Temperley por la primera etapa del Reducido quedó eliminado al perder por un gol a cero frente al Deportivo Riestra.
El Celeste volvió a mostrar sus virtudes y defectos frente a un rival cuyo nivel no fue distinto al de su equipo suplente por Copa Argentina.El juego de Riestra fue simple. Línea de cinco, con los marcadores de punta sin progresar en ataque, dos volantes defensivos pegaditos a su línea de fondo, todos los jugadores en su campo detrás de la línea de la pelota siempre y cortar cada jugada de Temperley, si podían en forma legal, y si no podían lo hacían al límite de lo antideportivo. Todo valía para sacar un resultado con recursos tan limitados. Dos o tres veces por tiempo salían de contra para volver corriendo a ocupar sus puestos y seguir aguantando.
Al equipo de Perazzo le costó hacer pie en los primeros minutos pero poco a poco de la mano de Fattori y Colzera fue tomando control del juego y manejó la pelota en mitad de cancha, quizás con la justeza que nunca había tenido en partidos anteriores. Sin embargo se llegaba hasta unos metros antes del área y ahí se apagaba la luz. Todo era centros para un Figueroa que se notaba incómodo jugando de punta entre dos centrales que despejaban todo. Laterales y volantes externos que llegaban hasta esa línea del área grande y tiraban la diagonal o el pase hacia el medio y no buscaban el desborde. Algún pase filtrado que estuvo a punto de generar peligro y poco mas.
La mas clara del Celeste en la primera mitad fue un fuerte remate de Baldunciel que le quemó las manos al arquero Vega quien dio rebote, lo tomó pifiado Fattori y Figueroa absolutamente solo en el área chica cabeceó débil a las manos del arquero.
Era mas Temperley pero en los partidos eliminatorios, es lo que menos importa.
La segunda mitad comenzó con el mismo trámite. Temperley con la pelota, pero sin lograr generar situaciones constantes de peligro. Y todo se complicó cuando a los '12, en el único error de la defensa, ingresa el volante Brito y todos se quedan atornillados sin interceptarlo. Desde la puerta del área grande y con gran comodidad remata cruzado y abre el marcador.
A partir del gol de Riestra Temperley intentó aumentar la presión a partir de pelotas paradas y centros cruzados pero era no era nuestra noche. Un pie corto que no alcanza, un remate débil o de lo contrario respondía el arquero rival. La mas clara fue una pelota parada de Colzera desde la derecha que encontró a un recién ingresado Vietto solo frente al arco y el remate le salió mordido y al centro del arco donde estaba Vega.
No podemos dejar de hablar del árbitro Mendez. Su actuación fue vergonzosa. Riestra salió abiertamente a pegar en todos los sectores de la cancha. Cuando un jugador de Temperley los superaba en velocidad o en el uno contra uno golpeaban sin miramientos y frente a la mirada contemplativa de Mendez y sus asistentes. Recién a los 30 minutos del primer tiempo sacó la primera amarilla cuando antes de eso hubo no menos de tres o cuatro jugadas dignas de tarjeta. No tuvimos una jugada clave, ni un gran fallo polémico. (Quizás el pase atrás al arquero de un defensor, pero no fue tan claro) Pero hubo decenas de jugadas en las que en las dudosas y divididas cobraba todo para los vestidos de negro. En otras palabras nos cocinaron a fuego lento.
De todas maneras Mendez no estuvo dirigiendo al Celeste en toda la campaña ni produjo el nivel de juego que nos trajo hasta aquí para quedar eliminados. Responsabilizar al árbitro de esta noche por toda una historia que la vemos venir hace tiempo es, por lo menos, injusto.
Fue el final para Temperley en un torneo en el que comenzó mal, logró torcer el rumbo antes de la Pandemia para luego desarmar el equipo y afrontar el tramo final sin el nivel antes logrado. Otra vez, al igual que en la temporada pasada el fútbol quedó en deuda con el hincha Celeste.
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