Eran muchos los objetivos a cumplir en un solo partido. Había que tratar de jugar mejor, de mantener y de ser posible mejorar el funcionamiento defensivo, el equipo debía tratar de cambiar su imagen frente a su público de cara a una campaña recién comenzada y fundamentalmente, había que ganar. Cada uno de los hinchas que se dieron cita al Beranger en la fría y lluviosa tarde, iban a con la expectativa de ver algo distinto a lo entregado por este equipo en los primeros dos partidos. En todos los casos, debemos decir que muy pocos se deben haber ido defraudados.
De mas está decir que si en alguno de los centros o borbollones dentro del área, sobre el final, el visitante hubiera logrado el empate, opinaríamos exactamente igual. El Celeste, frente a un rival que, desde lo técnico no hay dudas que fue lo mas flojito que hasta ahora hubo que enfrentar, llevó a cabo una tarea superior en todas sus líneas a la que había hecho en los dos partidos anteriores y de cara a lo que se viene, mostró alguna actuación promisoria.
Para este partido, José Barrella paró un equipo en forma no ortodoxa, o si se quiere, fuera de lo habitual en el fútbol local. Una línea de tres en el fondo delante de ellos tres volantes centrales distribuyéndose la mitad del campo, tratando de recuperar la pelota y saliendo rápido por los costados con los carrileros y dos delanteros con mucha movilidad tratando de buscar los espacios para poder lastimar al arco rival.
Debemos decir que algunos jugadores, se ubicaron inmediatamente bien en este esquema, y otros no tanto. Quienes mas frutos le sacaron a la nueva táctica fueron los volantes carrileros. Tanto Mauro Pajón por derecha, como Juan Nieto por izquierda, sin tantos compromisos de marca, o al menos teniendo mas relevos detrás de sus ubicaciones, tuvieron mayor actitud ofensiva.
En los primeros minutos, fue Mauro Pajón quien pese a sufrir la desventaja del campo de juego pues era por su sector, el de la tribuna visitante, en el que había mas agua y por ende mayor dificultad para trasladarse, el que empezó a arrancar y dejar un surco de jugadores rivales por el piso en cada arranque. A los 2’ ya había hecho amonestar a su marcador Fernández y había lanzado un perfecto centro para que Impallari de cabeza estuviera a punto de abrir el marcador.
Otro que encontró enseguida la ubicación en la cancha fue Lucas Hure. Quien como un cinco adelantado, y algo tirado hacia la izquierda cortó el circuito futbolístico del rival, cubriendo bien las espaldas de Nieto y buscando siempre la prolijidad para entregar el balón a un compañero mejor ubicado.
Fue precisamente Nieto quien capitalizó este trabajo de Hure, soltándose mucho mas en ataque, buscando alternativamente desbordes y enganches hacia adentro y provocando situaciones de extremo peligro para la valla visitante.
A los 14’ una escapada de Nieto por izquierda superando al marcador con viveza y habilidad, lanzó un centro perfecto cruzado al cual Impallari no pudo impactar y Caballero, solo en el segundo palo se la llevó por delante y la pelota se fue apenas afuera.
No fue un buen partido el de Caballero e Impallari por ende, estos muy buenos primeros veinte minutos del equipo, no se pudieron reflejar en el marcador. Con el correr de los minutos, el equipo se tomó una pausa y el rival comenzó a manejar mas tiempo la pelota.
Si bien Hure se ubicó bien de inmediato, no les sucedió lo mismo a Giannunzio y Molina. El ex Excursionistas, dudaba entre salir a romper adelante o cuidar las espaldas de Hure, debido a esto muchas veces quedó a mitad de camino. Algo parecido le sucedió a Molina quien por largos pasajes se paraba directamente como un lateral derecho, y por otros trataba de juntarse en la recuperación del balón con Giannuzio tirándose más al medio. Lamentablemente ninguno de los dos ni cortaba, ni mucho menos podía incidir en ofensiva.
Virardi y Luis Rodríguez también tuvieron algunos problemas de ubicación pero los mismos fueron subsanados gracias a la gran tarea de Diego Rodríguez, quien sacó absolutamente todo de cabeza (hasta los tiros al arco), y cerró perfectamente las espaldas de sus compañeros, no dejando resquicio posible por donde los rivales pudieran filtrarse, de hecho, Federico Crivelli casi fue un espectador de lujo en esa primera mitad.
Sobre el final, cuando parecía que todo iba a terminar en cero. Un gol importante y psicológico convirtió el Celeste pues lo hizo a pocos instantes de culminar la primera mitad, y desde su concepción hasta su culminación fue convertido por dos de los mejores jugadores del equipo. Arrancó Pajón por derecha, dejando dos rivales en el camino, lanzó un perfecto centro a la cabeza de Caballero que Bangert pudo contener con dificultad y dando rebote, tomó el mismo Nieto y marcó la apertura del marcador.
Tal como se preveía el rival en el complemento salió a tratar de buscar el empate. Sus volantes de marca se pararon diez metros dentro de campo Celeste y desde allí trataron de apretar al Celeste contra su área buscando con centros cruzados y pelotazos encontrar a Grecco y a Zagharian. Sin embargo la carencia absoluta de ideas para atacar del equipo de Adrogué facilitaron la tarea de los defensores Celestes que salvo por algún centro cruzado, no tuvieron mayores sobresaltos en toda la primera media hora del complemento.
El Celeste confiado se tiró demasiado atrás y si bien no tuvo que sufrir las consecuencias por esta táctica sufriendo llegadas a su propio arco, este retraso en el campo de juego le hizo perder protagonismo en ofensiva. Tanto Pajón como Nieto bajaron su rendimiento pues se paraban casi como marcadores de punta y era demasiado el recorrido que debían hacer para progresar en ataque.
Barrella mandó a la cancha al santafecino Gozzarelli y al chico que vino de Estudiantes, Maximiliano Núñez para darle aire al equipo de mitad de cancha hacia delante y tratar de aprovechar de mejor manera las contras. El rival con el correr de los minutos cada vez se regalaba mas en defensa y con jugadores rápidos y con claridad mental estaba todo dado para aumentar el marcador.
Seguramente habrá que verlo mas, pero los veinte minutos que jugó Núñez nos pareció que, desde lo técnico, es la mejor incorporación que hizo el Celeste hasta el momento. Buscando los espacios a espaldas del mediocampo visitante, el chiquitito ex Estudiantes enloqueció a toda la defensa de Brown. A los ’28 recibió un buen pase de Molina, encaró a un defensor y cuando toda la defensa salió al bulto a marcarlo, puso un pase perfecto para la entrada de Gozzarelli quien mano a mano con Bangert, tiró la gambeta larga para definir con derecha pero el arquero visitante lo enganchó y le cometió Penal. El mismo Gozzarelli con un remate al medio del arco, aumentó el marcador.
No pudo disfrutar demasiado tiempo el Celeste la ventaja de dos goles. Un centro errático desde la derecha sobre el área, la defensa que, por única vez en el partido queda desacomodada y el defensor Barbona descontó con fuerte remate al medio del arco.
Brown se fue con todo a buscar el empate pero, fue mucho mas peligroso el Celeste en la contra, que el visitante en su ataque ciego y sin mucho criterio. Un buen desborde de Molina por derecha encontró a Gozzarelli quien remató muy bien a la carrera y anticipando a su marcador. Bangert logró amortiguar el tiro pero cuando igual se metía un defensor la sacó en la línea. Poco después un remate de media distancia de Núñez salió pocos centímetros por arriba del travesaño. En el final, el visitante tuvo un par de borbollones en el área pero entre los defensores celestes y Crivelli, se encargaron de controlarlos.
Vamos a decir exactamente lo mismo que señalamos en los dos partidos anteriores. Falta mucho, y está claro que es un equipo en formación al cual el técnico todavía no le encontró la vuelta definitiva. Hay jugadores que están levantando su rendimiento, otros que tienen “chispazos” pero por momentos desaparecen del partido, y otros que todavía no han encontrado su lugar. El de hoy, sin dudas fue un paso adelante, tanto en lo futbolístico como en lo referente al resultado. No da para descorchar champagne, pero por lo menos para tener un poquito más de ilusión que este campeonato, puede ser mejor que lo previsto. Ojala así sea.
De mas está decir que si en alguno de los centros o borbollones dentro del área, sobre el final, el visitante hubiera logrado el empate, opinaríamos exactamente igual. El Celeste, frente a un rival que, desde lo técnico no hay dudas que fue lo mas flojito que hasta ahora hubo que enfrentar, llevó a cabo una tarea superior en todas sus líneas a la que había hecho en los dos partidos anteriores y de cara a lo que se viene, mostró alguna actuación promisoria.
Para este partido, José Barrella paró un equipo en forma no ortodoxa, o si se quiere, fuera de lo habitual en el fútbol local. Una línea de tres en el fondo delante de ellos tres volantes centrales distribuyéndose la mitad del campo, tratando de recuperar la pelota y saliendo rápido por los costados con los carrileros y dos delanteros con mucha movilidad tratando de buscar los espacios para poder lastimar al arco rival.
Debemos decir que algunos jugadores, se ubicaron inmediatamente bien en este esquema, y otros no tanto. Quienes mas frutos le sacaron a la nueva táctica fueron los volantes carrileros. Tanto Mauro Pajón por derecha, como Juan Nieto por izquierda, sin tantos compromisos de marca, o al menos teniendo mas relevos detrás de sus ubicaciones, tuvieron mayor actitud ofensiva.
En los primeros minutos, fue Mauro Pajón quien pese a sufrir la desventaja del campo de juego pues era por su sector, el de la tribuna visitante, en el que había mas agua y por ende mayor dificultad para trasladarse, el que empezó a arrancar y dejar un surco de jugadores rivales por el piso en cada arranque. A los 2’ ya había hecho amonestar a su marcador Fernández y había lanzado un perfecto centro para que Impallari de cabeza estuviera a punto de abrir el marcador.
Otro que encontró enseguida la ubicación en la cancha fue Lucas Hure. Quien como un cinco adelantado, y algo tirado hacia la izquierda cortó el circuito futbolístico del rival, cubriendo bien las espaldas de Nieto y buscando siempre la prolijidad para entregar el balón a un compañero mejor ubicado.
Fue precisamente Nieto quien capitalizó este trabajo de Hure, soltándose mucho mas en ataque, buscando alternativamente desbordes y enganches hacia adentro y provocando situaciones de extremo peligro para la valla visitante.
A los 14’ una escapada de Nieto por izquierda superando al marcador con viveza y habilidad, lanzó un centro perfecto cruzado al cual Impallari no pudo impactar y Caballero, solo en el segundo palo se la llevó por delante y la pelota se fue apenas afuera.
No fue un buen partido el de Caballero e Impallari por ende, estos muy buenos primeros veinte minutos del equipo, no se pudieron reflejar en el marcador. Con el correr de los minutos, el equipo se tomó una pausa y el rival comenzó a manejar mas tiempo la pelota.
Si bien Hure se ubicó bien de inmediato, no les sucedió lo mismo a Giannunzio y Molina. El ex Excursionistas, dudaba entre salir a romper adelante o cuidar las espaldas de Hure, debido a esto muchas veces quedó a mitad de camino. Algo parecido le sucedió a Molina quien por largos pasajes se paraba directamente como un lateral derecho, y por otros trataba de juntarse en la recuperación del balón con Giannuzio tirándose más al medio. Lamentablemente ninguno de los dos ni cortaba, ni mucho menos podía incidir en ofensiva.
Virardi y Luis Rodríguez también tuvieron algunos problemas de ubicación pero los mismos fueron subsanados gracias a la gran tarea de Diego Rodríguez, quien sacó absolutamente todo de cabeza (hasta los tiros al arco), y cerró perfectamente las espaldas de sus compañeros, no dejando resquicio posible por donde los rivales pudieran filtrarse, de hecho, Federico Crivelli casi fue un espectador de lujo en esa primera mitad.
Sobre el final, cuando parecía que todo iba a terminar en cero. Un gol importante y psicológico convirtió el Celeste pues lo hizo a pocos instantes de culminar la primera mitad, y desde su concepción hasta su culminación fue convertido por dos de los mejores jugadores del equipo. Arrancó Pajón por derecha, dejando dos rivales en el camino, lanzó un perfecto centro a la cabeza de Caballero que Bangert pudo contener con dificultad y dando rebote, tomó el mismo Nieto y marcó la apertura del marcador.
Tal como se preveía el rival en el complemento salió a tratar de buscar el empate. Sus volantes de marca se pararon diez metros dentro de campo Celeste y desde allí trataron de apretar al Celeste contra su área buscando con centros cruzados y pelotazos encontrar a Grecco y a Zagharian. Sin embargo la carencia absoluta de ideas para atacar del equipo de Adrogué facilitaron la tarea de los defensores Celestes que salvo por algún centro cruzado, no tuvieron mayores sobresaltos en toda la primera media hora del complemento.
El Celeste confiado se tiró demasiado atrás y si bien no tuvo que sufrir las consecuencias por esta táctica sufriendo llegadas a su propio arco, este retraso en el campo de juego le hizo perder protagonismo en ofensiva. Tanto Pajón como Nieto bajaron su rendimiento pues se paraban casi como marcadores de punta y era demasiado el recorrido que debían hacer para progresar en ataque.
Barrella mandó a la cancha al santafecino Gozzarelli y al chico que vino de Estudiantes, Maximiliano Núñez para darle aire al equipo de mitad de cancha hacia delante y tratar de aprovechar de mejor manera las contras. El rival con el correr de los minutos cada vez se regalaba mas en defensa y con jugadores rápidos y con claridad mental estaba todo dado para aumentar el marcador.
Seguramente habrá que verlo mas, pero los veinte minutos que jugó Núñez nos pareció que, desde lo técnico, es la mejor incorporación que hizo el Celeste hasta el momento. Buscando los espacios a espaldas del mediocampo visitante, el chiquitito ex Estudiantes enloqueció a toda la defensa de Brown. A los ’28 recibió un buen pase de Molina, encaró a un defensor y cuando toda la defensa salió al bulto a marcarlo, puso un pase perfecto para la entrada de Gozzarelli quien mano a mano con Bangert, tiró la gambeta larga para definir con derecha pero el arquero visitante lo enganchó y le cometió Penal. El mismo Gozzarelli con un remate al medio del arco, aumentó el marcador.
No pudo disfrutar demasiado tiempo el Celeste la ventaja de dos goles. Un centro errático desde la derecha sobre el área, la defensa que, por única vez en el partido queda desacomodada y el defensor Barbona descontó con fuerte remate al medio del arco.
Brown se fue con todo a buscar el empate pero, fue mucho mas peligroso el Celeste en la contra, que el visitante en su ataque ciego y sin mucho criterio. Un buen desborde de Molina por derecha encontró a Gozzarelli quien remató muy bien a la carrera y anticipando a su marcador. Bangert logró amortiguar el tiro pero cuando igual se metía un defensor la sacó en la línea. Poco después un remate de media distancia de Núñez salió pocos centímetros por arriba del travesaño. En el final, el visitante tuvo un par de borbollones en el área pero entre los defensores celestes y Crivelli, se encargaron de controlarlos.
Vamos a decir exactamente lo mismo que señalamos en los dos partidos anteriores. Falta mucho, y está claro que es un equipo en formación al cual el técnico todavía no le encontró la vuelta definitiva. Hay jugadores que están levantando su rendimiento, otros que tienen “chispazos” pero por momentos desaparecen del partido, y otros que todavía no han encontrado su lugar. El de hoy, sin dudas fue un paso adelante, tanto en lo futbolístico como en lo referente al resultado. No da para descorchar champagne, pero por lo menos para tener un poquito más de ilusión que este campeonato, puede ser mejor que lo previsto. Ojala así sea.
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