sábado, 29 de agosto de 2009

Crivelli fue la clave del empate ante Atlanta

Temperley puede descansar tranquilo: tiene al mejor arquero de la divisional. No sólo eso. Federico Crivelli cuenta con la categoría suficiente para jugar en la máxima categoría del ascenso o, incluso, en Primera División. En el adelantado de la segunda fecha, mostró durante todo el partido ante Atlanta solvencia, tranquilidad y jerarquía para hacer fáciles las complicadas. Pero lo mejor lo aportó en el momento decisivo del encuentro, en el epílogo, cuando con el equipo cansado y perdido tapó tres pelotas impresionantes, la mejor de todas a Miguel González al volar para sacarla de un ángulo con su mano izquierda. Así, gracias a su capitán el Celeste se trajo un punto de Villa Crespo y no se volvió al sur con las manos vacías.

El inicio del partidito fue dinámico, de ida y vuelta, con mayor tenencia de pelota por parte de los dueños de casa, que buscaban aprovechar todo el ancho de la cancha desde el buen manejo de Leandro Guzmán, Raúl Quiroga y González. Pero el Gasolero también tenía claras intenciones de protagonismo. Firme, bien parado atrás y sin replegarse en su campo, el conjunto de Vivaldo buscaba imponer sus condiciones desde un manejo de pelota dinámico y vertical que le permitiese jugar lejos de Crivelli.

Con el correr de los minutos, la paridad en el trámite del partido apareció mucho más ligada a la irregularidad que a los méritos propios. Temperley no lograba consolidarse en la mediacancha por no tener a Sergio López en un nivel similar al que había mostrado ante Comunicaciones; parado de doble cinco junto a Luis Funes, esa posición más retrasada lo tuvo lejos de su mejor versión. De otro lado, el Bohemio pretendía alternativas desde el enroque de posiciones entre Guzmán y González, que se alternaban por derecha y por el centro, pero no lograban perforar la línea de fondo celeste, que volvió a tener como puntal a Hernán Pagés.

El agobiante calor hizo que el complemento tuviese incluso menor nivel futbolístico que el discreto primer tiempo, lo que terminó por ofrecer un partido malo y sin goles. Sin poder vulnerar a su adversario, los dos equipos entendieron esa vieja máxima futbolística que reza que cuando no se puede ganar bueno es no perder. Ambos técnicos también lo entendieron así, lo cual quedó plasmado cuando a los 25 minutos de esa segunda mitad, Claudio Nigretti mandó a la cancha a Leandro Álvarez en lugar de Pablo Silva y conformó una línea de cuatro al retrazar a Gastón Lolli. Vivaldo respondió como en un juego de ajedrez al reemplazar a Luis López por Jesús Díaz. Antes, a los 59 minutos de juego, el "Flaco" había hecho ingresar a Matías Urzino en lugar de Emanuel Carreira.

La intrascendencia futbolística dominó el encuentro hasta que el local se encontró sobre el final con las mejores situaciones de gol, pero chocó contra la figura del partido, Federico Crivelli. Por lo hecho durante todo el partido, la victoria hubiese sido demasiado premio para Atlanta y un castigo injusto para el Temperley.

Las igualdades suelen dejar más conforme a uno que a otro. En este caso, dado que el Bohemio venía de caer en su primer partido, que el Celeste había arrancado con victoria y por las atajadas del número 1 gasolero, la igualdad tuvo mejor sabor para los del sur.

ATLANTA: Rodrigo Llinás (5); Carlos Izquierdoz (6), Carlos Arancibia (5), Juan Segovia (5); Gastón Lolli (5), Guido Rutili (4), Miguel González (7), Pablo Silva (4) (70´ Leandro Álvarez); Leandro Guzmán (6), Raúl Quiroga (6) (78´ Martín Palisi); Leandro Martínez (4) (64´Martino).
DT: Claudio Nigretti.

TEMPERLEY: Federico Crivelli (8); Víctor Guiñazú (4), Tomás Farina (5), Hernán Pagés (6), Denis Castro (5); Emanuel Carreira (5) (59´ Urzino (4)), Luis Funes (5), Sergio López (4), Cristian Quiñónez (6); Eduardo Bustos Montoya (5) (69´ Prado) y Luis López (5) (73´ Jesús Díaz).
DT: Jorge Vivaldo.

Amonestados: Llinás y Rutili (A). Guñazú, Farina y Funes (T)
Estadio: León Kolbowski.
Árbitro: Diego Ceballos.

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