domingo, 11 de septiembre de 2011

Foto Historica y Reflexion

Esta mañana, uno de nuestros seguidores en Twitter (@Gastonredondito) nos paso por ese medio una foto histórica de 1992. El dia en que el club reabrió, tras su clausura de mas de un año.


El pequeño grupo de dirigentes, ingresa, y los yuyos lo invaden todo. En la cancha, los mismos superarian la altura del actual alambrado, la biblioteca y la administración fueron virtualmente saqueados pese a la supuesta protección policial. En el juzgado, el panorama era mucho mas dramático, el reclamo de los acreedores superaba los tres millones de pesos, en tiempos en que un peso valía un dolar. La cuota social que pagábamos los pocos socios que lo seguimos haciendo, era de nueve pesos mensuales...

Desde allí hubo que remar, en juzgados, tribunales, reuniones con acreedores, con la AFA, y poco a poco se fueron superando hitos, el regreso del fútbol en 1993, el primer campeonato en la C, en 1995, el primer ascenso al Nacional en 1996, el segundo ascenso al Nacional en 1999, el freno del proceso de liquidación del club en el 2000, el levantamiento de la Quiebra en 2001 y el pago de un 90% de la misma entre 2001 y 2009.  Todo esto manteniendo abierto un club deficitario, sin apoyos importantes desde lo político y atravesando la peor crisis económica de la historia del país, la de 2000/2002.

Este recuerdo merece dos reflexiones. Por un lado, el hecho que, con la gente de Temperley unida, cualquier cosa, por imposible que parezca, es factible alcanzarla. Con un club dividido por desconfianzas, paranoias y falta de transparencia, no es posible lograr nada.

Por otro lado el recuerdo desde esta página a toda la gente que la peleó siempre en desventaja. Gente que puso el hombro para resolver problemas, en positivo, sin detenerse ni perder fuerzas en condenar o recordar los motivos por los cuales se había llegado a esta instancia.

En el momento mas grave de la historia del club, ninguno de los que fueron tomando el testimonio utilizaron su tiempo y esfuerzo en llorar por la herencia recibida o utilizarla como excusa para justificar los errores propios. Nadie recibió peor herencia que los distintos grupos que trabajaron en el club por entonces. Sin embargo, pensaron en positivo, acertaron, cometieron errores y fueron logrando cosas que mantuvieron a Temperley existiendo, cuando diez años atrás nadie daba un centavo por dicho logro.

No hay otro camino que ese. Temperley debe volver a ser un club unido, donde no haya gente pobre de espíritu desesperada por salir en la foto, colgarse medallas y que su apellido se encuentre asociado a una obra, sino gente que, desinteresadamente quiera dar una mano al club, encolumnandonos todos detrás de un proyecto único y consensuado. Con gestiones directivas abiertas, transparentes y participativas.

Repetimos, si no queremos volver a ver fotos como la que acompañamos en esta nota, no hay otro camino.

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