viernes, 20 de abril de 2007

"No sé más qué hacer. No le encuentro salida a esta situación, prefiero dar un paso al costado"

Palabras más, palabras menos, así se dirigió Ricardo Zielinski a los dirigentes de Temperley en un vestuario sumamente caldeado por la derrota categórica ante Talleres por 4 a 1. Los goles de Lececce (29'), Martínez Mosquera (30' y 53') y Marrone (65') desataron la locura, la euforia de varios hinchas que -descontrolados- quisieron entrar al vestuario al grito de "que se vayan todos, que no quede, ni uno sólo".
De poco sirvió el descuento de Pablo Caballero (a los 49'). El Gasolero fue superado por un rival que, desde los nombres, no tiene más calidad pero que dentro de la cancha tuvo una actitud bien distinta a la del conjunto celeste. Talleres fue amo y señor del partido, manejó el trámite a voluntad, se dio el gusto de vapulear a Temperley en el mismísimo Beranger y lo dejó sin entrenador.
No era para menos. El Cele sumó una nueva frustración y redujo sus ilusiones de ingresar al Reducido. Es que, con la derrota de anoche, Temperley quedó 20mo en la tabla del Clausura mientras que se ubica 16to en la acumulada con 43 unidades (está a 4 de San Telmo). Claro, la hazaña es posible desde lo numérico porque quedan 18 puntos en juego pero parece lejana si el equipo -como en varias ocasiones en esta temporada- parece un cadaver futbolístico que deambula dentro de un campo de juego.
"No se puede creer lo que pasó Ricardo", tiró un dirigente en su ingreso al vestuario. Y Zielinski, más pálido que el equipo, contestó: "No sé más qué hacer. No le encuentro salida a esta situación y prefiero dar un paso al costado". Ahí, por primera vez, hubo un manto de silencio en un vestuario repleto de furia.
Ojo, que no se malentienda, porque más allá del penoso presente futbolístico del equipo nada justifica la actitud de los violentos que ingresaron al vestuario por la puerta de la Avenida 9 de Julio dispuesto a agredir a los integrantes del plantel. Lo repetimos: la culpa no es del chancho sino de quién le da de comer. Y ahora son los directivos los que tendrán que responder por una temporada en la que volvieron a pifiarle feo a la hora de la toma de decisiones...
Ahora se vendrán días importantes para decidir los pasos a seguir. ¿Quién se hará cargo del equipo? ¿Otra vez Walter Céspedes? Parece dificil, más teniendo en cuenta que fue él quien comenzó dirigiendo al equipo en esta temporada llena de frustraciones. Por lo pronto, el plantel tendra el día libre. Habrá que esperar...

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