martes, 6 de mayo de 2008

Empate con gusto amargo para Temperley

Temperley empató ante Comunicaciones 1 a 1 en un partido que no sólo fue electrizante por el ida y vuelta sino también por el injusto resultado para lo que fue, acaso, uno de los mejores partidos del Celeste en lo que va del torneo.

En el primer tiempo, Temperley planteó esperar al rival, ya que sabía de la imperiosa necesidad de ganar de su rival para no bajarse del Reducido. Y así se veía en los ataques del Cartero cómo el Celeste plantaba una línea de 4 a la que se sumaba Giannunzio, que pisaba el borde del área como si fuese otro central más en la defensa.
A sólo 2 minutos de haber iniciado el encuentro, Muñoz creó el primer ataque de Comunicaciones y apenas uno más tarde lo hacía Temperley, en una contra que desperdició Ceríca que no llegó a conectar un centro de Molina. El delantero, volvió a mostrar lo que había insinuado ante Morón y Acassuso en cada pelota que disputó.
Y la pelota iba y la pelota venía. Por momentos Temperley lograba conectar sus líneas y desnudaba ciertas deficiencias defensivas de Comunicaciones por los laterales, siendo superados ampliamente por Nuñez, quien insinuó una mejoría respecto a partidos anteriores, Soler, quien no dejó nunca de obligar a fuerza de encarar, y Ceríca. En tanto Comunicaciones, quedaba atado a lo que pudiera crear Ricardo Pérez y ser capitalizado por Vildozo, muy poco.
Por todo esto, Termperley creció en confianza y en juego. En el minuto 18 se conjugó todo para que esa superioridad se viera reflejada en el resultado; Sosa recuperó una pelota en el lateral, cedió rápidamente para Quevedo que descargó para Giannunzió y que, tras hacer una pared con Nuñez, se arrojó al piso para trabar la pelota y llevársela con el ímpetu de siempre. En la misma jugada Soler venía por el medio, y tras gritarle, recibió solo, encaró, amagó, dudó y sacó un violento remate que se clavó inatajable para el arquero Giordano que tímidamente estiró su mano sin poder cambiar el destino de gol de esa pelota.
Temperley jugaba como nunca, estaba apabullando a su rival que atónito no podía creer lo que estaba pasando.
Como era de esperar, la presión se iba a sentir, el local estaba pasando calores en su casa y no le gustaba. Pero por el contrario de lo que mostró en mucho partidos el Celeste no se desarmó en defensa a pesar de que en el medio se mostraban dubitativos Micheli, quien por momentos hasta parecía no querer pasar la mitad de la cancha, Molina, que pareció imitarlo, y Quevedo, que se fue diluyendo con los minutos.
Crivelli era un mero espectador, hasta que fue exigido primero por Vildozo y más tarde por Pérez, mostrando que el primer tiempo definitivamente sería Celeste, sin dudas, de punta a punta.

En el segundo tiempo otra vez sólo hicieron falta 2 minutos para un ataque, aunque está vez el que pegó primero -aunque no noqueó- fue Temperley. Ceríca recuperó una pelota sobre la línea de fondo, dejando atrás a dos defensores, y encaró al área para lo que luego sería uno de esos misterios, una de esas dudas que nunca tendrán una respuesta. Dejó en el camino a toda la defensa de Comunicaciones, que pensó que la pelota se había ido y Ceríca hizo lo que se le reclama siempre a los jugadores: si no suena el silbato no se cobró nada, entonces siguió y cuando cerraban Monzón, Gonzalez y la estéril estirada de Giordano definió... afuera.
¡INCREIBLE!...era EL gol del campeonato, sin lugar a dudas.
Pero Comunicaciones no se achicaba apretaba y atacaba y Temperley volvía a retrasarse, más de la cuenta y ya ni las indicaciones del Tano Barrella de que salgan el fondo eran atendidas.
A los 16 Gónzalez se perdió el empate en un corner, en esas jugadas que le duelen y mucho al Celeste, pero 3 minutos más tarde Maxi rompía de un zurdazo la base del poste. Un minuto más tarde era Pérez quien rompía el travesaño de Crivelli que sólo atinó a seguir la trayectoria de la pelota, en la misma jugada fueron Sosa y Martínez que se complementaron para salvar lo que era el empate de Comu. Ida y vuelta. Otra vez.
Y a los 21’ llegó el cambió de Carreira por Nuñez y los ataques fueron relegados a lo que podían hacer Soler y Ceríca, sólos arriba. Se buscó reforzar el medio que estaba dejando pasar como agua el ataque cartero.
A los 23' Soler, en una misma jugada, desperdició dos chances clarisimas de gol. Y el dicho reza, los goles que no haces en un arco...
Temperley terminó por replegarse y apostar definitivamente a la contra, ya Comunicaciones llenaba de centros el área por los laterales y los cambios obligados de Molina, quien había crecido mucho en el juego, por lo que pareció ser un tirón y de Soler por el cansacio, no fueron errados, pero no eran lo mismo.
Y en eso de tanto ir e ir, Sequeira le ganó la espalda a Carreira, entró al área y ante el achique de Crivelli la clavó de tres dedos cruzado y abajo. Inatajable para el uno.
El celeste terminaba como siempre, apurado, pateando la pelota lo más lejos que se podía y los 5 adicionados por Colombo sólo extendían lo inevitable: el empate.

El resultado fue a toda luces más que injusto por lo ambicioso de Temperley, quien se dio cuenta que lo podía ganar y no se conformó, ni el técnico ni los jugadores que desde lo futbolístico y sobre todo en actitud fue más, con el 1 a 0. El partido era claramente para terminarlo 5 a 0 y nadie en Comunicaciones habría dicho que era injusto, hasta suena irónica la frasede de un hincha de Comunicaciones al pasar: " Nos perdonaron la vida", pero por esas cosas de la mala suerte y esos descuidos que se dan en un segundo fatal, se terminó empatando.
Y este punto, producto de un empate, que a pesar de sumar, termina teniendo el gusto amargo de una derrota.

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