Con la ayuda de socios se reacondicionó las instalaciones y gracias a algunas donaciones los chicos concurren entre las 13 y las 15 para alimentarse y poder afrontar el entrenamiento, que el día de mañana los transformará en jugadores de la primera.
Elsa y Claudia, quienes preparan todo, nos cuentan que asisten a diario cerca de 50 chicos, que planean más adelante incluir la merienda aunque por razones que escapan a sus posibilidades no pueden brindar hoy día.
A pesar de ello, la comida en base a verduras, legumbres, pollo y carne -cuando pueden contar con ella o alguien dona- está preparado por un nutriocionista del club, que cuida de todo en este aspecto.
También nos cuentan que a pesar de todo faltan ciertas cosas que serían importantes en la alimentación diaria de los chicos, como lo es el pescado.
Nos indican que si bien hay ciertos chicos que tienen una dieta especialmente asignada para cuidarlos con la cuestión del peso, hay otros que, o bien por estar en una familia numerosa o viviendo solos, al contrario deben subirlo por lo cual ellas suelen darles un refuerzo y hasta una viandita para que recuperen y estén en igualdad de condición que el resto a la hora de entrenar.
De postre suelen dar gelatinas, flan o frutas, alternando los días para que no sea repetitivo.
Reciben ayuda de parte de Prensa del Club que da lo recaudado en los sorteos de camisetas que suelen realizar.
Se muestran contentas y los chicos también. Esto recién empieza y a pesar de que faltan cosas, se espera que con la ayuda de socios y no socios se pueda seguir creciendo en esto que puso otra vez en funcionamiento Temperley para los chicos.
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