Otro baño de realidad

La improvisación, la soberbia y el desmanejo de la gestión Morrone siguen haciendo estragos. Temperley volvió a perder (2-0 ante Colegiales, en Munro), no mostró nada nuevo y cada vez está más cerca de caer en promoción. César Leguizamón Arce, a los 21', y Cristian Vergara, de tiro libre a los 9' del ST, le dieron el triunfo a los de Atilio Svampa que quedaron como escoltas de Brown con 31 puntos. El "Cele" se estancó sólo con 16 puntos y tendrá que hacer una segunda rueda de punta para no quedar condenado en la 2012/13. Claro, eso si es que zafa esta temporada porque ganaron Telmo, Los Andes e Italiano también sumó. Morrone lo hizo...

No se trata de Dabrowski, Damiano, Tanucci, Duró, Rezza o Adrover. Si sobre 58 partidos disputados en la gestión Morrone el equipo sacó apenas el 34,48% de los puntos (60 sobre 174 posibles, con una realidad tan nefasta como indiscutible 15 triunfos, 15 empates y 28 derrotas) es caprichoso caerle a un técnico, a los refuerzos del "Polaco" o a los que trajeron Trovato, la desaparecida CD de Fútbol y Morrone con sus negociados. Este último, por su condición de presidente es el máximo responsable de esta realidad y es quien debería dar el ejemplo y poner a disposición su renuncia o al menos convocar a las Agrupaciones y ofrecerles el manejo del Fútbol como hizo el presidente de Morón, otro club que se acerca peligrosamente a la zona roja de los promedios.

Acá no se trata de si a Rezza le parece más importante San Carlos que Temperley y no quiere sentarse en la silla eléctrica, no se trata de si Adrover hace un cambio más o menos ofensivo, se trata de un plantel con malformaciones genéticas, se trata de un proyecto que arrancó más la muñeca de los negociados o los caprichos de los representantes y dirigentes de turno que trajeron 18 refuerzos de los cuáles rinden 3 o 4 aceptablemente. "La única verdad es la realidad", decía Perón. Y Temperley atraviesa la crisis futbolística más importante de su historia si descontamos la quiebra, que nos llevó a jugar en la "C" por cuestiones económicas en primer lugar y de escritorio en segundo lugar, pero nunca por motivos futbolísticos...

Temperley esta vez fue partenaire de Colegiales que en Munro se impuso con justicia por 2-0 y que no tuvo que hacer demasiado para conseguir los tres puntos. Es más, en el primer tiempo el arquero Ramirez hasta tuvo que hacer ejercicios de calentamiento en medio del encuentro debido a que fue un espectador de lujo. ¿Situaciones? Apenas un tiro desviado del "Lorito" Gimenez a los 7' y un puntazo de Cérica con zurda a los 25' que pasó cerca del ángulo superior derecho del arquero "Tricolor". Nada más. Repetimos: el arquero casi que estuvo de vacaciones tostándose con el solcito que acarició la tarde de Munro...

Colegiales lució más ordenado, desarrolló una idea, con un esquema que nunca tuvo atados a sus puestos a los jugadores como sí pasó en Temperley. Zeballos y Buzzi ganaron siempre en la mitad de la cancha, lo mismo Vergara o Barale por los costados, hubo movimientos diagonales, desdobles, triangulaciones, términos que en el diccionario futbolístico de Temperley hace rato han desaparecido. Vildozo estuvo cerca a los 9' tras buena bajada del movedizo Fergonzi y a los 21' llegó la jugada del gol: tiro libre ejecutado bien por Vergara, Leguizamón Arce ganó por arriba y Medina increiblemente no pudo capturar la pelota. ¿Más del Tricolor? Un cabezazo de Abaurre -tras un córner- casi marca el segundo. Y para colmo a los 30' se fue expulsado Francisco Martínez por una brusca infracción. Fergonzi empezó a encontrar espacios y estuvo cerca a los 36' con un disparo desviado.

El mismo equipo largo, perdido y sin ideas profundizó su agonía en el segundo tiempo. El partido pedía algún cambio de movida que no llegó. Y Cole no perdonó. A los 9' Cristian Vergara acarició la pelota de zurda y la clavó contra el ángulo superior izquierdo de Medina, que se jugó demasiado al palo derecho y no puso un hombre en la línea, lo que tal vez hubiese evitado la sentencia. Es que -desde ese momento- al "Cele" lo terminó de invadir la desesperación y apenas se acercó al árco rival con un tiro de Manzanares que se fue muy por sobre encima del horizontal, desde el punto penal. Hubo otro tiro de Gimenez pero muy a las manos del arquero Ramirez. Poco que reprochar para Rial o Cérica a los que le llegó la pelota poco y dividida. Para cuestionar la actitud del DT que metió todos cambios más defensivos que ofensivos (González por Campomar, Marclay por Rial y Campodónico por Cérica) en un contexto donde perder 1-0, 2-0 o 3-0 da lo mismo y lo que necesita Temperley es SUMAR.

Colegiales pudo marcar el tercero de contra con Vergara a los 13', con Borrego a los 38' o con dos mano a mano de Cereseto (42') y Vicente (43') pero no se dio por buenas intervenciones de Medina, que falló en el primer gol, que tuvo una pequeña cuota de responsabilidad en el segundo pero que terminó redimiendo sus errores.

Temperley perdió una vez más. Y no es por Medina. Tampoco por Adrover. Ni siquiera por el "Manager" Rezza o porque no jugó Campodónico. Temperley perdió por 28va vez en la Era Morrone. Una era que tiene responsables minúsculos que -por diferentes motivos- han dejado sus cargos pero que tiene una mesa chica sobreviviente, altanera y cada vez más cuestionada como máximo responsable. Los hinchas pedimos un gesto de grandeza, una convocatoria EN SERIO, a todos los sectores y no un discurso barato que muere en las palabras y que cada día es silbado por más gente (como ocurrió en el brillante asado organizado por la Comisión del Centenario del que nos ocuparemos en otra nota). Dependerá de ellos el destino del Glorioso Gasolero. Mientras, la realidad nos sigue dando cachetazos y señales de alerta para que los verdaderos hinchas no dejemos ensuciar la historia de esta manera.