martes, 24 de julio de 2012

¿Que Busca un Dirigente cuando elige un Jugador? Los casos Rial, Frontini y los otros

A la hora de conformar un plantel de cara a un logro deportivo, hay aspectos esenciales que no pueden ser dejados de lado.

Al elegir inicialmente, se parte de las virtudes futbolísticas de cada jugador, pero una vez consideradas las mismas se avanza hacia otro tipo de cuestiones: Las pretensiones económicas, las cuales deben ser compatibles con el presupuesto del club, asimismo se evalúa la actualidad deportiva y física del jugador. Puede haber grandes jugadores, pero que sencillamente, no se los pueda pagar, o su pasado reciente, desaconseje su contratación, bien sea por un exceso de problemas físicos, o por baja condición futbolísticas con permanentes suplencias.

Cumplimentado todo lo anterior, el dirigente también debe fijarse en el aspecto humano. Un buen grupo solo es posible conformarlo con buenas personas.

Juan Pablo Rial, era desde lo deportivo, uno de los jugadores mejores considerados por la nueva dirigencia antes de asumir. Se opinaba que era claramente, uno de los "rescatables" dentro de un plantel que acababa de realizar una pésima campaña deportiva. Ayudaba a Rial en su permanencia, sin dudas, que en el plantel Celeste no abundan jugadores con sus características, de delantero que puede ir por afuera y jugar de media punta.

Es necesario recordar que a todos los jugadores y empleados de Temperley, no solo a Rial, el club les adeudaba, al 4 de Junio cuando asumió la nueva CD, cuatro meses de sueldo, mas los el 2do Aguinaldo 2011, y el 1er Aguinaldo 2012. Cinco meses de deuda en total. (casi 2 millones de pesos)  Tampoco es necesario repetir que los contratos hay que cumplirlos, y los trabajadores, deben cobrar por su trabajo. Sin embargo, quedaba bien claro que, quienes estaban tratando de empezar a cumplir, no eran los causantes de las deudas con Rial y el resto de sus compañeros. Casi todos y actuaron en consecuencia y comprendieron la situación, Rial no.

Los dirigentes se fueron sentando uno por uno con todos los que aceptaron negociar, con un mensaje claro, a medida que se iba cobrando (a partir de donaciones, aportes, anticipos de abonos de plateas etc.) se iba a ir repartiendo en forma equitativa  entre todos. Algunos jugadores, aceptaron un plan de pagos, otros incluso cedieron una parte de la deuda al club. Rial fue, por muy lejos, el mas conflictivo de todos. Pese a tener conciencia que quienes se sentaban frente a el a decirle que no se le podía pagar toda la deuda de cinco meses en un mes, sus respuestas siempre eran agresivas, desafiantes y hasta insultantes.

De no mediar estas actitudes, sin dudas que Juan Pablo Rial integraría hoy, incluso con un sueldo mejor al que tenía en la temporada pasada, el plantel Celeste como otros de sus ex compañeros. Pero a la hora de conformar un plantel, el dirigente debe también evaluar este tipo de cosas. Las malas personas, no pueden integrar un proyecto exitoso.

Es de esperarse que todos aquellos clubes que están evaluando incorporar a Rial, tomen este hecho como experiencia. Es un buen jugador, pero no esperen una buena persona. Y si tienen alguna duda, hablen con los actuales dirigentes del Club Temperley

Rial, Molina, Caballero Verdun y Frontini, al inhibir buscan cobrar el dinero que se les adeuda, y están en pleno derecho de reclamarlo. Sin embargo desvalorizan su calidad personal por haber tomado las actitudes que tomaron. En el caso de los dos primeros, se sentaron a negociar, aceptaron un plan de pagos y luego, suponemos que dolidos por haber quedado fuera del plantel, fueron por atrás e inhibieron. Los otros dos, ni quisieron sentarse con los dirigentes. No aceptaron reuniones y mandaron el mensaje que irían directamente a inhibir. Uno integró el plantel con el único mérito de formar parte de un "favor"  de los dirigentes anteriores a una persona, y el segundo es un caso mas grave aún, es el hijo del ex tesorero del club.

Dicho en otras palabras, el señor Frontini inhibe al club por deudas producidas por un desbalance financiero importante generado durante la gestión de su propio padre, encargado entre otras cosas, precisamente de evitar estas situaciones. El agravante a esta situación es que de no haber sido el hijo del tesorero, nadie, en su sano juicio, lo hubiera incorporado a un plantel profesional de fútbol. Mas que exigir que le paguen lo que le adeudan, Frontini debiera devolver lo que cobró en forma indebida y por acomodo.

El desbalance financiero del club, fue producido, entre muchas otras cosas por contrataciones de jugadores absolutamente innecesarios desde lo futbolistico como Caballero Verdun y Frontini.

Que cada uno juzgue estas actitudes como le parezca conveniente. Producen vergüenza ajena.

Finalmente, un hecho para destacar el resto de las personas que integraban ese plantel, cerca de cuarenta, incluyendo juveniles que cobraban viáticos, y miembros del cuerpo técnico, al igual que todos los empleados del club, han sabido entender la situación y sin ningún lugar a dudas, cobrarán en su momento y de acuerdo a lo negociado, las deudas que el club mantiene con ellos. Del mismo modo y al margen del dinero, se llevarán de Temperley algo que también tiene su valor, la consideración personal. Un activo que muchos desprecian, pero que a la corta o a la larga, cuando se carece de la misma, termina perjudicando en otros aspectos.

2 comentarios:

ANTONIO SENECA dijo...

EL HINCHA DEL CELE fue muy menospreciado por ciertos dirigentes de cuarta, es el caso del tesorero frontini, pusieron por sobretodas las cosas beneficios propios ya que frontini hijo no puede jugar ni de alcanza pelotas, ahi tenemos estos ex dirigentes ,ladrones de cuarta, mafiosos de peloteros, ignorantes,y mucha gente no c daba cuenta de la actitud de los ladrones,,,,,

Anónimo dijo...

La verdad que no se puede creer. Este tipo de gente existe y lamentablemente justo le toco a Temperley comprobarlo.
Pero igualmente tranquilos, el club saldrá adelante y estas lacras, la vida misma los llevará al fracaso. Porque eso es lo que son. FRACASADOS.

Abrazo y aguante Temperley