No es un partido facil de explicar pues el desarrollo del mismo poco tuvo que ver con el resultado, sin embargo se puede resumir en una frase, casi de perogrullo, el visitante ganó porque hizo un gol, o dicho de otra manera, Temperley perdió el partido pues no pudo convertir pese a haber contado con cerca de una decena de situaciones muy claras de gol a lo largo de todo el partido.
Decimos que no es sencillo dar una explicación pues no hay mucha relación entre un equipo que, en el balance y en lo estrictamente futbolistico tuvo pocos aspectos reprochables, pero se fue de la cancha en un ambiente muy caldeado, insultado e intimado para clasificar y fundamentalmente, ganar el clásico que se jugará la semana entrante.
Es que Temperley, no defendió mal, pues salvo en la locura del final donde el equipo atacaba con nueve jugadores y por ende regalaba muchas contras, no tuvo grandes zozobras, en la mitad de la cancha, recuperó siempre rápidamente la pelota, los volantes de creación generaron varias situaciones de peligro y pusieron varias asistencias y pases - gol, pero se cometió el peor pecado de todos, que fue el de no convertir las situaciones generadas y al igual que frente a Defensores de Belgrano, estos errores en la definición se pagaron muy caro.
Apenas habían transcurrido dos minutos de juego y el regresado Quevedo ya había puesto dos pases gol. El primero a otro regresado, Impallari que mano a mano con el arquero fue tapado, y luego a Núñez quien, se abrió hacia la derecha casi en el área chica y sacó un violento remate, apenas desviado. Temperley no jugaba bien, pero tenía las mejores chances. El rival salía como podía de la mano del pelado Ferri quien trataba de juntarse con Caserio y aguantar la pelota.
Pierani de afuera remató desviado en una llegada aislada. El Celeste por su parte seguía desperdiciando chances, primero fue Molina quien remató de sobrepique rasante y apenas desviado y luego tras una pelota que bajó Impallari de cabeza hacia el área chica, Martínez impactó con la rodilla y su remate, por encima de la cabeza de Santilli salió apenas sobre el travesaño.
Con el correr de los minutos el visitante comenzó a salir, una pared entre Caserio y Ferri terminó con otro remate de Pierani, en este caso desviado al Corner por Mendoza y a los '27 el balde de agua fría, un fuerte remate de Cruz fue contenido con dificultad por Mendoza y el rebote lo capturó Ferri y abrió el marcador. Tras el gol, el Celeste perdió la brújula unos minutos, sus jugadores trataban de hacer todo rápido sin asociarse en el juego y, de esta manera, se fue la etapa inicial.
El segundo tiempo comenzó con otra jugada increible, Impallari le bajó la pelota a Soler y el delantero Celeste de media vuelta estrelló la pelota en un poste con el arquero vencido. Otro remate de Molina, volvió a irse apenas afuera. Impallari, desde buena posición y a dos metros del arco, remató débil. Temperley tiraba centro tras centro y Central Córdoba defendió en casi todo el complemento con ocho hombres dentro de su área. Un tiro libre desde la izquierda de Quevedo, le sacó astillas al travesaño.
Promediando el complemento, Barrella puso mas delanteros, al hacer ingresar a Lazzarini, Escalante y Gozzarelli, sin embargo el Celeste en lugar de ganar en peligrosidad, con tantos jugadores superponiéndose en la misma posición ganó en desorden y descontrol.
Los últimos minutos del partido fueron los peores del equipo. Con la presión y los nervios que llegaba desde afuera, todo eran jugadas individuales, choques contra rivales e intentos desesperados por tratar de convertir. Es cierto, no hubo un solo rebote, de los muchos que hubo en las cercanías del área chica visitante que quedara para un delantero Celeste para empujarla, hubo varios "flippers" en el área y siempre, la pelota final quedaba en los pies de un defensor visitante para reventarla a cualquier parte.
En esos últimos minutos de desorden y descontrol, estuvo mas cerca el visitante de aumentar, con dos contras de tres delanteros contra un defensor y el arquero desperdiciadas, que el Celeste de lograr el empate. Igual, no hubo tiempo ni oportunidad para que el marcador se modificara.
Como decíamos al principio, muy espeso el clima al final, con un centenar de hinchas detrás del banco de suplentes insultando al técnico, la hinchada en la tribuna, intimando a ganar el clásico y muchos rostros de enojo y desazón por otra campaña sin demasiadas satisfacciones.
Dentro de lo malo de la situación, lo único rescatable es que en pocos días mas, habrá dos revanchas importantes, una frente al Deportivo Armenio, en apenas cuatro días y luego el clásico frente a Los Andes.
Por lo que hoy se pudo percibir, los resultados de estos partidos, en especial el Clásico, seguramente serán bisagra para este proceso, no tanto por las supuestas decisiones dirigenciales las cuales desconocemos cuales pueden llegar a ser, en uno u otro sentido, sino para el ánimo y el apoyo de la gente de Temperley para con este plantel y este cuerpo técnico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario