lunes, 23 de abril de 2007

¡Al fin un buen Ratto!

...Y un día Temperley volvió al triunfo. Claro, siempre de la mano del sufrimiento -sino, no vale para el Cele- que le ganó bien a El Porvenir en Gerli porque fue oportuno, porque tuvo actitud en todo momento y porque supo aguantar el 3-2 final con dos hombres menos debido a las expulsiones de Rodrigo Salomón y Lucas Abraham.
El defensor Rubén Ratto, autor del segundo gol del Gasolero -que puso las cosas 2-1 a los 12' del PT-, destacó "la importancia de volver a ganar en un momento complicado como el que está pasando el equipo". Y agregó: "Una vez teníamos que ligar, porque no siempre hay que bailar al rival para ganar. Esta vez pegamos en los momentos justos, dejamos el alma dentro de la cancha y supimos resistir sobre el final cuando se complicó por la inferioridad numérica".
Temperley cortó una racha de cuatro partidos sin victorias que, en el marco de una campaña pobre, propició la renuncia del entrenador Ricardo Zielinski. Y en el debut de José Barrella como comandante interino del barco hubo valentía, coraje e inteligencia para no volver a naufragar por las aguas de la derrota.
"Teníamos que ganar, como sea. Y por suerte lo conseguimos. Ahora tenemos que trabajar más duro que nunca para seguir por este camino, para seguir sumando de a tres y dar pelea por entrar al Reducido que es lo que, como mínimo, se merece toda la gente que nos sigue", tiró el cordobés.
En la tabla acumulada el Gasolero tiene 46 puntos, tres menos que el último clasificado -Brown de Adrogué- que suma 49 al igual que Social Español. Y a falta de 5 fechas al Cele le queda el siguiente fixture por delante: Deportivo Morón (L), Central Córdoba (V), Estudiantes de Buenos Aires (L), Brown de Adrogué (L) y Los Andes (V).
"Todos los partidos que se vienen son finales en las que tendremos que sumar la mayor cantidad de puntos posible para clasificar. Estamos vivos, tenemos confianza y vamos a dejar la vida por conseguirlo", prometió Ratto.
El sprint final de partidos determinará si el Cele puede meterse en la discusión por una promoción con un equipo del Nacional B o si, otra vez, se queda rápido con las manos vacías. Por lo menos, después de la marea rusa, un triunfo trae algo de calma...

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