Siempre es bueno recordar donde estamos, y porque estamos donde estamos. Para luego juzgar a quien corresponda en méritos y responsabilidades.
Temperley comenzó esta larga temporada que ya casi esta durando un año y medio con un plantel nuevo. El fracaso de la apuesta en la 18/19 en la cual se habían incorporado casi dos docenas de jugadores aprovechando que todavía se cobraba de la televisión un monto mas importante que el resto terminó mal. Jugadores con pasado en primera, junto a otros con trayectoria en Nacional B sumado a la gran campaña en la Copa Argentina nos daban casi una garantía que íbamos a estar en la pelea. No fue así
El equipo languideció en mitad de tabla sin pelear por nada y siendo superado fácilmente por los equipos que realmente peleaban por algo. Para las últimas fechas del torneo llegó Cristian Aldirico quien con un esquema táctico algo rígido logró que el equipo se ordenara y despuntó una recuperación, hasta que un duro resultado en Lomas de Zamora nos dio un sopapo de realidad que esa temporada no era para nosotros.
Para la 19/20 muchos de los jugadores mas onerosos se fueron, otros quedaron pues tenían contratos de dos años y quisieron cumplirlos, y lo mas importante de todo. El dinero de la TV ya no era superior al resto, entonces llegaban jugadores de la UAI Urquiza o pibes sin mucho rodaje de la reserva de Independiente o suplentes de Almagro. Ya no venían jugadores de nombre. Era un plantel mas modesto, con una incorporación rutilante en la delantera y poco mas. Pero nuevamente quince o dieciseis jugadores se incorporaron, dejando poco espacio para los jugadores del club.
Apegado a su rígido sistema de Juego Aldirico trató de armar un nuevo equipo bajo su esquema de juego pero no le fue bien. Los resultados negativos se sucedieron y el ex jugador de Temperley decidió dar un paso al costado. Pensábamos que iba a ser otra campaña decepcionante.
Pero llegó Walter Perazzo, con un sistema de juego mas flexible, que aprovechó a fondo las virtudes que encontró en el plantel (la velocidad y profundidad de los laterales, la prodigalidad en defensa, el buen manejo en los medios ofensivos) y fundamentalmente le dio mas rodaje a un nueve joven que había llegado como tercer delantero. De la nada el DT armó un equipo muy competitivo.
Temperley estaba en una situación de privilegio, jugando de igual a igual frente a todos los equipos de su zona y bien posicionado (en posición de clasificación al reducido) cuando la Pandemia paró todo.
Nunca sabremos que hubiera pasado con ese equipo porque entre Junio y Julio de 2020 ese plantel se desarmó. Por distintas circunstancias de los once titulares habituales solo quedaron tres y algunos otros que eran suplentes o que directamente no jugaban. Se hicieron incorporaciones (en algunos puestos, como el de delantero centro, tres jugadores) pero recién cuando de a poco se pudo salir de la cuarentena Perazzo pudo empezar a trabajar con todos.
El formato del torneo determinó que se iban a jugar dos fases, una entre los ocho mejores de cada zona y luego, para los que no clasificaran un reducido a eliminación directa en un partido en cancha neutral sin ventaja deportiva alguna. A matar o morir.
En la primera fase quedó claro que Walter Perazzo pudo darle una identidad defensiva al equipo, el cual salvo en la primera mitad del último partido se mostró sólida, con pocas grietas y con un muy buen arquero como Joaquín Papaleo. Lo hemos comentado varias veces aquí que el gran problema fue siempre de mitad de cancha hacia adelante. Se recuperaba la pelota, pero no se sabía que hacer con la misma cuando se podía. Fue así que el equipo fue una de las vallas menos batidas de las cuatro zonas del reducido, y del mismo modo fue uno de los equipos menos efectivos en ofensiva. Eso con tres nuevos centrodelanteros en el plantel...
¿Hasta donde llega la responsabilidad dirigencial y donde comienza la del DT? . El contrato con cada jugador, las cláusulas para extenderlo la posibilidad de mantener jugadores y el presupuesto que se maneja es responsabilidad absoluta de la CD. Tengamos en cuenta que Temperley compitió en esta zona frente a equipos que habían logrado mantener a casi todos sus titulares con un equipo nuevo con solo tres titulares de la etapa anterior. Ahí el técnico hizo lo que pudo con el nuevo material que dispuso. Quizás podamos responsabilizar al técnico por algunos planteos defensivos, pero habría que pensar si hay material para salir mas adelante en la cancha sin sufrir una debacle como casi pasa con Platense. Las dificultades de la Pandemia fueron iguales para todos los equipos, pero es mas sencillo retomar entrenamientos con un equipo armado que teniendo que armar uno nuevo.
Temperley hoy comienza con este mismo plantel la segunda fase. La ventaja es que el equipo ya tiene mas rodaje como para que el DT ponga en cancha lo mas competitivo que se pueda presentar. El rival hizo una campaña similar a la nuestra. Buen desempeño hasta la Pandemia y luego deambuló en los últimos puestos de la zona B.
No habrá merecimientos ni buen juego que valga, solo vale ganar. Basta ver el partido de ayer en el que Estudiantes de Rio IV bailó a Sarmiento y le metió varias situaciones de gol, pero convirtió solo un gol, tuvo mala fortuna en una contra y perdió el ascenso a Primera por penales. Así serán estos partidos en los que hay que ganar como sea. Esperemos que este plantel, al menos en lo anímico se encuentre a la altura de las circunstancias y se pelee cada partido hasta el final y en cada centímetro cuadrado del terreno de juego. Los sufridos hinchas Celestes lo merecen.