Si quedaba alguna duda de que el Celeste estaba condenado al sufrimiento al menos en esta porción del campeonato, el sábado sirvió para confirmar esas sospechas. Enmarañado una tela araña de empates y derrotas que lo tenían con el ánimo por el piso, el Gasolero sufrió hasta con su primera victoria del campeonato.
Aquel alocado grito de gol de Fernando Soler a poco minutos del final, que sirvió para que Temperley triunfo sobre Defensores de Belgrano por 1 a 0 da una muestra clara de esa tensión que sufrió el equipo hasta último momento. Porque se convirtió sobre el final, porque le hizo un jugador que debutó con la camiseta celeste, porque lo hizo luego de esperar durante casi cuatro semanas el transfer que lo habilitará para jugar, por todo eso, no hay dudas que el primer triunfo costó más de la cuenta, pero valió la pena. “Me puso muy feliz haber convertido el gol del triunfo. Me reconforta haber ayudado a mis compañeros para salir de esta situación. Necesitábamos sumar de a tres como sea y por suerte lo logramos”, afirmó el propio Fernando Soler, héroe del último fin de semana.
Todo fue muy especial para el delantero que la temporada pasada jugó en el Persipura Jayapura de Indonesia. Después de esperar casi un mes la habilitación para jugar y cuando estaba analizando la posibilidad de recurrir a la justicia, el pasado viernes llegó el ansiado transfer y pudo ir al banco frente al Dragón “Estaba algo bajoneado por no poder jugar por esto de la habilitación. Por eso el hecho de haber debutado y convertir me dio mucha alegría. Espero que este triunfo sea un punto de partida”, confesó el héroe del último fin de semana. Pero más allá de la alegría que generó el triunfo, el delantero destacó la importancia del mismo de cara al futuro. “Mejoramos mucho en la defensa y el mediocampo jugó muy bien también. A medida que se nos vayan dando los resultados vamos a tener más confianza en nuestro juego”, aseguró.
Con la tranquilidad de haber conseguido el triunfo, el atacante reconoció que el equipo no había mostrado su mejor cara en el primer tiempo por la presión que se autogeneró tras el mal arranque de campeonato. ”El primer tiempo, fue muy cerrado en el medio, nosotros teníamos la pelota, pero no podíamos crear situaciones claras. Además estábamos más preocupados que no nos conviertan nuevamente en los primeros minutos que en crear peligro para el arco rival”. Y agregó: “En el segundo tiempo nos liberamos un poco de la presión que sentimos en la primera parte, y comenzamos a tratar de realizar nuestro juego para ganar el partido y por suerte lo conseguimos”. Pasado el dramatismo y el sufrimiento con que se consiguió la primera victoria del torneo, el plantel gasolero vivirá por primera vez en lo que va del torneo una semana con total tranquilidad. Sin la soga al cuello y con el envión anímico que genera sumar de a tres, el entrenador Walter Céspedes podrá planear con menos urgencias el partido del próximo viernes ante San Telmo, aunque también tendrá la necesidad de demostrar que la victoria ante el Dragón no se trató de un oasis en el medio del desierto.
Para Intercele: Neri Carrica
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