Comentario del partido entre Temperley 1 - All Boys 0 jugado el Martes 12 de Febrero de 2008 en el estadio Alfredo M. Beranger
Por fin se dio una.
Pasó mucho tiempo desde la última vez que la gente del Celeste pudo festejar un triunfo asi de importante. Se notaba en las caras de cada uno de los hinchas a la salida del partido que la conformidad no estaba solo en el resultado sino en las armas utilizadas. Es que Temperley planteó desde el vestuario un partido pensado desde lo táctico pero muy bien ejecutado por los jugadores, tanto en actitud como en virtudes futbolísticas.
Si tenemos que trazar un paralelo entre este partido con algún antecedente, sin dudas, nos tenemos que remitir al triunfo frente a Los Andes de la primera rueda. Solo en ese partido como en este pudimos ver un equipo tan concentrado los 90' minutos de juego, con tanta actitud para pelear cada pelota en todos los sectores de la cancha y con tanta seguridad para aprovechar las debilidades defensivas del rival.
Comencemos con las virtudes tácticas.
Se estaba enfrente del que hasta ahora es el mejor equipo del campeonato, por ende mas allá de la camiseta que se vista, no se podía salir a decir "Somos Temperley", y solo por eso los vamos a meter abajo de un arco. José Barrella planificó cada movimiento en función de las virtudes y los defectos del rival. Salomón con su velocidad se paró libre en el fondo, Virardi encimó a Solchaga y no lo dejó dar vuelta una sola vez, Sosa le ganó todo el partido a Scamporrino, Giannunzio no le perdió pisada a Zarate e incluso Quevedo quien no tuvo un buen partido con la pelota en los pies, fue importante tapando la subida de Grana, la habitual salida del Albo.
En ataque, el Celeste con Giannunzio y Pertot distribuyendo la pelota con criterio puso velocidad y precisión de la mano de Núñez e Impallari quienes anticiparon y volvieron locos a sus marcadores Panceri y Madeo.
En los primeros minutos el visitante trató de imponer su juego, de hecho a los '2 un remate desde afuera de Zarate fue despejado por Crivelli al corner, pero con el transcurrir del partido todo se fue emparejando y poco a poco fue el Celeste el que empezó a tener las llegadas mas peligrosas. Sendos remates, primero de Impallari, despejado por Cambiasso y luego de Michelli apenas alto fueron las luces de alerta. All Boys, con sus circuitos futbolísticos cortados, no atinaba a generar situaciones de peligro y el Celeste, con la velocidad de Núñez e Impallari complicaba.
A los 34' un desborde de Núñez por derecha superó al arquero por alto y Pertot, de cabeza desvió por centímetros. El gol estaba al caer.
Un error de Fayard en la salida fue aprovechado por Impallari a los 41' quien lo superó al 2' visitante en velocidad, enganchó hacia afuera y, cuando se imponía el centro atrás le pegó fuerte al primer palo de un sorprendido Cambiasso quien no pudo amortiguar el remate y terminó por introducir la pelota en su arco. Uno a cero y delirio en las tribunas.
Al minuto siguiente , en el único descuido defensivo importante del partido de Temperley, Sánchez por derecha casi empata, entró solo le pegó arriba y produjo una gran atajada de Crivelli.
El complemento comenzó con otro desborde de Núñez para otro cabezazo de Arístides Pertot, apenas alto por encima del horizontal.
All Boys iba con ocho jugadores pero sin ideas. De hecho, sus llegadas terminaban con centros a la olla, sin demasiado criterio. Sin embargo, la calidad de sus individualidades, casi le da el empate. Un remate de pelota parada de Zarate desde 40 metros se estrelló en el palo de un sorprendido Crivelli. Fue la mas clara del visitante.
Sin embargo, pese a esta jugada aislada, Temperley no sufría demasiado en defensa, el rival no podía entrar y sus ataques terminaban con remates de media distancia, todos controlados por un muy seguro Crivelli, o centros despejados con total seguridad por Virardi y Salomón.
El técnico Romero trató de cambiar la historia con cambios, mandó a la cancha a Martínez, Ramírez y Allende, sin embargo el visitante no pudo encontrar el juego. Si bien el Celeste ya no generaba contras peligrosas pues los generadores de futbol del local bajaron su nivel, tampoco sufría demasiado en defensa.
De hecho la siguiente llegada de All Boys fue recien a los 35' cuando otro envío frontal de Zarate fue peinado por Fayard y su cabezazo rozó el travesaño.
Barrella también fue haciendo cambios para oxigenar al equipo y mantener el resultado. Fue una estrategia peligrosa pues con un rival con los kilates de All Boys jugar cerca del área propia era riesgoso, sin embargo, nada podemos decir pues los cambios ayudaron a que el rival, no llegara mas.
De hecho, en la contra, Emiliano Impallari a los 45' estuvo a punto de convertir su segundo gol cuando un remate suyo fue bien contenido por Cambiasso. Fue el final, con un festejo como hacía mucho tiempo no veíamos en el Beranger, de hecho se volvieron a permitir los bombos y las banderas grandes, por ende el marco dio para una verdadera fiesta.
¿Triunfo Bisagra?, solo el tiempo lo dirá. Lo valioso de este partido es que los jugadores, y el cuerpo técnico demostraron a todos y principalmente a ellos mismos, que pueden jugar de igual a igual, e incluso superar a cualquiera.
La formula es sencilla y complicada a la vez: poner en cada partido de aquí al final del campeonato la misma actitud y el mismo futbol mostrado hoy. Si pueden repetirlo, seguramente podremos ver otro Temperley en esta etapa del torneo. Ojalá así sea.
Por fin se dio una.
Pasó mucho tiempo desde la última vez que la gente del Celeste pudo festejar un triunfo asi de importante. Se notaba en las caras de cada uno de los hinchas a la salida del partido que la conformidad no estaba solo en el resultado sino en las armas utilizadas. Es que Temperley planteó desde el vestuario un partido pensado desde lo táctico pero muy bien ejecutado por los jugadores, tanto en actitud como en virtudes futbolísticas.
Si tenemos que trazar un paralelo entre este partido con algún antecedente, sin dudas, nos tenemos que remitir al triunfo frente a Los Andes de la primera rueda. Solo en ese partido como en este pudimos ver un equipo tan concentrado los 90' minutos de juego, con tanta actitud para pelear cada pelota en todos los sectores de la cancha y con tanta seguridad para aprovechar las debilidades defensivas del rival.
Comencemos con las virtudes tácticas.
Se estaba enfrente del que hasta ahora es el mejor equipo del campeonato, por ende mas allá de la camiseta que se vista, no se podía salir a decir "Somos Temperley", y solo por eso los vamos a meter abajo de un arco. José Barrella planificó cada movimiento en función de las virtudes y los defectos del rival. Salomón con su velocidad se paró libre en el fondo, Virardi encimó a Solchaga y no lo dejó dar vuelta una sola vez, Sosa le ganó todo el partido a Scamporrino, Giannunzio no le perdió pisada a Zarate e incluso Quevedo quien no tuvo un buen partido con la pelota en los pies, fue importante tapando la subida de Grana, la habitual salida del Albo.
En ataque, el Celeste con Giannunzio y Pertot distribuyendo la pelota con criterio puso velocidad y precisión de la mano de Núñez e Impallari quienes anticiparon y volvieron locos a sus marcadores Panceri y Madeo.
En los primeros minutos el visitante trató de imponer su juego, de hecho a los '2 un remate desde afuera de Zarate fue despejado por Crivelli al corner, pero con el transcurrir del partido todo se fue emparejando y poco a poco fue el Celeste el que empezó a tener las llegadas mas peligrosas. Sendos remates, primero de Impallari, despejado por Cambiasso y luego de Michelli apenas alto fueron las luces de alerta. All Boys, con sus circuitos futbolísticos cortados, no atinaba a generar situaciones de peligro y el Celeste, con la velocidad de Núñez e Impallari complicaba.
A los 34' un desborde de Núñez por derecha superó al arquero por alto y Pertot, de cabeza desvió por centímetros. El gol estaba al caer.
Un error de Fayard en la salida fue aprovechado por Impallari a los 41' quien lo superó al 2' visitante en velocidad, enganchó hacia afuera y, cuando se imponía el centro atrás le pegó fuerte al primer palo de un sorprendido Cambiasso quien no pudo amortiguar el remate y terminó por introducir la pelota en su arco. Uno a cero y delirio en las tribunas.
Al minuto siguiente , en el único descuido defensivo importante del partido de Temperley, Sánchez por derecha casi empata, entró solo le pegó arriba y produjo una gran atajada de Crivelli.
El complemento comenzó con otro desborde de Núñez para otro cabezazo de Arístides Pertot, apenas alto por encima del horizontal.
All Boys iba con ocho jugadores pero sin ideas. De hecho, sus llegadas terminaban con centros a la olla, sin demasiado criterio. Sin embargo, la calidad de sus individualidades, casi le da el empate. Un remate de pelota parada de Zarate desde 40 metros se estrelló en el palo de un sorprendido Crivelli. Fue la mas clara del visitante.
Sin embargo, pese a esta jugada aislada, Temperley no sufría demasiado en defensa, el rival no podía entrar y sus ataques terminaban con remates de media distancia, todos controlados por un muy seguro Crivelli, o centros despejados con total seguridad por Virardi y Salomón.
El técnico Romero trató de cambiar la historia con cambios, mandó a la cancha a Martínez, Ramírez y Allende, sin embargo el visitante no pudo encontrar el juego. Si bien el Celeste ya no generaba contras peligrosas pues los generadores de futbol del local bajaron su nivel, tampoco sufría demasiado en defensa.
De hecho la siguiente llegada de All Boys fue recien a los 35' cuando otro envío frontal de Zarate fue peinado por Fayard y su cabezazo rozó el travesaño.
Barrella también fue haciendo cambios para oxigenar al equipo y mantener el resultado. Fue una estrategia peligrosa pues con un rival con los kilates de All Boys jugar cerca del área propia era riesgoso, sin embargo, nada podemos decir pues los cambios ayudaron a que el rival, no llegara mas.
De hecho, en la contra, Emiliano Impallari a los 45' estuvo a punto de convertir su segundo gol cuando un remate suyo fue bien contenido por Cambiasso. Fue el final, con un festejo como hacía mucho tiempo no veíamos en el Beranger, de hecho se volvieron a permitir los bombos y las banderas grandes, por ende el marco dio para una verdadera fiesta.
¿Triunfo Bisagra?, solo el tiempo lo dirá. Lo valioso de este partido es que los jugadores, y el cuerpo técnico demostraron a todos y principalmente a ellos mismos, que pueden jugar de igual a igual, e incluso superar a cualquiera.
La formula es sencilla y complicada a la vez: poner en cada partido de aquí al final del campeonato la misma actitud y el mismo futbol mostrado hoy. Si pueden repetirlo, seguramente podremos ver otro Temperley en esta etapa del torneo. Ojalá así sea.
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