El pasado viernes fuimos testigos de una situación por demás absurda. El partido entre Temperley y Acasusso tuvo una de las concurrencias mas bajas en el Beranger de los últimos tiempos. ¿Las razones?, casi todas estimables. La baja producción futbolística del equipo, la posición sin expectativas que ocupa en la tabla de posiciones, un rival que no motiva por nada en particular y el día y horario del partido, por lo menos inconveniente para mucha gente que trabaja en el centro de la Ciudad. A todo esto, debemos sumarle situaciones agravantes, como la lluvia de toda la tarde, la amenaza en los pronósticos que en la noche iba a seguir lloviendo, la baja temperatura para la época etc. Lo cierto es que había muy poca gente para lo que, habitualmente, lleva Temperley de local, incluso en medio de campañas futbolísticas mediocres como esta.
Dado que alguna vez tuvimos la responsabilidad de pagarlos, conocemos muy bien todos los gastos que representa abrir un estadio, con el agravante que ahora con la Iluminación también hay que pagar el alquiler del grupo electrógeno. Sin conocer los números en detalle, suponemos que el Club el viernes por la noche debe haber perdido entre $ 3.000 y $ 6.000. Mucho más con el bendito tema de la Policía y su “Servicio de Seguridad”.
Muchas han sido la veces que desde esta sección o sus antecesoras hemos sostenido que uno de los problemas de base para resolver el tema de la Violencia en el Fútbol era cambiar el criterio por el cual para la Policía prestar servicio en los estadios es mucho mas un negocio que una cuestión de seguridad.
No dudamos que muchos violentos en lugar de ir a la cancha, van a robar, agredir a otros, buscar problemas etc. en lugar de ir a ver un partido de fútbol. Del mismo modo quienes deben evitar que estos violentos logren su cometido en lugar de ir a cuidar la seguridad de la gente “normal” van solo a facturar y retirarse, con el agravante que no tienen la capacitación adecuada para manejar situaciones de descontrol y por lo general arreglan los fuegos, tirando nafta.
Hemos visto en los estadios decenas de situaciones donde era muy evidente que la Policía Bonaerense no tenía el más remoto criterio de cómo manejar la seguridad correctamente, y que su mayor diligencia era, al final de los partidos, para hacer la cola y cobrar sus honorarios.
Cuando a principios de este campeonato el inefable Gallina junto al impresentable Castrilli convencieron a Julio Grondona y a los principales dirigentes del ascenso que el mejor modo de evitar incidentes en “estadios sin la infraestructura adecuada” como los del ascenso era impedir la concurrencia de público visitante, el “Sr. Defensor de lo Indefendible” comenzó a mirarme y sonreírse.
¿Ves?, me dijo, ¿Te das cuenta?, con esta medida le demuestran a los abre bocas como vos que Gallina y Castrilli están muy preocupados por el tema de la violencia, que no piensan en facturar. ¿Cómo van a pensar en facturar, si con esta medida la cantidad de policías por operativo va a mermar? Sin público visitante con 30 o 40 agentes por partido, va a ser suficiente.
Por otra parte, seguía argumentando el “Defensor de lo Indefendible”, al no ir público visitante todos los partidos van a ser los sábados a la tarde en la hora que corresponde. La gente va a ir mas contenta, va a volver la Familia a los estadios y todos vamos a estar mejor. Los clubes como Temperley, con mucha gente de local van a ganar mas dinero de esta manera. Más ingresos, y menos costo de operativo.
Casi me convence el hombre, lástima que el viernes no estuvo.
Vamos ahora a la triste realidad. Desde que se tomó esta “famosa” medida, Temperley jugó y jugará, por distintos motivos, frente a Talleres, Italiano, Central Córdoba y Morón en día martes, frente a Flandria, Atlanta y Tristán Suárez en día lunes, Domingo con Brown de Adrogué y viernes con Acasusso. Con All Boys, Los Andes, Armenio y Defensores de Belgrano jugó en día sábado pero a las dos de la tarde. Los únicos partidos que Temperley disputó en el día y hora normal de la fecha fue frente a San Telmo, Merlo, Cambaceres y Español, todos de visitante.
En otras palabras, faltando en el año solo dos partidos de local, desde que se tomó la “famosa medida” el Celeste no jugó un solo partido en día sábado en el Beranger a la hora del resto de la fecha. Es decir, que al menos para Temperley el hecho que esta medida le iba a permitir jugar en su estadio los sábados por la tarde fue una vulgar mentira.
El “Defensor de lo Indefendible” me decía, “Van a bajar sensiblemente el costo de los operativos” otra mentira.
En algunos partidos de local la cantidad de policías fue apenas menor que en la de torneos anteriores cuando venía el público visitante. En otros fue la misma y en algunos casos, como el pasado viernes, incluso superior.
Temperley con $ 3.618 de recaudación, una concurrencia de, aproximadamente y siendo generosos, mil personas, pagó $ 4.400 por un operativo de 100 efectivos. Un efectivo cada Diez Personas.
Es decir que, si en el partido entre Racing e Independiente de la semana que viene, al cual, seguramente concurrirán entre 40 y 50 mil personas, deberían convocar 5.000 policías siguiendo la proporción y para un Boca River, que llamen al Ejercito, la Gendarmería y a los Marines Estadounidenses.
¿Para que 100 efectivos?
Muy fácil. Para cortar el Bajo nivel generando un caos vehicular en todo el Partido de Lomas de Zamora en el horario pico con la “sana intención” de evitar que se enfrenten las barras de Temperley Este con las de Temperley Oeste (¿?)
Para hacer que los “violentos” de Temperley Este (grupos de chicos, padres con sus hijos de la mano, ancianos etc.) tengan que dar la vuelta manzana para entrar al club por Dorrego,
Para hacer los “prolijos” controles en el acceso en el cual palpan una de cada cuatro personas.
Para hacer los “impenetrables” pulmones con cordones policiales en las tribunas para evitar que…. ¿para evitar que???
Es muy evidente que quienes montan el operativo policial en Temperley toman por estúpidos a los dirigentes del Club y por añadidura toman por estúpidos a todos los hinchas de Temperley cuando hacen la pantomima de cuidar la seguridad y en realidad no hacen nada.
El club perdió $ 5.000 , la Policía por hacer nada ganó $ 4.400. Ah. Y el partido se jugó un viernes por la noche, para que Banfield – Jujuy (otro partido con 2 o 3 mil personas…) puedan jugar sábado por la tarde. Nada mas evidente que la realidad.
Cada vez estamos mas convencidos. Para la policía bonaerense concurrir a los Estadios es una “changa” para hacer unos mangos extra. Van, miran el partido, pasan por caja y se vuelven.
¿Seguridad? Caminen por las calles de Temperley cualquier día después de las 9 de la noche y van a ver lo que sienten.
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