miércoles, 6 de agosto de 2008

Desde el vestuario

Comentario del partido entre Temperley 2 - Deportivo Español 1 jugado en el Beranger el Martes 5 de Agosto de 2008 a las 21:00 Hrs.

Festejo y desahogo al final del partido eran las sensaciones que se entremezclaban en los numerosos hinchas Celestes que coparon el Beranger. Festejo pues, Temperley ganó su segundo partido en el torneo en sendas presentaciones. Seis puntos y en inicio es puntero, y no es poco. Desahogo pues fue un partido muy sufrido y con un trámite, en particular en la etapa inicial, favorable al visitante.

El Celeste arrancaba el partido con una baja importante. En la semana, una carga muscular había dejado de lado a una de las figuras del partido inicial, el volante central Adrián Avalos, su reemplazante, Jorge Walter Molina, no había tenido buenas actuaciones en esa posición y por ende el funcionamiento del equipo presentaba una incógnita. No se había jugado un minuto cuando la pelota fue de izquierda a derecha, por donde Quevedo intentó un desborde, hizo el pase atrás y Molina, con un fuerte remate al primer palo de afuera del área, con la colaboración de la débil resistencia del arquero Coloca abrió el marcador. Nada había pasado Temperley ganaba uno a cero.
Fue extraño, pero la ventaja, en lugar de golpear a Español, pareció confundir al Celeste. A partir del mismo se entró en una nebulosa futbolística de la cual no fue posible salir en el resto de la etapa inicial. En esta oportunidad no hubo un sector de la cancha que se salvara del bache. La zaga central, puntal de la victoria en Morón, dudaba en cada pelotazo frontal de los visitantes, se chocaban entre ellos y pasaban de largo, los laterales eran desbordados con facilidad, el medio no paraba a nadie, y aquellos que debían manejar la pelota no podían dar dos pases seguidos. En ofensiva, Bazán Vera ganaba todo lo que le tiraban de arriba, pero no tuvo colaboración.

Apenas podemos destacar una jugada anulada en forma dudosa por off side donde Molina puso un preciso centro para el "9" Celeste que cabeceó apenas desviado. Fuera de esto, todo fue del "Gallego".

El volante central, Martínez, parecía tener un imán, pues todas las pelotas terminaban en sus pies, Brienza, Esquivel y Arco, con mucha movilidad escapaban fácilmente a la marca de los volantes Celestes y manejaban la pelota a su antojo. La pelota iba y venía a voluntad entre los jugadores Rojos. En las escasas oportunidades en las que el Celeste podía recuperar el balón el pase era a un contrario, o un pelotazo a dividir casi sin destino cierto.

La única asignatura pendiente del visitante en esa etapa inicial en la cual redondeó un muy buen partido, fue la definición. Afortunadamente para Temperley, los volantes y delanteros visitantes desperdiciaron cuanta chance generaron, en particular cuatro muy claras: Un cabezazo de Esquivel, solo, salió por encima del horizontal tras un centro de Minici, una mala salida de Crivelli fue anticipada por Peralta de cabeza, y salió apenas afuera, y en el final dos llegadas de Soriano, primero una media vuelta que salió lamiendo el palo y un mano a mano tapado por Crivelli que lo atoró bien pudieron haber empatado el partido.

El trámite era muy favorable al visitante, pero al vestuario fueron con el Celeste un gol arriba.

El inicio del complemento fue exactamente igual a la etapa inicial, nada había sucedido cuando Walter Molina, anticipó muy bien en la mitad de la cancha, cedió para Bazán Vera quien de primera alargó hacia la izquierda para Quiñonez.

El ex jugador del Deportivo, le ganó muy fácil en la carrera al defensor mas flojo del visitante, Machado y en el mano a mano frente a Coloca, definió muy bien. Dos a cero, nuevamente desde el vestuario.

El visitante se vino nuevamente con todo y generó dos chances claras, primero un pase de Martínez para Soriano, lo puso mano a mano con Crivelli y en esta, ganó muy bien el arquero Celeste. En la segunda, Minici le ganó la espalda a Carreira por izquierda, lanzó un centro y Soriano, una vez, definió bien de cabeza, cruzando el envío y descontando el marcador.

Al inicio del complemento Stagliano, visiblemente molesto por el trámite del partido, sacó a un inexpresivo Guevara y puso a Pablo González, quien se paró como enganche, pasando Juan Quevedo como delantero por derecha.

Si bien no fue brillante, ni mucho menos, lo de González, su ingreso hizo que el Celeste manejara mejor la pelota, se comenzaran a dar dos pases seguidos y las llegadas empezaron a ser mas repartidas. Se afirmaron un poco mas Banegas y Moiraghi, y el Celeste, de contra tuvo dos muy claras.

A Bazán Vera le habían cobrado varias posiciones adelantadas, casi al límite. Pero en el enésimo pelotazo, sobre los '13 González lo encontró solo, los zagueros visitantes se confiaron y el goleador quedó mano a mano. Su definición fue por arriba de la cabeza de la desesperada salida de Coloca y tras picar en la puerta del arco, salió apenas desviado.

Los cambios y las infracciones hicieron muy cortado el final del partido. Español seguía manejando mejor la pelota de la mano de Martínez y el ingresado Calabria, pero sus defensores jugaban al límite, las llegadas ya no eran tan claras como en la etapa inicial y si el Celeste hubiera acertado uno de los tantos pelotazos para el ingresado Falczuk, el partido pudo haberse definido antes.

Tres puntos importantes, en un trámite de partido que en otro tipo de campaña, sin dudas, hubiera sido otro el resultado.

Suponemos que Vicente Stagliano debe estar feliz por el resultado, pero preocupado por algunas actuaciones individuales, y en especial por el funcionamiento colectivo del equipo. es bueno ganar, es bueno ser contundente, pero para poder aspirar a mantener la posición de privilegio, es mucho lo que se debe mejorar.

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