El defensor que le dio a Temperley el empate agónico ante Armenio, Iván Macalik, celebró "la llegada del gol" que le permitió al equipo seguir por la senda de la recuperación
"La verdad que por suerte llegó el gol, faltando muy poco pero llegó. No se pudo ganar pero había que llevarse algo de esa cancha", empezó el oriundo de Caseros.
Macalik resaltó que "en los últimos minutos lo fuimos a buscar, tanto Manzanares como yo nos quedamos permanentemente arriba y por suerte funcionó". "Fue una doble alegría por jugar un rato con mi hermano (Mauro, que ingresó sobre el final). Por suerte hicimos bien el trabajo que nos pidió el técnico. La familia está contenta y se lo dedico a mi hijo recién nacido (Steffano), también a mi viejo que nos alienta desde arriba", tiró contento.
Ahora, "La Torre" piensa en lo que se viene el próximo sábado ante Barracas Central desde las 14 en el Beranger. Y luego, lógicamente, en el debut celeste en la Copa Argentina ante Yupanki -el miércoles a las 21-"El torneo es duro. Brown ganó, es el que está más firme, pero nosotros miramos al próximo partido que es el más importante y en casa con Barracas. La gente nos va a acompañar como siempre y esperemos seguir en esta racha que nos está permitiendo cambiar un poco la historia de a poquito", se ilusionó el ex zaguero de Ferro y Lanús.
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