domingo, 25 de marzo de 2012

El síndrome de la victoria parcial

Tal como le ocurrió ante Estudiantes de Buenos Aires y Brown de Adrogué, el "Cele" comenzó el partido ante Acassuso en ventaja (es más, estuvo arriba dos veces) pero mostró nuevamente los síntomas de la enfermedad que lo persigue y no lo deja despegar: falta de personalidad, oficio y determinación para ganar partidos importantes. Así, tras el 2-2, sigue anclado entre los de abajo y sólo habrá que pensar en cerrar la temporada buscando sumar la mayor cantidad de puntos posibles para zafar y para no comenzar la 2012/13 en terapia intensiva.

"Tengo un plantel corto en experiencia", decía Bianco hace dos semanas en relación a la plantilla que -por ejemplo- tiene Estudiantes de Buenos Aires, uno de los animadores del Torneo que supo ir perdiendo dos veces ante Temperley pero que terminó imponiendo su superioridad en el marcador, para ganar 4-2 y seguir al acecho en la B Metropolitana.
"A veces se aceleran, les cuesta manejar la ansiedad", decía el DT en relación a los partidos que -con un hombre de más- el "Cele" no supo capitalizar: léase derrota ante Lamadrid en Devoto y empate en condición de local frente a Brown de Adrogué.
Bianco está preocupado, claro está. Su equipo ha entrado en una pendiente peligrosa, ha mostrado un rendimiento decreciente que inquieta a hinchas, dirigentes y a quienes seguimos al club informando fieles al sentimiento. Apenas 3 puntos de los últimos 12 posibles han puesto a Temperley en una situación nuevamente límite, más teniendo en cuenta la incipiente levantada de Italiano (que tiene dos partidos menos) y el último triunfo de San Telmo, rival dentro de dos semanas. Atenúa la situación la irregularidad de Lamadrid y la pobrísima campaña del Tristán de Jorge Vivaldo, que hoy tiene un punto menos que el "Gasolero" en los promedios.
Ayer el "Cele" mostró a un Campodónico en sintonía con su pasado: inteligente, participativo, pícaro para pivotear y hacer jugar pero -paradójicamente- el "Talismán" se encontró con niveles bajísimos de varios de sus compañeros. Mariano marcó el 1-0 a los 2' luego de una linda combinación con Marclay, para terminar con un remate implacable para Ruhl.
Sin embargo, la alegría duró poco porque Acassuso mostró buena circulación en el medio y sobre todo de la mano de Gustavo Sever se hizo dueño del control de la pelota. Así, a los 13' llegó el empate cuando luego de una buena maniobra del pibe Braian Romero por derecha (este chiquito estuvo imparable toda la tarde y fue una pesadilla para Molina) llegó justamente Sever por el segundo palo para definir.
A los 28' nuevamente Romero trajo dolores de cabeza cuando entró al área y dejó gateando a Medina con sus gambetas, pero la defensa respondió justito con "Pancho" Martínez sacándola del área chica. Temperley respondió con dos: un disparo desviado de Teijeira a los 30' y un lindo cabezazo de Manzanares que tapó Ruhl a los 31'. La tercera fue la vencida: a los 42' Campodónico asistió bien a Teijeira -que entró al área por izquierda- y el zurdazo del "Narigón" se clavó contra el segundo palo de Ruhl. Sí, 2-1 para Temperley. Una ventaja hasta inmerecida por lo que se había visto en el desarrollo, pero estábamos felices y con la ilusión de que esta vez el equipo supiera jugar con condiciones favorables.
Pero claro, esto nunca ocurrió. El segundo tiempo fue practicamente un monólogo de los dirigidos por "Cachín" Blanco. Bianco buscó aire fresco con los ingresos de Souto por Keosseián (lesionado), Campomar por Marclay (es inexplicable como Rial ni siquiera va al banco) y Luis López por Campodónico. Sin embargo, ninguno de los tres entró bien en el partido. Y con las variantes se diluyó lo poco bueno que se había visto en la primera etapa.
Acassuso avisó dos veces antes de llegar al empate: primero a los 14' con un remate pifiado de Pumpido y luego a los 20' con una linda apilada de Cigno donde se las ingenió para sacar un peligroso remate ante la marca de 4 defensores. La jugada siguiente fue la que definió la historia. Y con polémica. Ignacio Lupani vio penal en una jugada donde la pelota dio en el rostro de Teijeira y queda la duda de si el chico se cubrió o no con su mano...
Lo cierto es que a los 27' Sever eligió el palo izquierdo de Medina, que voló hacia su derecha. Y fue 2-2 nomás. ¿Lo peor? Nunca hubo reacción. Y a los 32' Medina salvó el punto tapándole el triunfo a Romero. El equipo transmitió la sensación de haberse nublado por completo tras el 2-1 y mucho más después del empate. Tan sólo quedaba esperar que Lupani terminara el partido para al menos no irse con las manos vacías.
La actitud es para analizar. Estas cosas no le ocurren a Temperley desde la era Bianco, ni siquiera desde la etapa Duró o Adrover, el "Cele" viene siendo un equipo falto de personalidad hace varias temporadas (basta recordar los periodos de Barrella o Vivaldo, por citar algunos ejemplos) y cada vez que tiene que ganar para despegar no lo hace. Claro, ahora con el agravante de manejar un presupuesto que está claramente por arriba de los 300 mil pesos. En aquellas épocas la billetera era un poco más austera. En fin, a dar vuelta la página y a buscar triunfos frente a Flandria y San Telmo, si no queremos que nos tape el agua otra vez.


Acassuso (2) : Gustavo Ruhl; Fernando Cigno, Patricio Grgona, Emanuel Pedreira, Rodrigo Chao; Federico Iñiguez, Lucas Mazulli, Braian Romero; Gustavo Sever; Facundo Pumpido y Sebastián Cobelli (45' Canario)
DT: Oscar Blanco

Temperley (2): Medina, Guiñazú, Manzanares, Martínez, Molina, Carreira, Keoseian (63’ Souto), González, Teijeira; Marclay (73’Campomar) Campodónico (67’López)
DT: José María Bianco

Goles: 1’Campodónico (T), Sever (A), 41’Teijeira (T), 72’Sever (de penal; A)
Amonestados: Pedreira y Canario (A); Teijeira (T)
Árbitro: Ignacio Lupani

1 comentario:

JORGE CORONEL dijo...

en una parte hablan de billetera austera, para su informacion querido periodista los pibes de temperley ganaban no mas de 2000 pesos por mes , por favor digan la verdad , ahora ganan fortuna y son tal cual o peor que los pibes que dejaron libres, les estan regalando plata , son un desastre