Los hinchas le dan vuelta la cara

En el último partido como local -en la vuelta, tras varios meses, al Alfredo Beranger- los hinchas y socios de Temperley se manifestaron de una forma pacífica pero bien llamativa: dando vueltas sus banderas, invirtiéndolas, como emitiendo un claro mensaje de repudio hacia la directiva que los privó no sólo en varias oportunidades de ver a su equipo sino también -lo que es aún mucho más grave- de tener una Asamblea Ordinaria en tiempo y forma, como lo marca el Estatuto.

No faltaron los cánticos acordándose de la familia del presidente formal, claro está, pero la actitud de la gente todo el tiempo fue pacífica, como para no dar lugar a ningún tipo de maniobra que les impida seguir yendo a alentar a su equipo en las próximas fechas, más allá de los increíbles horarios en los que parece que tendrá que jugar Temperley durante este semestre.

Ahora, otra vez el presidente formal volvió a darle la espalda a la gente. Y permitió que el equipo juegue un lunes a las 17 horas cuando prácticamente toda la fecha se juega entre viernes y domingo. ¿La excusa? "El Coprosede no permite jugar de noche", dicen desde el entorno de Morrone. ¿La causa? Conocida por todos: las reiteradas denuncias del presidente formal por comentarios que significaron "amenazas" en el foro de Intercele o por una botella que supuestamente lo agredió ante Colegiales.

Los hinchas, mientras tanto, también le dan vuelta la cara. Y lo seguirán haciendo, a la espera de la Asamblea Ordinaria para demostrar que no son barras bravas todos los que quieren gente responsable al frente del Club Temperley, que no el delincuente quien pide las cuentas claras, quien solicita el cumplimiento de las normas y el respeto al asociado. Ya habrá tiempo para demostrar con el voto el repudio a esta gestión que ha hecho oídos sordos a tantos reclamos en casi dos años de gobierno. Ya habrá tiempo para repudiar la mentira de Finky, la mentira del "campeonato económico" sin balance, la de la "unión de toda la familia celeste" poniéndole el palo en la rueda a la SCO o a la Comisión del Centenario o la de "la etapa linda" luchando por no descender. Mientras, los hinchas le dan vuelta la cara con lo que nadie les puede quitar: sus banderas como insignia de pasión, pero también de protesta y señal de cambio.