Un año terminó y a la hora de realizar un balance el saldo es positivo. Sin embargo, el sabor amargo aún perdura para el handball de Temperley, que nuevamente, se le escapó la oportunidad para festejar. “Nos creímos capaces de ser campeones, pero nunca asumimos esa responsabilidad”, fueron las palabras de Pablo Monti a Intercele, con quien tuvo una charla en la que habló del desempeño de la temporada.
-¿Qué crees que pasó que se les fue el partido?
-La verdad que todavía no lo sé. Empezamos muy bien y nos pusimos 8:3 arriba. En ese momento estaba seguro que el partido iba a ser nuestro. De ahí en adelante estuvimos veinte minutos sin hacer un gol, algo insólito en nuestro deporte e imperdonable para cualquier equipo. Ellos lo dieron vuelta y nosotros nos caímos anímicamente. Además, cometimos muchísimos errores no forzados y perdimos demasiadas pelotas en momentos clave. Dimos demasiadas ventajas y lo pagamos carísimo, creo que faltó claridad para tomar decisiones en los últimos minutos.
-¿Se encontraron con rivales duros?
-Arsenal es el más duro y con ellos no pudimos en el Apertura. En este certamen fue Don Bosco, un equipo que hace seis meses cambió de entrenador y empezó a trabajar seriamente. Los resultados se notaron, saben sus limitaciones y juegan aprovechando lo que tienen. Fueron mucho más inteligentes que nosotros y hasta tienen chances de ser campeones.
-¿Qué virtud destacas del equipo?
-Lo humano, sin dudas. Eso, en un punto, es una virtud y una desventaja. Se los dije a los chicos, somos un grupo, pero no un equipo. Entre los jugadores tenemos una gran relación y muchos son amigos y salen juntos los fines de semana. Nos falta volcar esa buena relación en la cancha y hacer de un gran grupo un gran equipo. Cuando lo logremos, vamos a conseguir el objetivo.
-¿Qué balance haces de este año?
-Tengo que dividirlo en tres: personal, deportivo y grupal. En lo personal fue muy bueno ya que fui papá de mi primera hija, Pilar. En lo deportivo, esa paternidad me sacó mucho compromiso para con el equipo y descuidé mucho la parte física y táctica. En lo grupal creo que fue bueno porque por primera vez nos vimos con chances de ser campeones, aunque no lo lográramos.
-¿Va a haber cambios para el próximo torneo?
-Sí, va a haber un nuevo entrenador. Todo cambio es una oportunidad dicen y esperemos que para nosotros lo sea. Hay que trabajar a conciencia y con objetivos claros. Que ser campeón deje de ser un sueño para pasar a ser la meta para 2011.
-¿La tercera es la vencida?
-Ojala. Estoy seguro que el cambio de aire nos va a favorecer. No porque lo que venga vaya a ser mejor ni peor, sino porque los ciclos se terminan y siempre sirve empezar uno nuevo con nuevos desafíos y ganas renovadas. Ahora hay que pasar el verano sin descuidar la parte física y arrancar 2011 con una gran pretemporada y empezando a afianzarnos como equipo. Yo creo que vamos a poder festejar.
-¿Qué crees que pasó que se les fue el partido?
-La verdad que todavía no lo sé. Empezamos muy bien y nos pusimos 8:3 arriba. En ese momento estaba seguro que el partido iba a ser nuestro. De ahí en adelante estuvimos veinte minutos sin hacer un gol, algo insólito en nuestro deporte e imperdonable para cualquier equipo. Ellos lo dieron vuelta y nosotros nos caímos anímicamente. Además, cometimos muchísimos errores no forzados y perdimos demasiadas pelotas en momentos clave. Dimos demasiadas ventajas y lo pagamos carísimo, creo que faltó claridad para tomar decisiones en los últimos minutos.
-¿Se encontraron con rivales duros?
-Arsenal es el más duro y con ellos no pudimos en el Apertura. En este certamen fue Don Bosco, un equipo que hace seis meses cambió de entrenador y empezó a trabajar seriamente. Los resultados se notaron, saben sus limitaciones y juegan aprovechando lo que tienen. Fueron mucho más inteligentes que nosotros y hasta tienen chances de ser campeones.
-¿Qué virtud destacas del equipo?
-Lo humano, sin dudas. Eso, en un punto, es una virtud y una desventaja. Se los dije a los chicos, somos un grupo, pero no un equipo. Entre los jugadores tenemos una gran relación y muchos son amigos y salen juntos los fines de semana. Nos falta volcar esa buena relación en la cancha y hacer de un gran grupo un gran equipo. Cuando lo logremos, vamos a conseguir el objetivo.
-¿Qué balance haces de este año?
-Tengo que dividirlo en tres: personal, deportivo y grupal. En lo personal fue muy bueno ya que fui papá de mi primera hija, Pilar. En lo deportivo, esa paternidad me sacó mucho compromiso para con el equipo y descuidé mucho la parte física y táctica. En lo grupal creo que fue bueno porque por primera vez nos vimos con chances de ser campeones, aunque no lo lográramos.
-¿Va a haber cambios para el próximo torneo?
-Sí, va a haber un nuevo entrenador. Todo cambio es una oportunidad dicen y esperemos que para nosotros lo sea. Hay que trabajar a conciencia y con objetivos claros. Que ser campeón deje de ser un sueño para pasar a ser la meta para 2011.
-¿La tercera es la vencida?
-Ojala. Estoy seguro que el cambio de aire nos va a favorecer. No porque lo que venga vaya a ser mejor ni peor, sino porque los ciclos se terminan y siempre sirve empezar uno nuevo con nuevos desafíos y ganas renovadas. Ahora hay que pasar el verano sin descuidar la parte física y arrancar 2011 con una gran pretemporada y empezando a afianzarnos como equipo. Yo creo que vamos a poder festejar.
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