Temperley, en un espantoso partido de futbol, perdió de local frente al Deportivo Español por un gol a cero. El Celeste, manteniendo el pobre nivel mostrado en los últimos partidos puso en evidencia que su posición actual en la tabla de posiciones, entre los últimos, no es casualidad, sino pura justicia. Sin criterio para jugar se perdió frente a un mediocre rival cuyo único mérito fue embocar un remate de Calabria y poco mas. Temperley, ni eso.
El árbitro Rapallini tuvo un arbitraje a tono con el partido: horrible. Lo único rescatable fue la hinchada Celeste que alentó los 90 minutos. Demasiado premio para un equipo que a lo largo del campeonato le dio poco y nada.
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