sábado, 3 de noviembre de 2007

Derrota y preocupación

Las derrotas siempre duelen, pero hay derrotas que se dan por circunstancias del juego, por cuestiones de base como equipos que tienen una estructura superior que no marcan diferencia y, por lo general, no generan un gran impacto en un plantel o en los hinchas. Sin dudas, el partido jugado y perdido esta tarde en cancha de Español, en determinadas circunstancias que el técnico y los dirigentes deben decidir, debería mostrar un punto de quiebre en muchos aspectos del futbol profesional Celeste.

Es que, ni a propósito, se pueden cometer tantos desatinos, tantos errores tácticos, tantas situaciones en las cuales el equipo mostró no tener un esquema de juego definido. y como en ningún otro partido los jugadores Celestes mostraron tantos errores técnicos. Es hasta injusto destacar alguna actuación pobre pues, los jugadores claves de este equipo tuvieron un partido olvidable, y quienes ya venían jugando en bajo nivel, pidieron a gritos con su tarea ser sustituidos en el próximo encuentro.

Siempre las actuaciones y los resultados deben merituarse tomando como parámetro el rival. El Deportivo Español, un equipo dignísimo pero de un nivel técnico muy pobre. El hecho que Temperley haya tenido muy pocas chances de gol y por ende haya perdido frente a este equipo, muestra que algo, muy de fondo, no está funcionando y debe comenzar a cambiar, si es que se quiere revertir esta campaña.

El nivel del partido fue, en general malo, pero especialmente en la etapa inicial dolían los ojos al ver como, ambos equipos trataban de hacer algo parecido al fútbol.

El fuerte viento que en esta etapa favorecía al local, mas el terreno bastante desparejo también tuvieron su cuota de responsabilidad en esto pero, de ninguna manera puede ponerse como atenuante para una derrota. Cada equipo tuvo su tiempo con viento a favor y en contra y los dos equipos jugaron en el mismo terreno de juego.

La pelota en la etapa inicial iba y venía por el aire, llevada por el viento y los desatinos de los futbolistas. Pelotas pifiadas, pases de dos metros a los contrarios, largos envíos sin sentido fueron la constante. No se sacaban ventajas y solo la ambición un poco superior de Español le daban un leve predominio en el juego.

Cuando la pelota pasaba por el Norteamericano Andretta, el local hilvanaba jugadas que lo aproximaban al área como el pase al vacío a los 12' para Facundo Gareca que el "9" definió con una masita a las manos de Crivelli.

En muy pocos partidos, Quevedo y Núñez tuvieron tantas ventajas para jugar la contra. Fueron no menos de ocho o diez jugadas en las cuales los dos volantes ofensivos Celestes tuvieron ventaja numérica y espacio para buscar la diferencia, pero no hubo una sola de estas jugadas que haya sido bien definida.

La única posibilidad de real riesgo que tuvo Temperley a su favor fue una pelota peinada por Sosa tras un centro frontal de Pajón que Coldeira descolgó de un ángulo y mandó al corner.

Nada mas sucedió en esta etapa.

El inicio del complemento mostró las mismas imprecisiones pero con el local buscando un poco mas arriba. Un pelotazo cruzado de Rial para Gareca que picó habilitado y absolutamente solo ante la mirada de toda la defensa. El '9" esta vez definió perfecto con un cabezazo de emboquillada por encima de Crivelli. Nadie había hecho mucho hasta ese momento, pero en el fútbol ganan quienes hacen los goles, no quienes los merecen.

Temperley se fue ciegamente al ataque, y dos minutos después del gol del local Rial, se enredó en la última jugada y estuvo a punto de aumentar.

Como siempre sucede con el técnico Celeste, frente al resultado adverso comienza a hacer cambios desesperados que no solo no producen mucho en ofensiva sino que terminan de desacomodar a todo el equipo. Salomone entró por Pajón y luego Revainera por Sosa.

El local, con viento en contra frente a la presión de Temperley, se paró de contra pero también se equivocaba mucho en defensa.

En tres minutos se produjeron tres situaciones claras de gol. Dos seguidas para el Celeste, un derechazo de Salomone fue desviado al corner por Coldeira con dificultad. A la salida de este tiro de esquina, un remate desde lejos de Nuñez fue nuevamente desviado al corner por Coldeira. En la contra del local, Young le sacó astillas al travesaño.

Poco a poco los cambios hicieron que el Celeste entrara en un descontrol en el cual Quevedo y Núñez no entraran mas en juego, y todo fueran pelotazos para tratar que Impallari y Salomone bajen una. No lo lograron.

Hubo un par de penales no cobrados, primero un evidente foul de Salomón a Machado desde atrás y luego, ya cerca del final, Segovia lo tomó innecesariamente a Diego Rodríguez (foto) con ambas manos en el área. El árbitro Colombo, de pobre labor, no cobró ninguno de los dos.

En el final Barrella sacó a un desconocido Giannunzio y puso a Pablo Caballero para reforzar la táctica de "A la carga Barracas", el resultado de este cambio no pudo ser otro, cero claridad, cero chances de gol y mucho mas fácil la tarea para el local para controlar la pelota y aguantar el partido hasta el final.

Repetimos, no queremos cargar las tintas en ningún jugador en particular, pero tanto en el planteo táctico como en algunos nombres Barrella debe plantearse realizar cambios de fondo para revertir una situación que parece terminal. Este esquema evidentemente no funciona, algunos jugadores, tampoco.

Esperemos que este plantel pueda terminar el año en forma mucho mas digna que lo mostrado en la fría tarde de hoy, repitiendo estas actuaciones el panorama será tan negro como el color que Temperley mostró hoy en su camiseta.

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