Las finales se ganan, no importa demasiado el trámite y en el partido de hoy así afrontaron el partido Temperley y el visitante Ferro. Yendo a todas las divididas con todo, peleando con alma y vida cada pelota y corriendo hasta que no dan mas las fuerzas.
Partido trabado, peleado y con pocas llegadas, de los que se definen con un error o una genialidad. Y así fue. Una genialidad de Colzera definió este partido.
El primer tiempo, sobre todo los primeros treinta minutos fueron casi todos de Ferro. Con un gran despliegue el equipo de Caballito presionaba en cada sector de la cancha ganando las pelotas divididas y las segundas jugadas recuperando rápidamente el balón frente a un Temperley que no hacía pie y que le costaba dar dos pases seguidos. Ferro era un equipo muy corto, jugaba en 25 o 30 metros con la defensa adelantada y los volantes haciendo carreras casi descontroladas presionando de un jugador a otro sin descanso.
Temperley estaba cortado. Si bien la defensa sacaba todo lo que le tiraban Baldunciel y Ellacópulos peleaban mas que jugaban, los volantes centrales no la agarraban y tanto a Colzera como a Figueroa solo le llegaban ladrillazos que eran imposibles de capitalizar.
El problema para el visitante era que recuperaba la pelota y la tenía mas tiempo pero no sabía muy bien que hacer con ella. Terminaba todas las jugadas con pelotazos frontales o centros para el grandote Pulicastro que eran fáciles para Mulazzi y Demartini quienes, para ser honestos, no tuvieron un solo error ni posicional, ni mucho menos en los rechazos.
Ferro carecía de desborde. El sacrificio de los carrileros Celestes frenaba a los marcadores de punta y arriba no tenía ideas. Temperley luchaba contra la intensa presión como podía pero tampoco se desesperaba. Mantenía el orden en todas sus líneas y esperaba agazapado. Los arqueros Papaleo y Bailo eran meros espectadores. Apenas un remate desde afuera de Ellacópulos llevó algo de peligro en el arco de Ferro en una de las pocas en que el volante derecho de Temperley abandonó la marca de Mazur.
Sobre los 30 minutos Ferro comenzó a sentir el desgaste físico de la presión intensa ejercida y Cólzera comenzó a encontrar espacios a espaldas de Molina. Sin embargo no encontraba socios. Figueroa muy escondido entre los dos centrales y Marchioni y Fattori con mucha actitud pero escaso nivel futbolístico no colaboraban.
Sobre el final el Celeste tuvo las dos mas claras por el sector y el jugador menos pensado. Machuca, improvisado lateral derecho, quien mas por fuerza que por fútbol progresó por su punta y generó dos situaciones que estuvieron a punto de abrir el marcador. En la primera remató mordido por la presión de un defensor, la pelota agarró un raro efecto y cuando entraba al arco con Bailo superado Mazur despejó en la línea. Un par de minutos después le quedó otra al ex Almirante Brown y con una tremenda volea la pelota reventó el travesaño. Quedaba claro que frente a un limitadísimo rival, la cuestión era animarse.
El trámite de la segunda mitad comenzó mas parecido al final de la etapa inicial que al principio. La presión de Ferro ya no era efectiva y los volantes Celestes contaban con mas espacios. Sin embargo salvo por Colzera y alguna corrida de Marchioni o Ellacópulos el equipo carecía de profundidad. Hasta que a los once dejaron pensar al "10" Celeste puso una pelota magistral entre dos defensores verdolagas, buen pique de Baldunciel rompiendo el offside y definición perfecta del Chuqui solo frente al arquero. Era el 1 a 0.
Durante gran parte del resto del complemento vivimos claramente la impotencia y las limitaciones del visitante. Todo eran corajeadas sin destino, centros frontales que terminaban en la cabeza de un central o pelotazos sin sentido. Perazzo decidió darle descanso a Ariel Colzera y no fue afortunado el ingreso de Di Lorenzo. Temperley poco a poco fue perdiendo la pelota y el partido era casi un frontón. Pelotazo de Ferro, rechazo de la defensa Celeste y poco mas.
El técnico Cordon hizo todos los cambios y con un par acertó. La entrada de Ramirez y de Souto en la visita le dio algo mas de criterio a su ofensiva y en los cinco minutos finales Ferro metió a Temperley en su área. Los pelotazos al área ya tenían mas criterio y Papaleo tuvo dos atajadas claves para defender el resultado. Primero fue un remate de afuera del área de Ramírez que el arquero Celeste contuvo muy bien abajo y luego en un centro, en la única falla de la defensa por arriba, ganó Mazur, cabeceó arriba al centro del arco y Papaleo desvió al corner. Luego de eso no hubo tiempo para mas. Fue victoria, tres puntos y a otra cosa.
Queda claro que en el caso de Temperley estamos hablando de un equipo nuevo que juega su primer partido oficial después de casi ocho meses. Por ello hay que ser indulgente con la escasez de circuitos de juego, la poca profundidad y la falta de cambios de ritmo y generación de situaciones de gol. No hay demasiado tiempo para mejorar pero, ganando siempre es mas fácil corregir errores. Aquello que no podemos dejar de mencionar es la enorme actitud que mostró el equipo, incluso en aquellos pasajes del partido en que fue superado. Eso nos alienta a pensar que mejorando un poco en materia futbolística, todo es posible.
(Foto Gentileza de Prensa Temperley)
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