En tiempos en los cuales el mercado es la vedette de este espectáculo llamado fútbol los jugadores (y aún más los enganches), protagonistas del teatro de revista veraniego, se convierten en objetos de deseo para la mayoría de los clubes. Así, comienza el histeriqueo de los muchachos de pantalón corto que de golpe, sin haber tenido una buena actuación la última temporada, tienen "ofertas del exterior o de varios clubes de primer nivel".
Temperley demanda un 10 que pueda cumplir con éxito la función que lejos estuvo de cumplir el saliente Diego Figueroa. Y ante la escasa oferta de tipos que puedan ponerse un equipo al hombro los pocos que tienen esa condición se ponen rubor, brillitos y perfume importado para "pensar un poco antes de decidir" o esperar a que un galán con una billetera más grande termine por seducirlos.
En este juego de seducción están Ezequiel Petrovelli (técnico, rápido conocido por lo que hizo en Central Córdoba pero de reciente paso instrascendente por Ferro) y Adrián "Máquina" Giampietri (brilló hace unos años en Quilmes, pero nunca más retomó aquel nivel). Los dos, por diferentes razones le guiñaron el ojo al Gasolero pero nada más...
Petrovelli pide tiempo para resolver su situación porque tiene una charla pendiente con el Mago Garré (DT de Ferro) para saber si será tenido o no en cuenta. Y ahora, si no sigue en Caballito, no sólo cuenta con el interés del Cele sino con el de Los Andes que, a través de su presidente Jorge Chizzini, le realizó una interesante propuesta económica.
En tanto, Giampietri admitió que sus prioridad es "jugar en el exterior", señaló a Olé que su máximo deseo es volver a Quilmes (parece una utopía) y le remarcó al diario quilmeño El Sol que podría volver a Ben Hur, club en el que militó hace una temporada.
"Me llamó el Tata Brown, quería esperar un poco para ver si me salía otra oportunidad pero si mi representante (Claudio Galvagni) se pone de acuerdo en lo económico no tendría problemas en regresar porque conozco a todos son los mismos que fueron compañeros míos. Así que iría tranquilo", sostuvo.
Otro que interesa es Pablo Casado que, tras ascender con Platense en la 2005/06, volvió a Cambaceres (club dueño de su pase) dónde en el último Apertura marcó 4 goles en 18 partidos. Nunca fue fácil traer a Casado (el Cele lo ha intentado en otras oportunidades) aunque esta vez, si no aparecen rivales del Nacional B, el camino podría unir al enganche -que quiere marcharse de Ensenada- con Temperley de una vez por todas.
Por ahora, este stand by no tranquiliza para nada a un Ricardo Zielinski que, como todo entrenador, quiere tener a los refuerzos antes de comenzar la pretemporada que se realizará en el club (para ahorrar gastos, la CD terminará la concentración, allí harán la siesta los jugadores).
El espectáculo del mercado de pases por ahora no le da alegrías al Gasolero. Será cuestión de pedirle a Papá Noel, de poner la carta debajo del arbolito y de esperar que las vedettes (más lindas que nunca) se decidan definitivamente por anclar en tierras celestes.
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