domingo, 4 de octubre de 1998

Un empate alcanzado con Rebeldía

En otras oportunidades para realizar un elogio o una crítica hemos basado el comentario en cuestiones técnicas o futbolísticas, en otras ocasiones como en el partido anterior el eje del comentario fueron aspectos mas relacionados con hechos extra deportivos y sin demasiada vinculación con el juego. En este caso respecto al partido de Ayer la característica mas destacable de la actuación del Celeste (para nosotros siempre va a ser el Celeste aunque por decisión de alguien utilicemos una ridícula camiseta roja), fue la vergüenza y la rebeldía mostrada por el equipo.

Rebeldía frente a las limitaciones técnico tácticas que evidencia un equipo que no termina de armarse ni de encontrar su esquema de juego y en el que, al igual que en la temporada anterior, siguen apareciendo chicos como apagadores de incendios, rebeldía frente a árbitros que están muy atentos a todo lo que suceda dentro del área celeste especialmente en jugadas que parecen penal, (los últimos cuatro goles que le convirtieron a Temperley fueron por esa vía) y algunos de ellos, como en el caso de ayer, fueron harto dudosos. Rebeldía frente a un rival que en función de algunos resultados positivos se cree el Santos de Pelé y actúa en consecuencia: sobra permanentemente a los rivales con sus "festejos" y sistemáticamente en las declaraciones posteriores a todos los partidos descalifican al resto de los equipos (ellos son siempre los que "intentan jugar" aunque rematen tres tiros al arco en todo el partido como sucedió ayer), en especial su técnico Ledesma, un personaje con una soberbia ridícula dado que lo único que está haciendo es usufructuando el rendimiento de un equipo que armó Horacio Bidevich, y finalmente Rebeldía frente a la mala fortuna, que castigó a un equipo que pese a no mostrar un buen nivel de juego en lo que va del campeonato, mereció mejores resultados.



El "Indio" Silva (una de las figuras del Celeste)atora contra la raya al zaguero Fernández

Para este partido el planteo de Horacio Bidevich fue el de presionar en todos los sectores del campo intentando romper el circuito de juego que habitualmente arma Talleres en la mitad de la cancha. A nuestro juicio a Bidevich le sucedió algo parecido a lo que, en la temporada pasada, le aconteció a Iervasi frente a Tristán Suárez, es decir que por conocer tanto a los jugadores rivales, planteó un partido demasiado en función a lo que pudiera hacer Talleres, dejando en un segundo plano, los posibilidades del Celeste. De esta manera el partido comenzó con Talleres intentando tomar la batuta del partido y Temperley contrarrestando este juego con marca y sacrificio pero con muy poco fútbol. El resultado por lo tanto fue un típico partido de la categoría donde la pelota deambuló por el medio de la cancha sin destino cierto.

Esto sucedió en primera medida porque en esa primera etapa, los jugadores de creación y ataque de Temperley estuvieron desaparecidos ,los carrileros estaban mas preocupados por la función defensiva, Orellana no jugaba y los delanteros, Morsolín y Katip estaban desconectados, pero a esa mediocridad también contribuyó Talleres que mostró la mismas limitaciones futbolísticas que Temperley. La sensación que teníamos promediando ese primer tiempo es que tanta marca, tantas preocupaciones por un equipo que en ese primer tiempo generó una sola situación de peligro fueron innecesarias. A nuestro juicio bastaba simplemente con una marca sobre el peligroso Salas y nada mas, los demás no mostraron nada superior a la medianía habitual de esta B Metropolitana.

Las pocas veces que Temperley llegó fue en centros o en pelotazos lanzados buscando la cabeza de Katip, el cual en ese lapso siempre era anticipado por los seguros Gómez y Fernández. Sin embargo en algún cambio de ritmo que intentó Orellana o Morsolín (muy pocos) quedó claro que si el Celeste hubiera intentado otro planteo de juego la historia hubiera sido otra. Cuando parecía que el primer tiempo finalizaba con un cero a cero harto merecido, Geréz robó una pelota en el medio de la cancha y cedió a Tosi quien habilitó a Salas que le ganó muy fácilmente la espalda a Casajous, muy atento salió Campodónico que fue abajo a la pelota y consiguió rechazar, sin embargo Salas se tiró contra el cuerpo de Pablo y fabricó un penal que el árbitro Maglio compró. Besasso, que el año pasado ya nos había convertido dos goles de penal, cambió el penal por gol.

El segundo tiempo cambiaron los planteos de ambos equipos, sin embargo el nivel futbolístico de ambos no varió, el celeste salió con la decisión de ir a buscar el partido, pero con las mismas dificultades para generar fútbol, Talleres se paró mas de contra retrasando los volantes y apostando a la velocidad de Salas y Yañez. Dentro de este esquema todo parecía indicar que el que iba a salir ganando era Talleres, porque pese a algún remate desde afuera del área o a algún centro peligroso, Temperley no inquietaba, y Talleres en alguna contra pudo haber aumentado de no mediar la buena actuación de Pablo Campodónico. Bidevich buscó variantes, intentó primero con Bazán Vera, pero era mas de lo mismo, mucho choque , mucha fuerza pero nada de fútbol, seguíamos haciéndole el juego a Talleres, luego intentó con "Riqui" Fernández, un chico muy habilidoso pero todavía demasiado "nuevito" como para pretender que él solo cambie el trámite de un partido como este.

Parecía que otra vez el dominio del Celeste iba a ser estéril, que otra vez el camino del empuje sin ideas frente a un equipo tan limitado como el propio, iba a finalizar en otra frustración, parecía que otra vez los hinchas celestes iban a ser mudos testigos de cómo los rivales se quedaban con el festejo a costa nuestra, sin embargo una buena jugada de Bazán Vera por derecha (lo único que hizo) posibilitó un tiro libre cerca del área grande, el lanzamiento lo hizo Maxi Gómez quien lo ejecutó con mucha comba, el arquero Blazquez que amaga salir pero se queda y Diego Katip con el parietal derecho clava la pelota en el ángulo del arco de Talleres, Chau valla invicta, Chau frustración, Chau "festejitos" sobradores, chau mala suerte. 1 a 1 y a otra cosa.

Los minutos finales luego del gol celeste desnudaron muchas cosas, por un lado las limitaciones anímicas de un equipo como Talleres que parecía perdido en la cancha y terminó pidiendo la hora. El "maravilloso" equipo de la categoría terminó arañando un punto y como dijeron los jugadores celestes luego del partido, si este duraba diez minutos mas seguramente el Celeste se llevaba el partido, por otra parte quedó mucho mas evidenciado el hecho que Temperley debió haber encarado el partido con otra actitud, sin tantos temores y pensando mas en función propia que en lo que pudieran hacer los rivales.

De todas maneras esperamos que el modo en el cual se alcanza este empate sirva como envión anímico para un equipo que venía muy golpeado. También esperamos que frente a otros equipos Horacio Bidevich se decida a arriesgar un poco mas y plantee los partidos pensando en Temperley porque está demostrado que en esta categoría los "Cucos" no existen, al igual que en los cuentos infantiles son simples fantasías creadas para asustar a los ingenuos.

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