Cuando la soga del Reducido llegaba al cuello del Celeste, el destino nos dio un poco de aire: Temperley se impuso por la mínima en Rosario ante Central Córdoba después de 44 años (la última vez había sido en 1963) y mantiene intactas sus chances de clasificación. Claro, no va a ser fácil, pero ¿quién nos quita la ilusión?
El frío, el viento, y la amenazante lluvia amagaban con ser una tarde verdaderamente gris para Temperley, que llegaba a la cita sabiendo que un resultado diferente a una victoria, lo condenaba a ver el desarrollo final del Torneo desde la TV. Con la vuelta de Emiliano Gianunzio al mediocampo, Barrella intentaba dar lucha y vender cara su presunta caída –es tan abismal la diferencia en puntos entre uno y otro equipo, que no daba para pensar otra cosa-, pero sin embargo se encontró con un tibio conjunto rosarino que en los primeros minutos se vio superado por el Gasolero, máxime cuando la pelota viajaba por el costado izquierdo del terreno. Allí, Juan Cruz Nieto lograba conectarse con Rodrigo Stalteri y con Pablo Caballero. Ese fue el camino que le permitió al Cele ponerse en ventaja: una escapada de Nieto que desembocó en una asistencia (hablar de “centro” sería injusto) para Caballero, que sólo debió esperar la embestida del arquero local. Germán Delfino compró y Stalteri no perdonó desde los doce pasos. Hubo un pequeño lapso de 10 minutos donde Temperley quiso más de lo que pudo, ante la pasividad del Charrúa. Pasado dicho período, fue todo del local.
Es sumamente dificultoso poder expresar el acecho que sufrió el Celeste por parte de los rosarinos durante gran parte de la primera mitad y todo el complemento. Se pueden contabilizar por lo menos 10 chances netas de gol para Córdoba, incluyendo 2 remates en los palos y sin enumerar los centros que cruzaron toda el área sin respuesta alguna. ¿Y Temperley? Apoyado en la espectacular tarea de la dupla de centrales (Diego Rodríguez – Héctor Virardi), que supieron sacar todo lo que pasaba cerca de su alrededor, con buena salida por las bandas y la movilidad de los delanteros, apostaba al contragolpe, pero sólo tuvo rédito en las instancias finales del partido, cuando los locales dejaban espacios groseros en defensa. Sobre el final del encuentro, Stalteri tuvo en su pie derecho la chance de estirar –y definir- el pleito, pero tras una excelente jugada individual quiso “picar” el balón por sobre la humanidad de Lacerre, pero no pudo superar el metro de altura con su remate.
El pitazo final de Delfino se festejó como lo que fue: un triunfo histórico en una cancha complicadísima y ante un rival sumamente respetable. El árbol no tapa el bosque; para meterse en el Octogonal, el Celeste deberá ganar los 3 compromisos que le quedan, jugando 2 de ellos en una semana y mirando de reojo lo que pase con los rivales directos. Despacito, a paso firme y con la ilusión prendida. Así marcha Temperley y toda su gente.
DT: Oscar Santángelo
DT: José Barrella
GOL: PT `5 Stalteri -de penal- (T).
CAMBIOS: Núñez por Yegros, Molina por Escalante y Pasquinelli por Ratto (T), Gamba por Acosta y Marcos Del Bono por Pizzella (CC).
AMARILLAS: Armani, Bocchietti, Pizzella y Farré (CC); Ratto, Pasquinelli y Abraham (T).
ROJAS: No hubo.
ARBITRO: Germán Delfino (Regular).
CANCHA: Central Córdoba (Buena).
PUBLICO: 1000 personas.
FEDERICO BENENCIO
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