viernes, 16 de septiembre de 2011

Muletto de batalla

Duró plantó en cancha su "caballito" de combate para la Copa Argentina con un team de reserva pero que incluyó a varios jugadores con rodaje. ¿El resultado? Sufrida victoria 2-1 ante Yupanqui con nerviosismo innecesario en el final del partido. Ignacio Fernández de tiro libre (foto), a los 6', y Agustín Campomar a los 22' del complemento le dieron el triunfo a Temperley. Descontó Achucarro a los 39' del ST para ponerle dramatismo al cierre. Y sí... sin sufrir no vale para Temperley.

"Muletto" -que viene del italiano, burro pequeño- se llamaba a los automóviles de reserva en la Fórmula 1 allá por los años '80 y '90. Y Temperley sacó el suyo a pista anoche ante Yupanqui, ante un gran marco de público que aprovechó precios populares en el Alfredo Beranger y se hizo presente para acompañar al equipo "B" de Guillermo Duró.

Temperley controló el juego desde el comienzo y asumió la responsabilidad de ir a buscar el partido. Es más, en el primer tiempo se sintió superior a su rival. Y lo plasmó en la cancha con maniobras donde los jugadores celestes fueron a buscar el desequilibrio en la gambeta, en el pique, en el mano a mano individual contra sus pares de Yupanqui.

Al minuto, el "Cele" contó con un tiro de Macalik -luchador, rápido, pícaro para batallar contra los centrales, hizo un buen partido- que pasó por encima del horizontal. Y a los 6' se puso en ventaja con un preciso disparo de tiro libre ejecutado con el guante izquierdo de Nacho Fernández, que la clavó contra el poste inferior derecho del arquero Britos.

Yupanqui vio derrumbar su plan de "aguante" en un puñado de minutos. Intentó salir, proponer, pero siempre se mostró impreciso. Y Temperley en cada contra avisaba con los piques de Campomar, o las llegadas por las bandas de Fernández y Carreira. En "Yupa" reinaba el desorden táctico, la desesperación y sólo Ignacio Bilbao u Horonoz aportaban algo de fútbol. ¿Una más del "Gasolero" en el PT? Una volea de Fernández desde detrás de la medialuna que controló bien el arquero del conjunto dirigido por Vitorino Vega.

El complemento se inició con un Temperley otra vez agresivo en los primeros minutos. Toque, velocidad por las bandas, desnivel individual, fue nuevamente la propuesta del local. Sin embargo, con el correr de los minutos el "Cele" se fue diluyendo. El 1-0 parcial pareció apelmasar al equipo de Duró. Y Yupa, con más amor propio que despliegue táctico, con el talento que aportaban Bilbao y el ingresado Matías Carrizo (un mini Sergio López) empezó a acercarse. A los 14' Bilbao dejó dos en el camino y definió ante De bórtoli. Era gol, pero intervino justo Ciavarelli.

El "Trapero" empezó a meter varios centros. Y De Bórtoli -que se había mostrado muy seguro en la primera mitad- falló un par de veces. Eso, tal vez, le jugó en contra para el descenlace final del partido donde se mostró menos solvente que de costumbre. A los 22', cuando "Yupa" estaba más cerca del empate que el "Cele" de estirar la diferencia llegó una contra letal: Fernández recibió de Souto (que ingresó a los 17' por Lorito Gimenez, aplaudido por su sacrificio), envió un centro de la muerte desde la izquierda y Campomar apareció en el área chica para empujarla como un verdadero goleador. Clink caja. El 2-0 parecía cosa juzgada. Pero...

Temperley -inexplicablemente- se retrasó en el campo. Yupanqui lo fue llevando. Toques de Carrizo, la entrega de Romero y la desfachatez de Bilbao lo acercaron nuevamente al arco del "Cele". Y en cada centro sufrió el Gasolero. Hubo que reventar varias en el área chica. Y a los 38' la visita encontró un premio a tanta búsqueda, a tanto amor propio, a tanto sacrificio para dejar el puesto de diarios donde trabaja el capitán para ir a entrenar, o a regular un poco el esfuerzo en la práctica para no llegar tarde a laburar recolectando basura con el camión de los residuos, como es el caso del ingresado Sandoval. Así, con la dignidad de los trabajadores Yupanqui demostró que a veces las cuestiones económicas o los salarios quedan de lado en un rectángulo de juego. Y consiguió el descuento con una linda pelota que Carrizo le cruzó a Achucarro y el paraguayo metió un derechazo cruzado entrando dentro del área mayor que dejó sin chances al "1" celeste.

De ahí en más, esos últimos 10 minutos con el 2-1 (incluyendo el tiempo adicionado), fueron un parto para Temperley. Yupanqui sintió que el sueño de los penales era posible. Y lo puso contra las cuerdas al local, al conjunto de la Primera B que empezó a exhibir las dudas propias de un "rejuntado" que no tiene el andamiaje del equipo titular. En los últimos minutos, hubo que cruzar los dedos, respirar profundo y cerrar los ojos para esperar el final. Pelotazo por aquí, cabezazo del arquero Britos buscando el milagro en la última detenida, Yupa hizo lo que piden los manuales del orgullo para conseguir la hazaña. La campaña sonó y salvó al local. Temperley clasificó para la siguiente fase de la Copa Argentina. Pero el campeón moral, como Rocky contra Apollo Creed en la primera de la zaga, fue Yupanqui.


TEMPERLEY (2): De Bórtoli; Carlos Ciavarelli, Nicolás Perassi, Francisco Martínez, Damián Frontini; Emanuel Carreira, Carlos Keosseián, Fernández (82’ C.Fleitas), Giménez (62’ Seba Souto), Mauro Macalik (72’ Teijeira) y Agustín Campomar.
DT: Guillermo Duró

YUPANQUI (1): Alejandro Britos; Damián Achucarro, Diego Ayoroa (54’ Sandoval), Maxi López, Matías Pérez Quiroga; Jonatan Arce (68’ Federico Fleitas), Jerónimo Folatti, Ezequiel Romero, Ariel Horonoz; Gastón Aranda (54’ Matías Carrizo) e Ignacio Bilbao.
DT: Victorino Vega.

Goles: 6’ Fernández (T); 67’ Campomar (T); 83’ Achucarro (Y)
Amonestados: Keosseián (T); Ayoroa, Folatti
Arbitro: Leandro Rey Hilfer
Estadio: Alfredo Beranger

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