Nos hemos referido en algunas notas anteriores, sobre la importancia que tiene para el Club Atlético Temperley contar con un proyecto de club, que nos permita, encolumnarnos todos detrás del mismo y comenzar a crecer.
Sin embargo, el concepto de “Proyecto”, para algunos puede sonar algo difuso, y entendemos perfectamente el motivo. El tema es que se ha utilizado, por muchas dirigencias pasadas y presentes este concepto, en la mayoría de los casos, sin soporte concreto.
Tener un proyecto, no es solo tener un objetivo, una idea, o una estimación sobre el rumbo que hay que tomar. Tener un proyecto, es mucho más que eso. Si por cada vez que alguien en nuestro club ha dicho “tengo un proyecto”, hubiera sido cierto, hoy estaríamos desde lo institucional y deportivo a la par del Barcelona.
Vamos a ejemplificar.
Una persona puede tener ganas de cambiar su auto, o el objetivo de hacerlo, sin plantearlo seriamente. Quien piensa así, no tiene un proyecto, solo emite una expresión de deseos y sus posibilidades de éxito son, en el mejor de los casos, fortuitas.
Cuando esa misma persona, hace cotizar su auto actual en una concesionaria, elije el auto que quiere comprar, y determina el modo en que va a pagarlo (cuotas, dinero ahorrado, ahorros futuros, etc.) el cual es racionalmente factible, claramente ha elaborado su proyecto y las posibilidades de lograr el objetivo, son mucho mayores.
Desde nuestro punto de vista, un Proyecto, para ser tomado como tal debe contar con tres elementos fundamentales:
1) El punto de partida
Es imprescindible para iniciar un Proyecto tener conocimiento cabal del punto de origen.
En el ejemplo del auto, la persona conoce el mismo cuando hace cotizar su vehículo actual y determina con exactitud la cantidad de dinero inicial que tiene disponible para encarar la compra.
Quien dice que “tiene un proyecto” sobre algo que no conoce, o sobre lo cual no tiene la más remota idea sobre la situación actual, miente o actúa en modo irresponsable.
2) El objetivo
La persona elije el auto que quiere. Este objetivo debe ser claro, concreto y factible. De nada sirve que una persona con un ingreso normal, aspire a comprar un Yate o un Jet Privado. Por más proyecto que tenga, si el objetivo es inalcanzable, nunca podrá lograr el mismo.
Del mismo modo el objetivo, no debiera ser, “seguir como estamos”. Durar en la misma situación.. Para motivarnos a seguirlo, el objetivo debe ser crecer hacia una situación mejor desde la cual arrancamos. De lo contrario, no estamos hablando de un Proyecto, sino de un plan de superviviencia.
Establecer un proyecto con objetivos difusos o inalcanzables, lleva irremediablemente al fracaso. Establecer un proyecto mediocre, sin objetivos ambiciosos, lleva al desanimo.
3) El Plan
Se debe establecer claramente el plan a partir del cual, se llega desde el punto de origen, al objetivo
Es sin dudas, la parte más importante del proyecto, su corazón. Conocemos el inicio, y a donde queremos llegar, ahora debemos determinar el camino que seguiremos.
En el ejemplo del auto, la persona sabe el dinero que tiene, conoce el dinero que necesita para comprar el auto que quiere, y luego averigua los planes de cuotas, las posibilidades de ahorro que tiene con su ingreso, y en función al factor tiempo, planifica como va de un punto, al otro.
El plan debe ser realista y factible. Debe estar sustentado en hechos concretos.
El plan debe tener un aspecto económico y un aspecto financiero. Debe contar con un Presupuesto, y un control día a día de ese presupuesto, para ir ajustando el plan a medida que se va ejecutando. Si el objetivo es muy ambicioso, y nuestras posibilidades de ingresos limitadas, el factor a corregir es el tiempo en el cual lograremos el objetivo.
Manejar un Proyecto sin plan ni presupuesto, es lo mismo que no manejarlo en absoluto.
Sin dudas que, un Proyecto para el Club Atlético Temperley es algo mucho más complejo que la simple decisión de comprar un auto, sin embargo, las bases para realizarlo, son exactamente las mismas.
Al fin de establecerlo, deberíamos conocer, con total transparencia la situación actual, consensuar entre todos los sectores del club los objetivos para cada uno de los sectores y funciones del club y luego, con los pies sobre la tierra decidir cuáles serán los procedimientos que llevaremos adelante para lograrlos.
Si nuestros objetivos, fueran muy ambiciosos, quizás haya que planificar el logro de los mismos a largo plazo, pero, la gran ventaja, es que una vez que todos acordemos un Proyecto, y todas las dirigencias vayan siguiendo el mismo, con el apoyo masivo de la gente, las posibilidades de éxito serán muy factibles.
Finalmente, un proyecto de club, debe tener como principal virtud, de principio a fin, su transparencia. Si pretendemos el apoyo de todos, debemos informar a todos.
No basta con decir “tenemos un proyecto”, es imprescindible que cada uno de los socios e hinchas , conozcan el proyecto del club, opinen sobre el mismo, y luego que se establezca, controlen su cumplimiento.
Si hay condicionales o imponderables que trastocan algún plan, también deben conocerlo.
No es posible pretender el apoyo de nadie a quien no se informa.
El Club Temperley necesita cuanto antes, contar con un Proyecto de Club, consensuado y factible. De todos nosotros depende.
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