Morrone, cada día con menos crédito...

Si usted quiére saber cómo ganar una elección en un club por más del 75% de los votos y al cabo de poco más de un año después tener esa misma cantidad de socios en contra debe dirigirse a la oficina de la presidencia de Temperley: el contador Mauro Morrone tiene la respuesta. La gente le da la espalda al presidente que votó hace casi 15 meses. Y en la encuesta que realizó el Facebook "Temperley" sobre casi 150 votantes un 77% consideró que justamente Morrone es el responsable de la crisis institucional y futbolística que afronta el club hoy. No es un número para despreciar ni para mirar al costado...

El presidente fue el gran protagonista tras el pitazo final del árbitro Meineri. El hincha genuino, el socio, el que hace el sacrificio de pagar su platea, los abonos con precio de Nacional B o la cuota cada mes, se le fue al humo el último sábado. Le pidieron explicaciones a Morrone. Y, como siempre, no las dio. Más bien, Mauro, su vice Jeréz y su viejo Antonio Morrone se dedicaron a mirar de forma socarrona a los socios que estallaron con razón.

¿Porqué dejaron ir casi gratis a Luis López? ¿Porqué no dan respuestas ni escuchan a ninguna de las Agrupaciones? ¿Porqué no presentan documentos y avales que demuestren cada uno de los movimientos? ¿No habían prometido cuentas claras acaso? ¿Porqué se gobierna sin presupuesto? ¿Porqué siguen ninguneando a la Subcomisión de Obras? ¿Y el proyecto de inferiores? ¿No habían prometido un equipo con 5 o 6 refuerzos "de jerarquía" y no uno con 15 contratos "de afuera" por un año? ¿Y el proyecto de Tanucci para las inferiores? ¿Y los "cuatro años" de Dabrowski como DT, Manager y cabeza del fútbol del club? El socio, el hincha, el simpatizante exige explicaciones.

Hace poco más de dos meses, los socios participantes en la Asamblea Ordinaria le dijeron NO al tratamiento del balance (95 votos negativos contra 73 positivos) que presentó la Comisión Directiva por no haber pasado el mismo por todas las instancias de control pertinentes que figuran en el Estatuto. La votación se hizo de forma nominal siguiendo el orden de inscripción en el padrón para garantizar la transparencia que no tuvo el voto de la memoria que fue aprobada con el sistema de "levantar la mano", que hizo que muchos que votaron -llamativamente- se fueran luego de que se cambiase el sistema a "nominal" y de que Intercele filmase los rostros de cada uno de los votantes.

Luego de este hecho, los socios independientes y los principales referentes de las agrupaciones esperaban -o al menos intentaron imaginar- un cambio de actitud por parte de los dirigentes. Sin embargo, esto NUNCA ocurrió. Morrone siguió haciendo la suya, casi que se rió de las Agrupaciones en la última reunión programada con el fin de que la CD clarificara su gestión. ¿Lo peor? El viernes miró a un costado y no se hizo presente en la entrega que Gastón Aguirre -junto al grupo SCO- hizo de los más de 150 equipos deportivos para las inferiores. Claro, sabrá Morrone que para él las inferiores no son prioridad. Tal vez por eso dejó ir a un trabajador silencioso y ad-honorem como "Titi" Micozzi. O tal vez por eso dejó marchar a Adrián Tomassone y a Franco Morrone, quienes habían conseguido armar un presupuesto para el Fútbol Amateur luego de que la dirigencia no bajara ni un peso para los pibes...

Volviendo a los papeles. Los socios siguen esperándolos. Los documentos y las pruebas de demuestren cada uno de los movimientos de la gestión brillaron por su ausencia en la última reunión. Y, para colmo, la intención de "calmar a las fieras" con un equipo de punta le salió mal porque futbolísticamente se están viendo las consecuencias del desmanejo, de traer por traer, de sumar jugadores -por ejemplo Ciavarelli, M.Gimenez y Macalik- de un representante "amigo" (Cyterspiller, que compró los pases de S.López y Boaglio) sin tener aún definido quién iba a ser el DT. Para colmo, le pusieron una frutilla al papelón prestando a Luis López casi gratis al club Almirante Brown donde "Luisito" es el cuarto o quinto delantero y ni siquiera fue al banco...

Más allá de cómo marcha la cuestión de la pelotita, Morrone DEBERÁ dar explicaciones, TENDRÁ que convocar nuevamente a la Asamblea Ordinaria y seguro que SUFRIRÁ una vez más los cuestionamientos de los socios. Sí, los mismos socios cuya voluntad, cuyo mensaje de pedir una apertura a la dirigencia no fue escuchado; los mismos socios que quieren participar y sufren la mirada indiferente y socarrona de la actual dirigencia. Mientras, el plantel se hunde en los promedios y no tenemos certezas de cómo marchan las cuestiones económicas. Ojalá que -por el bien de Temperley- sepan tener la grandeza necesaria para dar un golpe de timón antes de que el Ticanic termine contra las rocas.