Temperley sigue sin encontrar el rumbo y empató sin goles, esta tarde, con uno de los más pobres equipos de la categoría, Talleres de Remedios de Escalada.
El director técnico, José Barrella, dispuso cuatro modificaciones en el equipo inicial para tratar de cambiar la pobre imagen que había dejado, el sábado pasado, el conjunto celeste frente San Telmo.
Sin embargo, Temperley sólo dispuso de algunas situaciones de gol en el primer tiempo por impericia de la defensa local, principalmente una de Pablo Gozzarelli que salvó el arquero Juan Gambande con su pierna derecha, y nula capacidad ofensiva en el segundo.
El partido arrancó con el equipo visitante tratando de salir en busca del resultado en un campo decididamente en malas condiciones. Sin embargo, Temperley no logró crear situaciones por sí mismo ya que abusaba del pelotazo y de los centros frontales, pero contó con la colaboración involuntaria de la defensa local que se las ingenió para complicarse la vida ellos solos. Así fue como Pablo Ostakiewicz casi vence a su propio arquero, y como Gozzarelli e Impallari tuvieron sus chances bien resueltas por el uno local.
De Talleres, poco y nada, con un equipo que solo aspira a mantener la categoría, apenas inquietó al debutante Mendoza en alguna contra en la que Temperley quedó mal parado y en la que se puede destacar la voluntad de Giannunzio para desactivarlas.
Sí el primer tiempo del celeste fue pobre, el segundo fue aun peor. Ya que el conjunto local se paró unos metros más adelante y con el ingreso de Ayala tuvo alguna oportunidad de llevarse la victoria pero en una respondió bien el arquero celeste y en la otra la despilfarro el delantero Godoy.
El conjunto celeste se mostró, una vez más, con serios problemas en la zona de gestación y con poca capacidad para cambiar el rumbo de un partido. Temperley sumó un solo punto en los últimos dos partidos y, lo más preocupante, es que no logró imponerse a equipos que, a priori, navegaran por el fondo de la tabla.
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