Un año atrás un plantel y un cuerpo técnico demostraron en cancha de Ferro no ser merecedores de vestir la camiseta celeste, algunos jugadores se fueron como lo merecían, sin pena ni gloria, por la puerta chiquita. Hoy sucedió algo parecido, Temperley perdió de local frente a Talleres por cuatro goles a uno, en un partido en el cual el resultado y la circunstancia lo dice todo. Las posibilidades de pelear por algo son nulas.
Este grupo de jugadores, deberá en lo que queda del torneo, al menos, tratar de recuperar un poco de dignidad antes de, merecidamente, abandonar nuestro club y no vestir nunca mas esta camiseta.
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