Ricardo Dabrowski, el ídolo del último ascenso a Primera División, le confirmó a Intercele que será el DT en caso de que la lista que encabeza Mauro Morrone (Lista Celeste) gane las próximas elecciones. Y habló de todo: desde las inferiores hasta del fútbol europeo. Una charla imperdible para empezar a conocer al que puede llegar a ser el próximo entrenador del Gasolero.
El teléfono suena, Dabrowski atiende. Y accede con mucha gentileza a la nota propuesta por Intercele desde su casa en Mar del Plata. ¿Lo más importante? El hombre que marcó aquél recordado gol ante Atlanta y que permanece en los corazones de todos los celestes reconoció que tiene "un proyecto integral de fútbol desarrollado de cabo a rabo, hasta presupuestado para armar con Don Antonio y con Mauro si llegan a ganar las elecciones".
El Polaco desnudó su pasión por el Gasolero como nunca, remarcó que "es necesario un cambio radical en el club, para que Temperley vuelva a estar en el lugar que se merece" y señaló que acompañará a los Morrone porque "ya demostraron que pueden sostener a un cuadro competitivo del club en la máxima división". Imperdible.
- ¿Cómo se dio la chance Dabrowski? ¿Es cierto que será el DT en caso de que Morrone se imponga en las elecciones?
- Es efectivo. Todo nace a partir de la relación que tengo con Antonio a quien conozco desde hace 30 años. Hemos conversado muchas veces. Y ahora cuando tomaron la decisión de armar un proyecto serio para el club me plantearon la necesidad de armar un plan global acorde a la política institucional que ellos tienen pensada.
- ¿Porqué ahora y no antes, con otra dirigencia?
- En los últimos años hubo algunos sondeos de otras comisiones directivas pero nunca nada formal, lo hacían para la tribuna; esta vez me vinieron a buscar para armar un proyecto como Temperley se merece, algo grande. Por eso les estoy agradecido a Don Antonio y a Mauro por la chance que me dan. Yo les desarrollé mi idea, les gustó y llegamos a un acuerdo.
- ¿Porqué ahora y no antes, con otra dirigencia?
- En los últimos años hubo algunos sondeos de otras comisiones directivas pero nunca nada formal, lo hacían para la tribuna; esta vez me vinieron a buscar para armar un proyecto como Temperley se merece, algo grande. Por eso les estoy agradecido a Don Antonio y a Mauro por la chance que me dan. Yo les desarrollé mi idea, les gustó y llegamos a un acuerdo.
- Le llega poco después de tu experiencia con Tiro Federal, donde su paso no fue tan feliz (NdelaR: dirigió sólo 5 partidos)...
- En ese club había antecedentes similares. Angel Bernuncio estuvo dos partidos. Y yo había hablado con él. Por eso cuando arreglé en Tiro lo hice sólo hasta diciembre para darle la chance a la Comisión de continuar o no de común acuerdo al final del torneo. En ese tiempo creo que le dejamos algo positivo al club: debutaron 7 chicos y estaban las cosas dadas para seguir pero ellos estaban pensando más en los refuerzos que en ver lo que había en la casa. Yo creo que cuando uno toca intereses de gente que está en los clubes haciendo negocios te ponen el palo en la rueda...
- Ahora está con muchas ganas entonces, hace seis meses que no dirige...
- Sí, he tenido algunos ofrecimientos pero no me resultaron interesantes. Y cuando me hicieron la propuesta los Morrone dediqué todo mi tiempo a desarrollar el proyecto que me pidieron, que me llevó tres meses terminarlo. Creo que es un plan ambicioso, un proyecto global a la altura de la historia de un club que quiero mucho como Temperley, para el cual no puedo querer otra cosa que no sea la gloria.
- Tu etapa más conocida como DT fue en Colo Colo, después se te perdió un poco el rastro...
- En Chile estuve también Magallanes, Palestino, Wanderers y Melipilla. También di una mano en Aldosivi, cuando se había ido Darío Tempesta. Allí pudimos sentar las bases para armar una estructura en inferiores.
- Y en el Melipilla lo tuviste a Pagés, que dice que quiere seguir en el club. ¿Qué referencia tenés de él?
- A Hernán lo llevé yo para allá porque lo conocía de verlo en el fútbol argentino. Me tocó dirigirlo en 2008, creo que más allá de los 37 años que está por cumplir tiene un estado atlético fabuloso y como persona corroboró todo lo bueno que yo pensaba cuando lo convoqué. Es un profesional al ciento por ciento, por eso se consolidó en el club como lo hizo. No puedo decir nada porque no soy el DT y no sé si en caso de ganar Morrone él estará para entonces en el club.
-¿Lo seguís a Temperley o no tenés mucha referencia del plantel?
- Siempre. Estoy informado no sólo de Temperley sino de lo que pasa en los demás clubes de la categoría, pero siempre hay una realidad externa que es la que vemos todos y otra interna que sólo la conocés cuando estás dentro del grupo y de la institución. A un jugador sólo lo conocés bien cuando trabajás con él, toda opinión que uno pueda tener es relativa.
- ¿Sabías que de los pibes que están en primera varios pueden emigrar porque la dirigencia actual vendió porcentajes importantes de varios de ellos?
- Algo escuché, pero no sé cuál es la situación real. Mauro quiere hacer una auditoría para poder saber qué es lo que realmente se vendió y qué es lo que tiene el club, cuál es su patrimonio futbolístico. Más allá de eso tengo plena convicción para llevar mi plan adelante independientemente del estado de situación en el que se encuentre e club.
El "Polaco" tiene la misma fuerza de cuando definía, sin dudas, ante el arco rival. Está motivadísimo por la chance que se le presenta, siente es que "su" momento, "el momento" de darle una mano a su querido Temperley. Y hasta se indigna cuando recuerda "dónde estaba Lanús allá en el 75' cuando comencé con las inferiores en el club". "¡No tenían nada, hasta la cancha de bochas tenían empeñada! Pero trabajaron honestamente, con amor al club, y hoy son un club modelo", sigue.
Dabrowski, de 49 años, conoció la gloria con el Colo Colo de Chile alzando la Copa Libertadores en 1991 pero recuerda con mucho más cariño "el ascenso del '82". "Para mi fue más importante que la Copa, porque lo logré con el club que amo", confiesa. La charla fluye y aparecen en escena personajes como Cruyff, Koeman y el mismísimo Mourinho. ¿Cómo? Sí, seguí leyendo...
El "Polaco" tiene la misma fuerza de cuando definía, sin dudas, ante el arco rival. Está motivadísimo por la chance que se le presenta, siente es que "su" momento, "el momento" de darle una mano a su querido Temperley. Y hasta se indigna cuando recuerda "dónde estaba Lanús allá en el 75' cuando comencé con las inferiores en el club". "¡No tenían nada, hasta la cancha de bochas tenían empeñada! Pero trabajaron honestamente, con amor al club, y hoy son un club modelo", sigue.
Dabrowski, de 49 años, conoció la gloria con el Colo Colo de Chile alzando la Copa Libertadores en 1991 pero recuerda con mucho más cariño "el ascenso del '82". "Para mi fue más importante que la Copa, porque lo logré con el club que amo", confiesa. La charla fluye y aparecen en escena personajes como Cruyff, Koeman y el mismísimo Mourinho. ¿Cómo? Sí, seguí leyendo...
-¿Que clase de DT sos?
- Me tocó ser jugador, luego pasar de la línea de cal para afuera y creo que todo lo que viví influyó en mi. Me tocó estar siempre en equipos protagonistas como futbolista, eso trato de reflejarlo en mis equipos porque siento el fútbol de esta manera: no puedo concebir un equipo sin vocación ofensiva, pero siempre dentro de un orden. Me dirigieron técnicos campeones del mundo, técncos que han dirigido selecciones nacionales, Copa Libertadores. Tuve un popurrí de tecnicos de los cuales traté de captar lo mejor.
- Y si tenés que nombrarme a referentes...
- Me gusta mucho el ingeniero (Manuel) Pellegrini, se cómo trabaja y cómo se maneja detalladamente con los jugadores. Antes eras menottista o bilardista, pero hubo una evolución que hizo que eso pasara a un segundo plano. He visto trabajar a Cruyff y a Mourinho, porque he viajado por Europa. También he conversado con Ronald Koeman. Y me he dado cuenta que en cada lugar se trabaja de una manera pero después tenés que adaptarlo a la situación, al equipo que vas a dirigir porque las idiosincracias no son iguales acá y allá. Yo sigo mucho al fútbol europeo pero hay cosas que son inaplicables para un futbol argentino que está pasando un mal momento.
- Te cambia el humor cuando hablás de ésto...
- ¡Es que hay más de 3800 jugadores afuera! Antes vendían al titular y jugaba el suplente. Hoy lo hace el suplente del suplente, se abrió una brecha generacional grande porque, por ejemplo, en Boca o River hay chicos muy chiquitos y jugadores con mucha experiencia como Palermo, Ibarra, Gallardo u Ortega. Faltan los de la generación intermedia. Y contra todo eso hay que luchar a través de la gestión. El torneo argentino está venido a menos. Hubo una sangría de jugadores muy grande.
- En este marco Temperley desde la 2005/06 que no pelea en serio un campeonato. La última vez fue aquella campaña con Pasini, que perdió el título en la última fecha... el hincha viene golpeado..
- Lo sabemos. Por eso queremos participar activamente para cambiar las cosas. El proyecto que traemos con Antonio y con Mauro es muy interesante porque abarca desde el fútbol infantil al profesional. Hay que hacer un edificio nuevo: hacer bien los cimientos, los encadenados, que tenga buenas cañerias para las cloacas, la luz... es así en todas partes del mundo; no existen las soluciones mágicas. Lanús tuvo una etapa en la que llegó a estar en la Primera C y hoy es un club modelo. Cuando nosotros estábamos en Primera ni existían, pero hicieron un trabajo excelente y hoy están en lo más alto.
- Vos está sviviendo en mar del plata, te vendrías a radicar en Buenos Aires...
- Sí, lógicamente. La distancia no es un problema porque cuando tengamos día libre puedo ir a visitar a los familiares, son tres horas con el auto. Mis hijos ya son grandes, no tengo problemas. Tengo mis suegros en Adrogué, nunca perdí el contacto con el sur.
- Y si tenés que nombrarme a referentes...
- Me gusta mucho el ingeniero (Manuel) Pellegrini, se cómo trabaja y cómo se maneja detalladamente con los jugadores. Antes eras menottista o bilardista, pero hubo una evolución que hizo que eso pasara a un segundo plano. He visto trabajar a Cruyff y a Mourinho, porque he viajado por Europa. También he conversado con Ronald Koeman. Y me he dado cuenta que en cada lugar se trabaja de una manera pero después tenés que adaptarlo a la situación, al equipo que vas a dirigir porque las idiosincracias no son iguales acá y allá. Yo sigo mucho al fútbol europeo pero hay cosas que son inaplicables para un futbol argentino que está pasando un mal momento.
- Te cambia el humor cuando hablás de ésto...
- ¡Es que hay más de 3800 jugadores afuera! Antes vendían al titular y jugaba el suplente. Hoy lo hace el suplente del suplente, se abrió una brecha generacional grande porque, por ejemplo, en Boca o River hay chicos muy chiquitos y jugadores con mucha experiencia como Palermo, Ibarra, Gallardo u Ortega. Faltan los de la generación intermedia. Y contra todo eso hay que luchar a través de la gestión. El torneo argentino está venido a menos. Hubo una sangría de jugadores muy grande.
- En este marco Temperley desde la 2005/06 que no pelea en serio un campeonato. La última vez fue aquella campaña con Pasini, que perdió el título en la última fecha... el hincha viene golpeado..
- Lo sabemos. Por eso queremos participar activamente para cambiar las cosas. El proyecto que traemos con Antonio y con Mauro es muy interesante porque abarca desde el fútbol infantil al profesional. Hay que hacer un edificio nuevo: hacer bien los cimientos, los encadenados, que tenga buenas cañerias para las cloacas, la luz... es así en todas partes del mundo; no existen las soluciones mágicas. Lanús tuvo una etapa en la que llegó a estar en la Primera C y hoy es un club modelo. Cuando nosotros estábamos en Primera ni existían, pero hicieron un trabajo excelente y hoy están en lo más alto.
- Vos está sviviendo en mar del plata, te vendrías a radicar en Buenos Aires...
- Sí, lógicamente. La distancia no es un problema porque cuando tengamos día libre puedo ir a visitar a los familiares, son tres horas con el auto. Mis hijos ya son grandes, no tengo problemas. Tengo mis suegros en Adrogué, nunca perdí el contacto con el sur.
- Ahora vas a esperar estas elecciones con más expectativas que nunca, porque de ellas depende tu futuro...
- Sí, pero lo que más me preocupa es el futuro del club. Porque yo en mi vida le debo todo a Temperley, que es el club que me dio la chance de ser jugador profesional. Luego me di el lujo de llevar el nombre de Temperley por todo el mundo con el Colo Colo cuando jugamos la final Intercontinental, así como lo hicimos cuando ganamos la Libertadores. Pero fue mas emotivo para mi el ascenso del '82 que la Libertadores, no tengas dudas. Tengo anécdotas maravillosas con hinchas de Temperley encontrándomelos en los lugares mças recónditos del planeta. Por eso me preocupa el estado actual del club. Espero que podamos llevar a cabo un proyecto serio, como el club merece. En 1998 me habían llamado, planteé algo similar a lo actual, pero no me volvieron a llamar. Luego me fui a chile.... pasaron doce años y el club está igual, no se mejoró en nada. Ahora, no sólo como ex jugador, sino como hincha del club que soy quiero trabajar para verlo bien.
- No te preguntas como un club como arsenal, banfield o lanus pueden estar tan consolidados y temperley no pueda despegar de la primera B?
- Seguro. Yo cuando empecé en inferiores en Temperley era el año 75. Lanús tenía empeñadas hasta las chapas de la cancha de bochas, fijate lo que es hoy lanús. Y yo creo que Temperley tiene el mismo o quizá mayor potencial que lanús. No tengo ninguna duda de eso. Hoy miramos donde están ellos y donde estamos nosotros, no sólo en cuanto a la categoría sino en lo que son como club. No podés querer subir a primera sin una estructura, porque es como poner un techo sin los revestimientos. A la larga se te derrumba, se te cae todo a pedazos. Hay que hacer el esfuerzo, trabajar duro y contar con una administración seria, sana, responsable, porque hoy los clubes cuentan con ventas en miles de dólares, ingresos por TV y eso bien manejado es oro en polvo. En la época de Don Antonio todos estos ingresos no existían, ahora la mano es distinta. Vos mirá nuestra camiseta del ascenso: ¡no había ni una publicidad! Hoy los jugadores del ascenso parecen pilotos de fórmula uno. Y estoy convencido de que podemos volver porque vi cómo ellos lo hicieron una vez, y lo pueden hacer denuevo.
- Te noto entusiasmadísimo...
- Es que lo conozco a Antonio, sé lo que quiere para el club y cómo se maneja. El club llegó a ser protagonista en Primera con Don Antonio. ¿Alguien tiene mejor carta de presentación que esa? Hoy la apuesta es llegar a repetir con el tiempo todo eso e incluso mejorarlo, porque ahora los ingresos son mayores. Y si vos tenés diez, gastás 6 y 4 los reinvertis en el club a la larga vas a tener una estructura impresionante. La ventaja que tiene Temperley es la pasión de su gente y en segundo lugar que siguen apareciendo chicos abajo por el trabajo que hizo Céspedes durante un buen tiempo. A las pruebas me remito: Hauche, Cejas, Aguirre, Campodónico, Navas, Cruz, todos en diferentes épocas. ¿Ahora, Temperley los pudo disfrutar? Ahí está la cuestión. Yo imagino un equipo en el tercer año de gestión con un 80 por ciento de jugadores del club. Y si trabajamos bien los vamos a poder disfrutar.
- ¿Qué ambiente notaste en tu visita al club? ¿Cómo ves a la gente?
- Igual que siempre. Todos tienen muchas ganas de sentirse identificados con el club, de potenciar la vieja mística que sigue latente. ¡Eramos el cementerio de los elefantes en una época!, eso hay que reflotarlo. Yo pienso que con cariño, con pasión y con honestidad es muy fácil resurgir y que con el tiempo vamos a volver.
- No te preguntas como un club como arsenal, banfield o lanus pueden estar tan consolidados y temperley no pueda despegar de la primera B?
- Seguro. Yo cuando empecé en inferiores en Temperley era el año 75. Lanús tenía empeñadas hasta las chapas de la cancha de bochas, fijate lo que es hoy lanús. Y yo creo que Temperley tiene el mismo o quizá mayor potencial que lanús. No tengo ninguna duda de eso. Hoy miramos donde están ellos y donde estamos nosotros, no sólo en cuanto a la categoría sino en lo que son como club. No podés querer subir a primera sin una estructura, porque es como poner un techo sin los revestimientos. A la larga se te derrumba, se te cae todo a pedazos. Hay que hacer el esfuerzo, trabajar duro y contar con una administración seria, sana, responsable, porque hoy los clubes cuentan con ventas en miles de dólares, ingresos por TV y eso bien manejado es oro en polvo. En la época de Don Antonio todos estos ingresos no existían, ahora la mano es distinta. Vos mirá nuestra camiseta del ascenso: ¡no había ni una publicidad! Hoy los jugadores del ascenso parecen pilotos de fórmula uno. Y estoy convencido de que podemos volver porque vi cómo ellos lo hicieron una vez, y lo pueden hacer denuevo.
- Te noto entusiasmadísimo...
- Es que lo conozco a Antonio, sé lo que quiere para el club y cómo se maneja. El club llegó a ser protagonista en Primera con Don Antonio. ¿Alguien tiene mejor carta de presentación que esa? Hoy la apuesta es llegar a repetir con el tiempo todo eso e incluso mejorarlo, porque ahora los ingresos son mayores. Y si vos tenés diez, gastás 6 y 4 los reinvertis en el club a la larga vas a tener una estructura impresionante. La ventaja que tiene Temperley es la pasión de su gente y en segundo lugar que siguen apareciendo chicos abajo por el trabajo que hizo Céspedes durante un buen tiempo. A las pruebas me remito: Hauche, Cejas, Aguirre, Campodónico, Navas, Cruz, todos en diferentes épocas. ¿Ahora, Temperley los pudo disfrutar? Ahí está la cuestión. Yo imagino un equipo en el tercer año de gestión con un 80 por ciento de jugadores del club. Y si trabajamos bien los vamos a poder disfrutar.
- ¿Qué ambiente notaste en tu visita al club? ¿Cómo ves a la gente?
- Igual que siempre. Todos tienen muchas ganas de sentirse identificados con el club, de potenciar la vieja mística que sigue latente. ¡Eramos el cementerio de los elefantes en una época!, eso hay que reflotarlo. Yo pienso que con cariño, con pasión y con honestidad es muy fácil resurgir y que con el tiempo vamos a volver.
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