Tengamos en cuenta, que lo de ayer no fue el final de algo, ni siquiera el principio. Fue el indicio claro y concreto que mucha gente, quiere un club distinto al actual, manejado de otra manera, sin soberbia, ni desprecios, con transparencia y con un proyecto que nos identifique a todos.
El secreto del éxito en Temperley no es la fórmula de la Coca Cola, ni el armado de una nave espacial de última tecnología. Es algo mucho mas sencillo de lograr y el ejemplo claro fue el del Basquet. Con un proyecto claro, manejo transparente, abierto a recibir colaboraciones de todos los que se acerquen, la actividad fue creciendo tanto en sus bases, como en los éxitos deportivos de su Primera División, recientemente ascendida a Primera A. Fue un proyecto de tres años cuyos resultados hoy se están cosechando.
¿Se puede hacer extensivo este proyecto a cada uno de los deportes amateurs del club?. Sin dudas, ¿Es posible aplicar esta metodología de trabajo en el Club Atlético Temperley en modo integral? Por supuesto que si.
No es ningún secreto, ni es una fórmula mágica. Con una conducción capaz, transparente, respetuosa de los socios y del Estatuto del Club, abierta a recibir la colaboración de todos los socios que quieran aportar sus ideas y trabajo, con un Proyecto de Club que cada uno de nosotros conozca y apruebe, Temperley puede ser algo muy distinto.
Los 468 socios firmantes han mostrado su voluntad de cambio, y su protesta explícita al modo en el cual hoy se está conduciendo el club. Exigen una Asamblea para impulsar estos cambios. Muchos de ellos, la inmensa mayoría, nunca ha participado en la vida política del club. Son gente joven, con muchas ganas de involucrarse en los temas de Temperley. Con ansias de participar de la Asamblea en la cual se decida el futuro del Club.
Repito lo dicho, esto todavía no se ha iniciado, apenas es un indicio de mejoría, un síntoma. El primer hecho concreto lo tendremos recién cuando la Asamblea haya sido convocada. No hay que ser ingenuos y pensar que solo con las firmas se ha logrado algo. Recuerden que esta gente que hoy tiene la administración del club, se ha caracterizado por no respetar la voluntad del socio. No hay que bajar la guardia un solo instante.
El objetivo de todos debe seguir siendo el de lograr la Asamblea. Hay que exigirla, en donde sea y a quien sea. Por todos los medios pacíficos y legales posibles. Quienes la niegan, intentarán dilatar los tiempos y, si pueden, no llevarla a cabo. Seguirán con las denuncias, las victimizaciones, las amenazas y las intimidaciones. No hay que subestimarlos. El talento para la destrucción y el desprecio por la voluntad del socio, los ha hecho perdurar en contra de la voluntad de la mayoría y tratarán de mantenerse, al precio que sea.
Por tal motivo, no es momento de festejos, sino de cobrar aliento y mantener la lucha sin aflojar un solo milímetro. Solo cuando la Asamblea se encuentre convocada, podremos empezar a soñar con un Club Distinto.
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