sábado, 15 de septiembre de 2007

El Cero fue barato


A priori, y por lo estrictamente numerico se enfrentaban dos de los peores equipos del torneo. Tras lo visto esta tarde en el Parque San Martín ambas escuadras confirmaron, y con creces esta ubicación. El partido fue, lisa y llanamente una falta de respeto para el “Charro” José Manuel Moreno quien gallardamente bautiza este estadio.

No es posible realizar este comentario sin dejar de señalar que el piso no estaba, para nada apto para llevar a cabo un encuentro normal de fútbol. El Celeste manteniendo su estructura tactica básica de los ultimos partidos, haciendo ingresar a Sosa por Virardi y, mas sorpresivamente a Gozzarelli por Caballero.
El Celeste se paró en línea de tres, Rodríguez sobrando y Sosa y Ratto cada uno por su sector tratando de cubrir las subidas de los rivales. Pocos metros delante, otra línea de tres con Molina Giannunzio y Diaz. Nuñez buscando transformarse en enganche y los dos delanteros, dificultados por su tamaño en maniobrar luchando con los marcadores mas que jugando.
El partido, en la etapa inicial fue un concierto de errores, resbalones y pelotazos sin sentido. Pero, apenas se había jugado un minuto cuando Nieto, llega a tocar un centro cruzado y a punto estuvo de abrir el marcador.
Sin embargo esta situación fue un espejismo. El poco futbol de la mitad de la cancha de Temperley, sumado a que el terreno era poco a poco cada vez mas intransitable, hizo que las intenciones se transformaran en solo eso, sin concretar nada.
Cada defensor de los dos equipos procuraba, al igual que en el Rugby poner la pelota por alto al terreno del rival para que todos, en montonera corrieran hacia ese sector. Hemos visto jugadas mas dignas a las del mundial que estamos viendo por televisión desde Francia, que a las de un partido de Futbol.
En un par de minutos, Temperley, casi sin buscarlo demasiado, se encontró con dos situaciones de gol. Primero fue un buen pase de Núñez para Impallari quien quedó cara a cara con el arquero pero entre su propia indecisión y las limitaciones del terreno de juego no pudo definir. Un minuto después Gozzarelli, en su única acción positiva buscó de emboquillada el adelantamiento del arquero Cardozo pero se le fue un metro afuera..
Poco a poco Merlo con la fuerza de Leonel García y la movilidad de Avalo comenzó a prevalecer, pero entre la seguridad de Diego Rodríguez y alguna buena atajada de Mendoza, el rival no tenía demasiados argumentos para inquietar.
Un hecho a remarcar de la etapa inicial, fue la muy mala utilización de las pelotas paradas que hizo el Celeste, en este primer tiempo tuvo varios centros sobre el área muy mal ejecutados, en particular por Nieto, Núñez y Molina.
El segundo tiempo de Temperley fue espantoso
Frente al último de la tabla el equipo salió decididamente a salvar el puntito. Si bien se logró el objetivo, la actitud del equipo, su nivel de juego y su estructura futbolística fue lamentable.
Con el ingresado Nro 18 Albornoz con un poco mas de movilidad, y algo mas de Avalo, el local encerró durante casi todo el complemento a Temperley, le metió varias situaciones de riesgo y estuvo a punto de ganarle el partido. El Celeste jugó todo este tiempo, con sus volantes mas adelantados a setenta metros del arco y revoleando la pelota a cualquier parte como mejor argumento ofensivo.
El piso estaba cada vez peor, pero estaba peor para ambos equipos, y en actitud, mas allá de sus serias limitaciones, era evidente que el local quería ganar, mientras que el Celeste, salvar un punto como si esto fuera un argumento importante o un logro deportivo significativo. No se entiende demasiado.
Los ingresos del debutante Salomone, Quevedo y Maldonado no le aportaron al equipo nada muy distinto a lo de los jugadores que salieron.
El final fue un desahogo, casi un alivio para los pocos hinchas de Temperley entremezclados en la parcialidad local.
Los jugadores destacados en Temperley estuvieron en la línea defensiva, buena tarea de Diego Rodríguez, aceptable lo de Sosa y, mas allá de alguna salida en falso, fue solvente la tarea del arquero Mendoza. De mitad de cancha hacia delante: Nada de Nada, todo gris como la tarde.

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