sábado, 23 de agosto de 2008

Empate anímico

Comentario del partido entre Temperley 3 - Tristán Suárez 3 jugado el viernes 22 de agosto de 2008 en el Alfredo M. Beranger

Partido con emociones, situaciones cambiantes y muchas paradojas jugado anoche en el Beranger. La cantidad de goles se puede explicar desde el flojo partido que tuvieron ambos equipos a la hora de defender, la evolución del resultado en la efectividad inicial del visitante para cambiar por gol cada una de sus llegadas, mientras que el empate Celeste solo es posible explicarlo desde lo anímico. En el final, la actitud de un equipo para ir a buscar lo imposible contra la falta de actitud del otro, para dejarse empatar un partido que tenía ganado.
Fue un partido de paradojas. Los primeros veinte minutos de Temperley, desde lo estrictamente futbolístico fueron lo mejor del torneo hasta la fecha. Toque, circulación de pelota, volantes con cambio de ritmo, precisión para buscar la espalda de los defensores, desborde y muchas llegadas.
Bien González en los pases, mucha movilidad en los delanteros, cambio de ritmo en Cano y Carreira.
Solo faltó en gol que por muy poco no se pudo concretar. Un taco de Quiñonez apenas afuera tras un corner, dos situaciones en el área chica de Cérica, otra de Falczuk tapada por Gagliardo y varios centros en los que el arquero visitante pasó de largo dejando el arco libre sin poder aprovechar el Celeste estas oportunidades. Decimos paradojas porque pese a esta buena actuación, Tristán Suárez, en la primera que tuvo, facturó tiro libre desde la izquierda ejecutado por Villalba, anticipó Ercoli y Crivelli, con una reacción algo tardía, produjo la apertura del marcador. Cero - Uno, pero la gente alentaba porque el equipo transmitía mucho desde la cancha.
Sin embargo no fue posible sostener el intenso ritmo mas allá de los '25. A partir de los mismos, Orfila y Unyicio comenzaron a acomodarse mejor en la cancha y el Celeste, ya parado definitivamente en línea de tres con Cano como volante, regalaba la espalda de Avalos y dejaba a los delanteros rivales mano a mano con los defensores Celestes los cuales no pasaron una noche demasiado feliz. Primero fue Villalba de afuera que casi sorprende a Crivelli, luego fue Grecco quien, también de media distancia le sacó astillas al palo derecho Celeste. Tristán avisaba.
En el complemento, Temperley trató de presionar bien arriba para meter al rival en su arco, sin embargo en ese afán Avalos y Cano iban juntos pero mal escalonados y seguían regalando la espalda, Ratto tuvo un partido donde abundaron las distracciones, Moiraghi, alternaba buenas con malas y a Banegas no le daba la velocidad para llegar a cubrir el sector del campo que le tocaba. El Celeste iba, casi en forma suicida hacia adelante y el rival, simplemente aprovechando esta situación, convirtió dos goles en dos minutos, un desborde de Suigo por derecha, produjo el anticipo de Villalba para el dos a cero y luego, un desborde de Grecco por izquierda, para la entrada franca de Suigo para convertir el tres a cero.
Un partido de paradojas, decimos porque Ismael Villalba y Mauricio Suigo fueron jugadores del Celeste, y el DT que ahora gritaba sus goles de cara a la platea, fue quien decidió echarlos de Temperley.
Stagliano sacó a Gonzalez quien había perdido todo contacto con el balón y mandó a la cancha a Guevara, también hizo ingresar a Molina por un agotado Carreira. Fueron los peores minutos de Temperley en el partido. El visitante, manejaba los tiempos, estirando las lesiones, jugando para atrás y tocando la pelota hacia los costados. Era conmovedor ver la hinchada Celeste alentando un cero - tres y pidiendo "algo mas". Stagliano quemó las naves, sacó a Cano y mandó a la cancha a Luis López. Era matar o morir, arrimar el resultado o perder por goleada. Cualquier cosa podía suceder, pero sin dudas el equipo cumplió con el pedido. Le dio "algo mas" a la gente.
Volvemos a las paradojas. Cuando mejor jugó al fútbol Temperley en la etapa inicial, no pudo convertir goles. Tras la entrada de Lopez, los ataques del Celeste eran todos pelotazos para los tres delanteros que se debatían como leones peleando y llevándose todo por delante. No había sistema de juego, ni pases, ni nada. Empuje, garra y presión. De esta manera, a quince del final, Luis López peleó una pelota en el área Mussón de manera algo innecesaria lo tomó de un brazo y Alvarez marcó el penal. Guevara con tranquilidad y solvencia, lo cambió por gol.
Debemos ser honestos, en ese momento pensamos "el del honor". Veiamos al equipo muy ciego como para poder volcar la balanza. Solo la hinchada creía pues el aliento se redoblaba.
Pero, no contábamos con otro aspecto cambiante. Tras el descuento Celeste, Tristán Suárez perdió la línea. La salida de Suigo, lesionado, y de Orfila, suponemos que también lesionado o agotado, de lo contrario no se entiende su salida, sumado al gol le quitó al rival todo respaldo anímico y Temperley con la fuerza y el empuje de Falczuk (tres pulmones hoy, el ex Morón), Cerica y Lopez, comenzó a pelotearlo y a generarle situaciones de gol.
A los 35, entre Molina y Falczuk ganaronla pelota por derecha, centro del delantero para que Luis Lopez, anticipara a todos y de cabeza convirtiera el segundo gol.
La cancha parecía inclinada y el pánico escenico de los visitantes, creciente. Solo la fortuna y Gagliardo sostenían el resultado. Un remate de López se estrelló en el palo haciendo carambola con el cuerpo del arquero, luego otro remate de Quiñonez fue descolgado milagrosamente por Gagliardo de un ángulo.
Faltando dos minutos el enésimo pelotazo frontal no pudo ser despejado por la atemorizada defensa del Lechero, la guapeó Luis López generando un rebote y a tres metros del arco, Cristian Quiñonez rompió el arco. Tres a tres y delirio. Pero Temperley no se conformó y fue por mas.
El partido se hizo de ida y vuelta pues Tristán intentó salir. Dos cierres al límite de la defensa Celeste salvaron sendas situaciones de riesgo, pero en el último minuto de descuento un grueso error defensivo de Passarelli dejó a Cerica de cara al arco. El "9" Celeste corrió 30 metros y mano a mano no pudo definir siendo tapado su remate por Gagliardo, quien terminó siendo pese a sus dudas en los centros, la figura de su equipo. Hubiera sido la frutilla del postre.
Mas frios, y a la hora del balance, podemos definir la actuación del equipo en tres frases, mal en lo defensivo, bien en lo ofensivo y perfecto en lo anímico.
Muchas cosas a corregir en la última línea. El equipo con Cano parado de "4" muestra solidez, pero cuando el ex Defensores se suelta, la defensa se desorienta y deja demasiados espacios. Es cierto que Cano de volante le da mas futbol a la mitad de la cancha, pero hay que buscar un balance.
En ofensiva, el camino es tratar de repetir la actuación de los primeros 20 minutos Con la contundencia que sin dudas Bazán Vera le puede dar, pero demostrando que todos los ataques no deben ser un pelotazo a la cabeza del "9".
El corazón de este equipo, hoy espectacular, mostrando que no se dio por perdido un partido cuando desde toda lógica lo estaba.

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