domingo, 13 de diciembre de 2020

Dolorosa derrota del Celeste

 Siempre duele perder. Sin embargo cuando se juega sin actitud, o el equipo no deja nada y se pierde por tres goles etc. Da mas bronca que dolor. Hoy es solo dolor.

Duele esta derrota porque Temperley no fue superado por el rival en los 90 minutos de juego, duele porque Papaleo, salvo por un centro sin peligro que desvió innecesariamente con los pies, no volvió a ser exigido, duele porque por el contrario Zaracho el arquero visitante fue la figura de su equipo tapando dos mano a mano a Baldunciel un buen remate desde afuera a Vivanco y un tiro libre de Colzera que tenía destino de red.

Duele porque perdimos una final, 1 a 0 teniendo no menos de cinco o seis situaciones claras para convertir mientras el rival no generó ninguna y su gol fue derivada de un error propio...

El Temperley que saltó hoy a la cancha fue un equipo muy distinto al de Carlos Casares. Los diez jugadores de campo salieron a achicar los espacios, apretar y meter en cada metro cuadrado de terreno. Sabía que Estudiantes tiene buenos jugadores de mitad de cancha hacia arriba y con esta presión los anuló a todos. Jugadores habitualmente "picantes" como Gonzalez Metilli, Ruiz Gómez y Bandiera hoy casi ni la tocaron. Al grandote Bolzicco Demartini le ganó siempre y los laterales Pinchas fueron bien tapados por los carrileros locales.

La lección del pasado fin de semana estaba aprendida, no se podía regalar nada en defensa y en esos primeros 20 minutos Temperley recuperaba y le daba un destino ordenado a la pelota. Cólzera encontraba espacios para manejarla, Sosa desbordaba por izquierda, Baldunciel le escapaba fácil a la marca por derecha y Marchioni se soltaba del medio campo y lograba el cambio de ritmo que complicaba al rival.

Todo era de Temperley, el juego, los anticipos e incluso, para un equipo algo anémico en lo ofensivo hasta ahora, las situaciones de gol. 

Pero... como a veces decimos el Diablo metió la cola y no solo sin merecerlo, sino sin haber producido ninguna jugada de gol Estudiantes logró la ventaja. En un centro fácil de contener Papaleo da rebote con las piernas, la pelota iba saliendo del área hacia el lateral conducida por el 9 Bulzicco (grandote, lento, sin mucha cintura) se iba solo hacia afuera y buscaba mas el córner que otra cosa, pero Cólzera con el poco oficio que tienen los delanteros para marcar se lo lleva por delante y le comete uno de los penales mas innecesarios de la historia. Uno a Cero y a remar.

Temperley siguió presionando cada pelota pero después del gol el equipo ya no fue tan claro como en los primeros 20. Todo eran patriadas, jugadas heroicas de ir a cada segunda pelota como si fuera la última, centros desde cualquier lado. Sin juego el Celeste lo empujaba al Pincha, le generó otras tres situaciones convirtiendo al arquero Zaracho en la figura del partido. 

El complemento ya ese ímpetu que hablábamos en la etapa inicial se convirtió en ceguera futbolística. Faltó alguien con la cabeza un poco mas fría para tratar de capitalizar los espacios que daba un Estudiantes metido atrás pero no muy riguroso en la marca. El visitante comenzó a capitalizar el "pase de vueltas" de algunos jugadores Celestes exagerando cada caída, simulando lesiones y haciendo el partido cortado y casi sin juego. Obviamente así sacó ventajas. Matías Sosa estuvo a punto de ser expulsado en dos jugadas en las que fue fuerte estando amonestado. No tuvo tanta suerte Gonzalo Vivas quien trabó abajo un intento de desborde de un delantero visitante que saltó y gritó como si le hubieran arrancado una pierna (en la repetición de la TV se ve que ni foul es la jugada) y le sacaron roja directa.

Con diez de Temperley el trámite no cambió, Temperley siguió yendo hacia arriba sin ninguna idea y Estudiantes solo apelaba a contras cuya única intención era dejar pasar el tiempo y no buscar el arco de Papaleo. Así y todo el Celeste tuvo dos mas, otro mano a mano de Baldunciel y un cabezazo solo del debutante Antony Alonso que fue a las manos de Zaracho.

Mas analizamos el trámite del partido, mas duele esta derrota porque con un poco de suerte y no siendo tan inocentes para marcar en una jugada el resultado pudo ser el opuesto. 

En la evolución futbolística, este de Temperley fue un paso adelante respecto al partido anterior, pero... las finales no importa si se juega bien o mal, las finales se ganan, y el Celeste perdió. Habrá que pelear a muerte los cuatro partidos que faltan para ver si se puede avanzar en la tabla de cualquier manera. Todos se ganan a todos y no aparecen equipos hegemónicos. Hoy enfrentamos al actual líder y su fisonomía futbolística en el Beranger fue mediocre. No hay grandes cucos en la zona. Habrá que seguir buscando mejorar en definición mantener la línea defensiva en el nivel de hoy y tratar de sumar un par seguidos de a tres. A esta altura, no queda otra. 


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