En esta página usamos el "socios y socias" pero fuera de esto tratamos de escribir del modo que hablamos para llegar a hacernos entender en forma clara a todos y todas, Hombres, Mujeres, Vitalicios, Socios y Jóvenes socios. Llegar a todos es escribir como la gran mayoría habla. Se respeta a cada uno de los miembros de la masa societaria por igual, opine como opine y sin importarnos como hable y escriba. Somos todos de Temperley, eso es lo importante.
Cuando hablamos que impulsamos un proyecto Inclusivo en Temperley decimos que dicha inclusión debe ser expresada en los hechos, no en el lenguaje. Para nosotros un proyecto inclusivo es aquel en el que en cada uno de los estamentos de poder del club haya indistintamente toda clase de socios y socias, vitalicios, jóvenes, mujeres, hombres etc. Que un proyecto se considere inclusivo por tener un "Departamento de la Mujer" pero luego los cargos mas importantes del club sean ocupados todos por hombres es una contradicción. En nuestra opinión ese no es un proyecto inclusivo.La mujer combativa, que reivindica la igualdad de derechos y la potestad de decidir sobre su cuerpo etc. no lo hace para que un hombre no acostumbrado hable como ellas ni le molesta que no lo haga. Lucha para que en la práctica esos hombres la consideren un igual en todos los ámbitos de la vida laboral y social. Le molesta y con toda razón que se la discrimine por su género. La mujer debe estar en pie de igualdad en todos los ámbitos del club. Los puestos deben ocuparse por mérito, no por género o amiguismo. Si la mujer está realmente integrada y asimilada en todos los sectores del club, un "Departamento de la Mujer" no es necesario. Todos los departamentos del club tendrán sus opiniones y perspectivas.
Algo muy parecido sucede con los vitalicios. Es muy duro para aquellos que alcanzan la 3ra edad como se sienten descartados o como algo del pasado. Se los aparta de los centros de decisiones sin valorar su experiencia y se los agrupa en "centros de vitalicios" para que jueguen a las cartas, hablen cosas de viejos y no molesten. La realidad es que los vitalicios de Temperley son la historia viva del club. Ellos como nadie vivieron el pasado y tienen la experiencia directa de todos los errores y virtudes cometidos por las Comisiones Directivas de los últimos 40 o 50 años. Ellos vieron pasar dirigentes, jugadores, técnicos, Concursos y Quiebras. No enriquecer los grupos de trabajo y decisión con vitalicios es quedarse sin un punto de vista indispensable para tomar las mejores decisiones.
Finalmente están los jóvenes. Algunos dicen ¿Que puede saber de manejar un club un chico o una chica de 20 años? Entonces el comportamiento es el mismo, se los margina a puestos menores, muy operativos donde chicos y chicas terminan haciendo trabajos elementales que los desmotiva y desanima. Un club inclusivo le debe dar al joven un lugar en el cual pueda canalizar todas las iniciativas. Un Joven o una joven "centennial" tiene la virtud de haber nacido con mucha de la tecnología actual en funcionamiento y por ende naturaliza su uso en todos los ámbitos de su vida. La visión del futuro que se tiene a esa edad es fresca y por lo general innovadora. Carece de experiencia, es cierto, pero su voluntad de empujar hacia adelante lo hace un complemento ideal a la hora de encarar un proyecto a mediano o largo plazo.
Esa oportunidad, de estar cerca de donde se toman las decisiones e incluso de participar de las mismas los va formando y a la vez transformando en los grandes dirigentes del futuro cercano que el club, seguramente va a necesitar. Por eso saludamos la iniciativa de la creación de Juventud Celeste formado por chicos y chicas que quieren participar en serio en el desarrollo y ejecución de un gran Proyecto de Club.
Un proyecto inclusivo de verdad para una institución social como la nuestra no puede excluir en las actividades y en los distintos ámbitos del club a personas con capacidades diferentes. Tampoco debe discriminar por raza o credo.
Un proyecto inclusivo de verdad no debe tomar consignas ni opiniones de un sector de la política general como voz oficial del club. La voz oficial del club pertenece a toda la masa societaria, no a quienes comunican. Deben respetar a todas las ideologías y tomar parcialmente una de todas, es faltarle el respeto al resto de los socios. Nunca olvidarse que el club es de todos.
Un proyecto inclusivo de verdad, debe considerar una reforma estatutaria para que la inclusión en cada uno de los estamentos del club sea obligatoria, que nadie pueda ser discriminado o discriminada. Que todas las opiniones valgan por igual para que entre todos y todas construyamos el club que nos merecemos.
En síntesis: Un proyecto inclusivo de verdad debe basarse en hechos, no en palabras.
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