Si bien lo que han hecho los dirigentes de Tristán Suárez no constituye un delito, refleja claramente el "modus operandi" de esta gente y pone en evidencia su calidad ética.

La noticia es simple, a través de un intermediario, y al haber despedido a la dupla que tuvo a su cargo la dirección técnica (Rubén Moreno y Carmelo Villalba) ante el fracaso del equipo en el último partido frente a Argentino de Rosario, los dirigentes de Tristán Suárez tentaron a Hector Ostúa para que se haga cargo de la Dirección Técnica del equipo de Ezeiza.

En declaraciones realizadas recientemente, Ostúa reconoció la oferta y se limitó a responder que la rechazó. En otras palabras, Hector Ostúa volvió a demostrar que es un caballero y que merecería un trato mucho mejor por parte de la dirigencia Celeste.

Respecto a la gente de Suárez, ya nada nos sorprende, todos recordamos cuando peleamos con ellos el ascenso, en el torneo de la "C" todos los artilugios que utilizaron para intentar sacar ventajas, también observamos día a día como un club inexistente cuyo único sustento económico se encuentra en los contactos políticos que poseen sus dirigentes, invierte fortunas en lograr un ascenso al Nacional B.

Sin embargo, todos sabemos que los tiempos políticos son limitados, y cuando el libre acceso a la "caja fácil" finalice, Tristán Suarez regresará a la categoría que por hinchada, historia y trayectoria le pertenece. La historia siempre se repite y los experimentos de este tipo siempre finalizan igual, sino recordemos los casos de Laferrere, Mandiyú o algo mas atrás en el tiempo Loma Negra.