Tras su gran actuación en el clásico ante Los Andes, el "Cabezón" Medina no pierde los estribos. Y piensa en lo que viene con los pies bien anclados sobre la tierra. "Me debía una actuación así, fue una revancha por lo que me tocó vivir en el anterior clásico como local; pero tengo que esforzarme para seguir mejorando", comentó el "uno".
Una, dos, tres, cuatro, cinco, seis y hasta siete situaciones claras de gol tuvo Los Andes ante Temperley el último sábado en el Beranger pero el partido terminó 0-0 por un actor protagónico que se robó la película del clásico: el arquero Alejandro Medina.
"No hicimos un buen partido, pero los clásicos no se pueden perder. No le dimos a la gente la alegría que necesitábamos, a ellos que coparon la cancha, pero estamos tranquilos porque seguimos sumando y el equipo está bien", empezó el "Cabezón" en diálogo con este medio.
Medina, de 25 años, es surgido de la cantera del "Cele" y desde la partida de Federico Crivelli se ha afianzado de a poquito en el puesto. En los últimos partidos, no sólo en el derby, ha mostrado más solidez y más decisión en pelotas importantes.
"El puesto de arquero tiene estas cosas. Para mi fue una revancha, me sentía responsable de la última derrota como local, esta vez pude darle una buena al equipo. Yo se que este oficio de atajar no permite equivocaciones, si un volante da mal un pase quizá no pasa nada, pero si el arquero se equivoca muchas veces es gol", comentó Alejandro. Y agregó: "Cuando me salen mal las cosas seguro van a criticar y cuando salve algunas pelotas difíciles me elogiarán, no hay muchos grises en este puesto, tengo que acostumbrarme a vivir con eso y mejorar para ser cada día mejor".
Temperley tiene la cabeza puesta en el partido del sábado, a las 16, ante Acassuso. "No nos gusta no ganar, pero tampoco el clásico se podía perder. Tenemos que mejorar en algunas cuestiones, pero lo vamos a hacer porque estamos bien. Vienen dos partidos en los que hay que sumar y tratar de ganarlos", remarcó.
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