miércoles, 19 de marzo de 2008

Después del empate

Temperley se entrenó en el Beranger y comenzó la cuenta regresiva en lo que será inexorablemente un punto de inflexión en la historia del torneo.
Si bien el equipo que empató ante Armenio hizo un trabajo liviano y regenerativo el resto practicó con normalidad.

Si bien es temprano para arriesgar un equipo se sabe que podrá contar con Giannunzio, quien ya cumplió la fecha de suspensión y Maxi Nuñez, quien evoluciona bien de la molestia por la cual no jugó el partido en Maschwitz, no sucede lo mismo con Molina que ayer se retiró del campo de juego lesionado.

Palpitando el clásico
¿Historia repetida?


En la primera parte del campeonato, la décima fecha encontró a los dos equipos enfrentados. El lugar era el estadio Beranger.
Temperley llegaba con 9 puntos y decimocuarto en la tabla, tres empates seguidos (0 a 0 con Merlo, 1 a 1 con Defensores y 1 a 1 con Central Córdoba) y con cierta necesidad de conseguir resultados con valieran por 3. Iba de punto.
Por su parte, el rival llegaba quinto y con 15 puntos, de vencer a Acassuso por 3 a 2, 2 a 0 a Morón y empatar en 1 con Comunicaciones. Iba de banca.
Pero los clásicos son historias aparte. Y así lo entendieron los dirigidos por el Tano Barrella.
Las boleterías anunciaban una recaudación de 23761 $ el día que aquel equipo formó con: Crivelli; Sosa, Diego Rodríguez, Diego Salomón, Ratto; Molina, Giannunzio, Quevedo, Luís Rodríguez; Nuñez y Lutzky.
Estos jugadores, acaso motivados en aquel momento por las declaraciones del técnico rival, jugaron un partido excelente, fueron dueños en toda la cancha. Hasta en el resultado.
Molina cedió rápido para Nuñez y este habilitó a Quevedo, quien definió con categoría por encima de Aguirre cuando el reloj marcaba 40 minutos del primer tiempo. Después pudo haber aumentado, pero terminó por regular el partido y terminó invirtiendo los roles: el Celeste de banca, que mostró ser dueño y señor del sur.

La actualidad vuelve a mostrar ciertas coincidencias.
El rival que viene de ser derrotado por Acassuso 5-2, llega quinto y un poco mejor que Temperley que sumó un punto de los últimos 9 en juego y se ubica decimoquinto en el torneo.
Vuelve a tener la necesidad de resultados que valgan 3.
Quevedo viene de ser, junto a Nuñez y Giannunzio, uno de los puntos fuertes del equipo ante Central Córdoba y Armenio, a lo mejor inspirado por la proximidad del clásico.
El Celeste vuelve a perfilarse como punto.
Aunque esta vez el lugar es el Gallardón, ¿Temperley podrá repetir la historia?.

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