El debut en el Beranger no fue el que deseábamos, y la sensación unánime de "esta ya la vimos" se hizo sentir. Pero con el pitazo final retumbando en los oídos, la franqueza de saber que se perdió con un candidato al título de una manera no muy transparente deja un aire de esperanza de cara a lo que se viene. El 1-2 deja tela para cortar. Veamos…
Noche bien hot, calor en el cielo y en la tribuna. Sí, en una sola, porque la parcialidad visitante no se hizo oír hasta el entretiempo, cuando llegaron los valientes de Atlanta, al grito de “[…]no tiramos piedras[…]”, con el incidente de Floresta aún fresquito. Martínez Ramos, Saboredo, Scornaienchi y el Dudy Pérez en la cancha, prometían una noche de fútbol que llegó en cuentagotas. Cuando el partido se armaba, llegó el primer cachetazo: Héctor Aguilar le dio un codazo totalmente infantil a un mediocampista bohemio y se fue a las duchas. A empezar de nuevo.
A pesar de eso, el Cele no se quedó y fue a buscar, aún a merced de la velocidad de Dundo por la derecha, que por momentos era un punta más. Una buena habilitación del Uruguayo para Pasquinelli (que bien que está!) dio lugar a un buscapié del 9 que Stalteri no pudo concretar. La pelota fue al corner y en la réplica lo tuvo el Dudy, que hizo revolcar a Crivelli tras una correcta intervención de Pablo Dundo. El partido era de ida y vuelta, hasta que llegó el primer tanto de la visita. Javier Molina pivoteó ante la marca del Flaco Virardi y fue a buscar el centro de Dundo. Nada pudo hacer Crivelli ante el perfecto cabezazo del punta bohemio. Sólo un tiro libre que besó el palo izquierdo de Mendoza, ejecutado por Saboredo pudo inquietar la vaya visitante antes del entretiempo.
Zielinsky movió la pizarra e ingresó Rodas por Mauro Navas, de floja labor en lo que va del torneo. Línea de 3 y a poblar la despoblada mitad de cancha. Emiliano Gianunzio se atrevió a encarar la línea media y cruzó un lindo pelotazo a la banda derecha; Stalteri lo tiró pasado y Pasquinelli se enredó en el último toque, dándole un golpazo al travesaño. Temperley merecía el empate ante un Atlanta bastante tímido y demasiado dependiente de lo que podía elaborar Pérez. Cuando el empate parecía inminente, el 10 visitante se volvió a iluminar, y con una perfecta asistencia, dejó mano a mano a Javier Molina. Fede no tuvo opción que salir a atorar al delantero, que ante el más mínimo contacto se dejó caer desvanecido. Castro compró y le mostró la roja a Crivelli. Raúl Pérez le cruzó la pelota al ingresado Astrada y partido liquidado.
Con nueve hombres y un profundo amor propio, el Gasolero luchaba cada pelota como la última. Quizás por ese motivo, la parcialidad Celeste alentó esos minutos como hacía mucho que no lo hacía. Cada tiro libre era la única vía con la que contaba Temperley para descontar, y así vino el tanto de Salomón: Manuel Rodas envió un centro frontal y Manzana ganó en las alturas. A esa altura se sentían aires de hazaña, pero, claro está, nunca llegó. El final encontró a la visita feliz por la victoria y a un equipo Celeste muy aplaudido por la entrega.
Como tantas otras veces, el favorito del torneo pasó con mucho ruido por el Beranger. Es que cada vez es más alevosa la manera en que se colabora con las ambiciones de los clubes que apuestan en serio a pegar un salto de calidad. Hace un par de temporadas fue Tigre, que a pesar de tener un equipo extremadamente sólido, recibió un sinfín de ayudas arbitrales y de cambios de días de partido a su favor. El torneo pasado no fue excepción: el Deportivo Morón recibió 9 penales a favor en las primeras 15 fechas, y para algún despistado, Atlanta ya lleva 2 de 2 (el de hoy MAL cobrado).
Podrán decir que si Pasqui no le erraba al arco la cosa cambiaba, que en caso de que Virardi hubiese anticipado a Molina en el primer tanto la historia tendría otro color, y así puedo seguir toda la noche. Lo cierto es que Temperley no fue menos que Atlanta ni con 11 ni con 10 hombres, y eso es lo que cuenta, ya con menos pulsaciones en el pecho. Esta historia recién comienza y hoy el equipo mostró cosas más que interesantes. También es cierto que de seis porotos conseguimos uno; son gajes del oficio de un equipo que no está tocado con la barita de arriba.
SINTESISAtlanta: 1- Lisandro Mendoza; Alejandro Riveros, Lucas Escobedo, Alberto Montaño; Leonel Corro, Oscar Bazán, Miguel Sequeira, Pablo Dundo, Raúl Pérez; Javier Molina y Leandro Scornaienchi.
Temperley: Federico Crivelli; Mauro Navas, Rodrigo Salomón, Héctor Virardi, Luis Rodríguez; Héctor Aguilar, Jorge Martínez Ramos, Cristian Saboredo, Emiliano Gianunzio; Fernando Pasquinelli y Rodrigo Stalteri.
AMARILLAS: Alberto Montaño, Leonel Corro y Leandro Scornaienchi (A); Rodrigo Salomón (T).
ROJAS: Héctor Aguilar y Federico Crivelli (T); Leandro Scornaienchi (A).
CAMBIOS: Manuel Rodas x Mauro Navas, Mauro Astrada x Rodrigo Stalteri y Pablo Caballero x Jorge Martínez Ramos(T).
César Ramírez x Miguel Sequeira, Jorge González x Javier Molina y Juan Ledesma x Raúl Pérez (A).
CANCHA: TEMPERLEY (buena)
ARBITRO: Jorge Castro (muy mal)
PUBLICO: 5000 personas
FEDERICO BENENCIO
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