En la primera parte del Torneo Apertura de la Primera B Metropolitana, Temperley miraba a los demás equipos desde el fondo de la tabla, alternaba en las últimas cuatro posiciónes. Mientras tanto tres equipos monopolizaban el liderazgo del torneo. Estos equipos, Argentino de Rosario, Tristán Suárez y Defensores de Belgrano, se mostraban ante todo el periodismo como los grandes protagonistas del campeonato y de hecho uno de ellos seguramente será el campeón.
Por lo que se leía en los comentarios y por la realidad que observábamos en ese tramo del campeonato, eran equipos que se encontraban, en nivel de juego, a años luz de Temperley. Sin embargo con el correr de las fechas y con el recambio de técnico el Celeste comenzó a encarar los partidos de otra manera, al mismo tiempo las figuras que habían brillado en sus equipos anteriores y que todavía no habían lucido en el Celeste, comenzaron a mostrar una sensible evolución en el juego y Temperley comenzó a ganar. Sin embargo cuando todos veíamos el fixture futuro, nos dábamos cuenta que en cuatro fechas íbamos a tener que enfrentar uno por uno a estos equipos, los famosos "Cucos" del torneo. Primero fue Argentino de Rosario, al cual se aplastó con un 3 por 0 y al cual se lo pasó por arriba con fuerza y contundencia, luego fue Tristán Suárez, al cual no se lo superó en el marcador pero sí en el desarrollo del partido, tal es así que el supuesto lider y equipo millonario de la categoría terminó su partido pidiendo la hora lastimosamente y festejando un empate. En el partido de ayer nos tocó el tercero de los "Cucos" y fue victoria Celeste por 2 a 0, quizás sin una actuación deslumbrante pero con una muestra de solidez, por parte del equipo que permite vislumbrar un Torneo Clausura con grandes expectativas.
A priori, el partido de ayer era lo que se dice "un partido chivo", siempre para el Celeste, en la cancha de Defensores le fue bastante complicado traer buenos resultados. El equipo del Bajo venía con una campaña muy buena pero algo declinante en las últimas fechas. Según nuestras estadísticas es el equipo del campeonato que utilizó menos jugadores, por lo que quedaba muy claro que el técnico Martinez cuenta con un equipo base y lo mantiene a rajatabla. El Celeste por su parte llegó con dos bajas, la mas importante quizás era la de Guillermo De Lucca, quien había tenido hasta ayer asistencia perfecta. Cuando llegamos al estadio, viendo el partido preliminar, comenzamos a suponer que en el partido principal una de las claves del mismo iba a ser el terreno de juego al cual se lo veía muy poceado y con grandes zonas sin pasto.
Lamentablemente no nos equivocamos, durante los 90 minutos el partido fue bastante mediocre, con la pelota deambulando por arriba de la cabeza de los volantes y con muy poco juego al ras del piso. Sabido es también que el campo del "Dragón" es de dimensiones reducidas y por lo tanto, aquellos jugadores que mas saben les costó mucho dominar el juego. El primer tiempo comenzó con un leve predominio de los locales basados en las subidas de su volante González y en la movilidad de Almanza y De Lorenzo, sin embargo este predominio moría en la zaga celeste. Cristian Aldirico tomaba a Matías Pacífico en cada pelota detenida y le ganaba siempre, por su parte cada vez que alguno de los defensores o mediocampistas locales lograba superar la línea defensiva, era muy bien controlado por Cristian Smigiel.
Con el correr de los minutos y en base al despliegue del "Negrito" Maciel, Temperley comenzó a equilibrar el juego, pese a lo cual le costaba demasiado hilvanar jugadas de riesgo para el arco local, todas las jugadas terminaban en largos pelotazos a dividir para Diego Katip y Bazán Vera que no pudieron inquietar al arquero Shulmeister. Sin embargo en los últimos minutos de ese primer tiempo, el Celeste salió decididamente a buscar el partido y metió a los locales en su área durante mas de cinco minutos. Durante este lapso casi se abre el marcador cuando un cabezazo de Bazán Vera que fue contenido con mucha dificultad por el arquero local.
El inicio del segundo tiempo fue de características casi idénticas al primero, con mucho juego de mediocampo y con ambos equipos buscando desnivelar por arriba intentando conectar con algún centro a sus delanteros "grandotes", Pacífico en el caso de Defensores, Bazán Vera y Katip, en el caso del Celeste. Fue de esta manera que llegó el gol de Temperley, un tiro libre desde la derecha ejecutado por Maxi Gómez que fue conectado por Katip de pique al piso y tal como dice la máxima futbolística que cuando un equipo cabecea dos veces en el área es gol, el pique fue tomado por Bazán Vera que convirtió por encima del cuerpo del sorprendido Shulmeister.
Luego del gol Defensores de Belgrano se vino al ataque para buscar la igualdad, los ataques del local carecían de profundidad pero comenzaron a generar alguna jugada de peligro, especialmente por el sector izquierdo de la defensa celeste. Pensamos que fue decisivo para esto la salida de Agustín Silva quien habitualmente controla la subida del volante derecho rival y ayuda al marcador de punta en la contención. El "indio" no tuvo un buen partido y fue correctamente sustituido por Ostúa, pero el jugador ingresado, Pablo Mastronicola, tiene otras características y no presta la misma colaboración que Silva, por dicho motivo, Defensores empezó a desbordar a la defensa celeste por el lado de Sandoval quien se debatía con Almanza y el volante González. Esta insistencia de Defensores generó dos claras situaciones que terminaron dentro del arco de Campodónico pero en ambas oportunidades la jugada fue anulada por el arbitro Castro, la primera pues consideró (a nuestro juicio en forma acertada) que la pelota había salido luego del centro, en la segunda cobrando un off side que desde nuestra posición no pudimos observar.
Estas dos jugadas cambiaron el desarrollo del partido, porque Defensores se descontroló (se fue expulsado Blas Giunta con una crisis nerviosa) y perdió la poca claridad que había mostrado en esos minutos. El Celeste aprovechó tal circunstancia y en la experiencia de Aldirico y la seguridad de toda la defensa bajó la cortina y se dispuso a esperar el final del partido. Sin embargo la desesperación de Defensores, atacando con ocho o nueve hombres, hizo que de contra y en una muy buena cesión del "Chucki" Orellana para el recién ingresado Farías terminara en una larga corrida del "Pino" que encaró muy bien al arquero y cuando lo desparramaba para convertir, lo detuvieron con un penal. El mismo fue convertido por Maciel, luego de cinco minutos de incidentes.
El final del partido mostró a la hinchada celeste festejando nuevamente con sus jugadores y a los locales furiosos contra el árbitro Castro y sus colaboradores. La situación fue un calco de lo sucedido en sentido inverso el año pasado en ocasión de partido contra Defensores en cancha de Temperley en el recordado arbitraje de Luis Garibotti.
De cara al futuro volvemos a reiterar lo que señalamos siempre, si Temperley logra mantener a este plantel profesional para el futuro torneo Clausura, es serio candidato al título y al ascenso. Ya hemos visto a casi todos los equipos de este campeonato (nos faltan Argentino de Quilmes y Alem) y ninguno mostró nada destacable. En otras palabras, como nunca, o como siempre, el futuro de Temperley se encuentra en sus propias manos, si logra superar sus problemas económicos peleará el título, de lo contrario sumará una nueva frustración. Todos esperamos que esta oportunidad no sea desperdiciada.
domingo, 20 de diciembre de 1998
Para el Celeste, los "Cucos" no existen
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Comentarios
No hay peor ciego que el que no quiere ver
Desde estas líneas en muchas oportunidades, hemos hecho un llamamiento a la unidad de todos los socios y simpatizantes celestes como única alternativa para salir delante de todas las dificultades que, hoy por hoy atraviesa el Club Atlético Temperley. Hemos escrito hasta el cansancio que era necesario deponer las enemistades personales, los enconos históricos, las viejas disputas, para de una vez por todas lograr el tan ansiado despegue de nuestra institución.
Hoy, pese a lo sucedido en los últimos días, no renegamos de lo antedicho, por el contrario, lo seguimos reafirmando y seguiremos luchando, desde donde nos toque estar, para que la tan ansiada unidad sea posible.
Sin embargo hay situaciones que nos llevan a pensar que hay gente dentro del Club, en especial aquellos que hoy tienen la responsabilidad de estar al frente de una Comisión Directiva formal, que se encuentran en las antípodas de este objetivo. La misión de esta gente, parece ser la de atacar, despreciar y tratar con el máximo desdén a todo aquel socio o grupo de socios que intentan realizar cualquier tipo de aporte, o que acercan cualquier idea en beneficio de la institución. Para esta gente toda iniciativa que surja fuera de su círculo interno es considerada un ataque a su gestión y reaccionan buscando, por todos los medios, descalificar, la idea y a quien la propone.
Dentro de este estado de situación puede parecer imposible hablar de Unidad entre todos los socios y simpatizantes Celestes. Posiblemente así sea pero si podemos seguir planteando como objetivo buscar la Unidad de todos aquellos que tengan como meta principal trabajar por el engrandecimiento del Club Atlético Temperley deponiendo objetivos y motivaciones personales.
La idea no es excluir a nadie a priori, sino el de consensuar objetivos de máxima comunes y que se sumen a ellos todos los que los persigan. Quienes no comulguen con los mismos y mantengan su actitud autista y de trinchera considerando enemigos a todos los que no pertenecen a su "secta", se autoexcluirán por si mismos.
En otras palabras, la Unidad entre la gente que tiene real voluntad de conformarla es todavía un objetivo posible y alcanzable, quienes prefieran seguir trabajando en forma aislada y buscando perpetuar la actual situación de la Institución, cada vez mas parecida a una Sociedad de Fomento que a un Club, con todas las letras, que respete la historia y el prestigio alcanzado en años anteriores, seguirán ciegos ante una realidad que para el que quiere ver, surge cada vez mas elocuente.
Hoy, pese a lo sucedido en los últimos días, no renegamos de lo antedicho, por el contrario, lo seguimos reafirmando y seguiremos luchando, desde donde nos toque estar, para que la tan ansiada unidad sea posible.
Sin embargo hay situaciones que nos llevan a pensar que hay gente dentro del Club, en especial aquellos que hoy tienen la responsabilidad de estar al frente de una Comisión Directiva formal, que se encuentran en las antípodas de este objetivo. La misión de esta gente, parece ser la de atacar, despreciar y tratar con el máximo desdén a todo aquel socio o grupo de socios que intentan realizar cualquier tipo de aporte, o que acercan cualquier idea en beneficio de la institución. Para esta gente toda iniciativa que surja fuera de su círculo interno es considerada un ataque a su gestión y reaccionan buscando, por todos los medios, descalificar, la idea y a quien la propone.
Dentro de este estado de situación puede parecer imposible hablar de Unidad entre todos los socios y simpatizantes Celestes. Posiblemente así sea pero si podemos seguir planteando como objetivo buscar la Unidad de todos aquellos que tengan como meta principal trabajar por el engrandecimiento del Club Atlético Temperley deponiendo objetivos y motivaciones personales.
La idea no es excluir a nadie a priori, sino el de consensuar objetivos de máxima comunes y que se sumen a ellos todos los que los persigan. Quienes no comulguen con los mismos y mantengan su actitud autista y de trinchera considerando enemigos a todos los que no pertenecen a su "secta", se autoexcluirán por si mismos.
En otras palabras, la Unidad entre la gente que tiene real voluntad de conformarla es todavía un objetivo posible y alcanzable, quienes prefieran seguir trabajando en forma aislada y buscando perpetuar la actual situación de la Institución, cada vez mas parecida a una Sociedad de Fomento que a un Club, con todas las letras, que respete la historia y el prestigio alcanzado en años anteriores, seguirán ciegos ante una realidad que para el que quiere ver, surge cada vez mas elocuente.
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Opinion
domingo, 4 de octubre de 1998
Un empate alcanzado con Rebeldía
En otras oportunidades para realizar un elogio o una crítica hemos basado el comentario en cuestiones técnicas o futbolísticas, en otras ocasiones como en el partido anterior el eje del comentario fueron aspectos mas relacionados con hechos extra deportivos y sin demasiada vinculación con el juego. En este caso respecto al partido de Ayer la característica mas destacable de la actuación del Celeste (para nosotros siempre va a ser el Celeste aunque por decisión de alguien utilicemos una ridícula camiseta roja), fue la vergüenza y la rebeldía mostrada por el equipo.
Rebeldía frente a las limitaciones técnico tácticas que evidencia un equipo que no termina de armarse ni de encontrar su esquema de juego y en el que, al igual que en la temporada anterior, siguen apareciendo chicos como apagadores de incendios, rebeldía frente a árbitros que están muy atentos a todo lo que suceda dentro del área celeste especialmente en jugadas que parecen penal, (los últimos cuatro goles que le convirtieron a Temperley fueron por esa vía) y algunos de ellos, como en el caso de ayer, fueron harto dudosos. Rebeldía frente a un rival que en función de algunos resultados positivos se cree el Santos de Pelé y actúa en consecuencia: sobra permanentemente a los rivales con sus "festejos" y sistemáticamente en las declaraciones posteriores a todos los partidos descalifican al resto de los equipos (ellos son siempre los que "intentan jugar" aunque rematen tres tiros al arco en todo el partido como sucedió ayer), en especial su técnico Ledesma, un personaje con una soberbia ridícula dado que lo único que está haciendo es usufructuando el rendimiento de un equipo que armó Horacio Bidevich, y finalmente Rebeldía frente a la mala fortuna, que castigó a un equipo que pese a no mostrar un buen nivel de juego en lo que va del campeonato, mereció mejores resultados.
El "Indio" Silva (una de las figuras del Celeste)atora contra la raya al zaguero Fernández
Para este partido el planteo de Horacio Bidevich fue el de presionar en todos los sectores del campo intentando romper el circuito de juego que habitualmente arma Talleres en la mitad de la cancha. A nuestro juicio a Bidevich le sucedió algo parecido a lo que, en la temporada pasada, le aconteció a Iervasi frente a Tristán Suárez, es decir que por conocer tanto a los jugadores rivales, planteó un partido demasiado en función a lo que pudiera hacer Talleres, dejando en un segundo plano, los posibilidades del Celeste. De esta manera el partido comenzó con Talleres intentando tomar la batuta del partido y Temperley contrarrestando este juego con marca y sacrificio pero con muy poco fútbol. El resultado por lo tanto fue un típico partido de la categoría donde la pelota deambuló por el medio de la cancha sin destino cierto.
Esto sucedió en primera medida porque en esa primera etapa, los jugadores de creación y ataque de Temperley estuvieron desaparecidos ,los carrileros estaban mas preocupados por la función defensiva, Orellana no jugaba y los delanteros, Morsolín y Katip estaban desconectados, pero a esa mediocridad también contribuyó Talleres que mostró la mismas limitaciones futbolísticas que Temperley. La sensación que teníamos promediando ese primer tiempo es que tanta marca, tantas preocupaciones por un equipo que en ese primer tiempo generó una sola situación de peligro fueron innecesarias. A nuestro juicio bastaba simplemente con una marca sobre el peligroso Salas y nada mas, los demás no mostraron nada superior a la medianía habitual de esta B Metropolitana.
Las pocas veces que Temperley llegó fue en centros o en pelotazos lanzados buscando la cabeza de Katip, el cual en ese lapso siempre era anticipado por los seguros Gómez y Fernández. Sin embargo en algún cambio de ritmo que intentó Orellana o Morsolín (muy pocos) quedó claro que si el Celeste hubiera intentado otro planteo de juego la historia hubiera sido otra. Cuando parecía que el primer tiempo finalizaba con un cero a cero harto merecido, Geréz robó una pelota en el medio de la cancha y cedió a Tosi quien habilitó a Salas que le ganó muy fácilmente la espalda a Casajous, muy atento salió Campodónico que fue abajo a la pelota y consiguió rechazar, sin embargo Salas se tiró contra el cuerpo de Pablo y fabricó un penal que el árbitro Maglio compró. Besasso, que el año pasado ya nos había convertido dos goles de penal, cambió el penal por gol.
El segundo tiempo cambiaron los planteos de ambos equipos, sin embargo el nivel futbolístico de ambos no varió, el celeste salió con la decisión de ir a buscar el partido, pero con las mismas dificultades para generar fútbol, Talleres se paró mas de contra retrasando los volantes y apostando a la velocidad de Salas y Yañez. Dentro de este esquema todo parecía indicar que el que iba a salir ganando era Talleres, porque pese a algún remate desde afuera del área o a algún centro peligroso, Temperley no inquietaba, y Talleres en alguna contra pudo haber aumentado de no mediar la buena actuación de Pablo Campodónico. Bidevich buscó variantes, intentó primero con Bazán Vera, pero era mas de lo mismo, mucho choque , mucha fuerza pero nada de fútbol, seguíamos haciéndole el juego a Talleres, luego intentó con "Riqui" Fernández, un chico muy habilidoso pero todavía demasiado "nuevito" como para pretender que él solo cambie el trámite de un partido como este.
Parecía que otra vez el dominio del Celeste iba a ser estéril, que otra vez el camino del empuje sin ideas frente a un equipo tan limitado como el propio, iba a finalizar en otra frustración, parecía que otra vez los hinchas celestes iban a ser mudos testigos de cómo los rivales se quedaban con el festejo a costa nuestra, sin embargo una buena jugada de Bazán Vera por derecha (lo único que hizo) posibilitó un tiro libre cerca del área grande, el lanzamiento lo hizo Maxi Gómez quien lo ejecutó con mucha comba, el arquero Blazquez que amaga salir pero se queda y Diego Katip con el parietal derecho clava la pelota en el ángulo del arco de Talleres, Chau valla invicta, Chau frustración, Chau "festejitos" sobradores, chau mala suerte. 1 a 1 y a otra cosa.
Los minutos finales luego del gol celeste desnudaron muchas cosas, por un lado las limitaciones anímicas de un equipo como Talleres que parecía perdido en la cancha y terminó pidiendo la hora. El "maravilloso" equipo de la categoría terminó arañando un punto y como dijeron los jugadores celestes luego del partido, si este duraba diez minutos mas seguramente el Celeste se llevaba el partido, por otra parte quedó mucho mas evidenciado el hecho que Temperley debió haber encarado el partido con otra actitud, sin tantos temores y pensando mas en función propia que en lo que pudieran hacer los rivales.
De todas maneras esperamos que el modo en el cual se alcanza este empate sirva como envión anímico para un equipo que venía muy golpeado. También esperamos que frente a otros equipos Horacio Bidevich se decida a arriesgar un poco mas y plantee los partidos pensando en Temperley porque está demostrado que en esta categoría los "Cucos" no existen, al igual que en los cuentos infantiles son simples fantasías creadas para asustar a los ingenuos.
Rebeldía frente a las limitaciones técnico tácticas que evidencia un equipo que no termina de armarse ni de encontrar su esquema de juego y en el que, al igual que en la temporada anterior, siguen apareciendo chicos como apagadores de incendios, rebeldía frente a árbitros que están muy atentos a todo lo que suceda dentro del área celeste especialmente en jugadas que parecen penal, (los últimos cuatro goles que le convirtieron a Temperley fueron por esa vía) y algunos de ellos, como en el caso de ayer, fueron harto dudosos. Rebeldía frente a un rival que en función de algunos resultados positivos se cree el Santos de Pelé y actúa en consecuencia: sobra permanentemente a los rivales con sus "festejos" y sistemáticamente en las declaraciones posteriores a todos los partidos descalifican al resto de los equipos (ellos son siempre los que "intentan jugar" aunque rematen tres tiros al arco en todo el partido como sucedió ayer), en especial su técnico Ledesma, un personaje con una soberbia ridícula dado que lo único que está haciendo es usufructuando el rendimiento de un equipo que armó Horacio Bidevich, y finalmente Rebeldía frente a la mala fortuna, que castigó a un equipo que pese a no mostrar un buen nivel de juego en lo que va del campeonato, mereció mejores resultados.
El "Indio" Silva (una de las figuras del Celeste)atora contra la raya al zaguero Fernández
Para este partido el planteo de Horacio Bidevich fue el de presionar en todos los sectores del campo intentando romper el circuito de juego que habitualmente arma Talleres en la mitad de la cancha. A nuestro juicio a Bidevich le sucedió algo parecido a lo que, en la temporada pasada, le aconteció a Iervasi frente a Tristán Suárez, es decir que por conocer tanto a los jugadores rivales, planteó un partido demasiado en función a lo que pudiera hacer Talleres, dejando en un segundo plano, los posibilidades del Celeste. De esta manera el partido comenzó con Talleres intentando tomar la batuta del partido y Temperley contrarrestando este juego con marca y sacrificio pero con muy poco fútbol. El resultado por lo tanto fue un típico partido de la categoría donde la pelota deambuló por el medio de la cancha sin destino cierto.
Esto sucedió en primera medida porque en esa primera etapa, los jugadores de creación y ataque de Temperley estuvieron desaparecidos ,los carrileros estaban mas preocupados por la función defensiva, Orellana no jugaba y los delanteros, Morsolín y Katip estaban desconectados, pero a esa mediocridad también contribuyó Talleres que mostró la mismas limitaciones futbolísticas que Temperley. La sensación que teníamos promediando ese primer tiempo es que tanta marca, tantas preocupaciones por un equipo que en ese primer tiempo generó una sola situación de peligro fueron innecesarias. A nuestro juicio bastaba simplemente con una marca sobre el peligroso Salas y nada mas, los demás no mostraron nada superior a la medianía habitual de esta B Metropolitana.
Las pocas veces que Temperley llegó fue en centros o en pelotazos lanzados buscando la cabeza de Katip, el cual en ese lapso siempre era anticipado por los seguros Gómez y Fernández. Sin embargo en algún cambio de ritmo que intentó Orellana o Morsolín (muy pocos) quedó claro que si el Celeste hubiera intentado otro planteo de juego la historia hubiera sido otra. Cuando parecía que el primer tiempo finalizaba con un cero a cero harto merecido, Geréz robó una pelota en el medio de la cancha y cedió a Tosi quien habilitó a Salas que le ganó muy fácilmente la espalda a Casajous, muy atento salió Campodónico que fue abajo a la pelota y consiguió rechazar, sin embargo Salas se tiró contra el cuerpo de Pablo y fabricó un penal que el árbitro Maglio compró. Besasso, que el año pasado ya nos había convertido dos goles de penal, cambió el penal por gol.
El segundo tiempo cambiaron los planteos de ambos equipos, sin embargo el nivel futbolístico de ambos no varió, el celeste salió con la decisión de ir a buscar el partido, pero con las mismas dificultades para generar fútbol, Talleres se paró mas de contra retrasando los volantes y apostando a la velocidad de Salas y Yañez. Dentro de este esquema todo parecía indicar que el que iba a salir ganando era Talleres, porque pese a algún remate desde afuera del área o a algún centro peligroso, Temperley no inquietaba, y Talleres en alguna contra pudo haber aumentado de no mediar la buena actuación de Pablo Campodónico. Bidevich buscó variantes, intentó primero con Bazán Vera, pero era mas de lo mismo, mucho choque , mucha fuerza pero nada de fútbol, seguíamos haciéndole el juego a Talleres, luego intentó con "Riqui" Fernández, un chico muy habilidoso pero todavía demasiado "nuevito" como para pretender que él solo cambie el trámite de un partido como este.
Parecía que otra vez el dominio del Celeste iba a ser estéril, que otra vez el camino del empuje sin ideas frente a un equipo tan limitado como el propio, iba a finalizar en otra frustración, parecía que otra vez los hinchas celestes iban a ser mudos testigos de cómo los rivales se quedaban con el festejo a costa nuestra, sin embargo una buena jugada de Bazán Vera por derecha (lo único que hizo) posibilitó un tiro libre cerca del área grande, el lanzamiento lo hizo Maxi Gómez quien lo ejecutó con mucha comba, el arquero Blazquez que amaga salir pero se queda y Diego Katip con el parietal derecho clava la pelota en el ángulo del arco de Talleres, Chau valla invicta, Chau frustración, Chau "festejitos" sobradores, chau mala suerte. 1 a 1 y a otra cosa.
Los minutos finales luego del gol celeste desnudaron muchas cosas, por un lado las limitaciones anímicas de un equipo como Talleres que parecía perdido en la cancha y terminó pidiendo la hora. El "maravilloso" equipo de la categoría terminó arañando un punto y como dijeron los jugadores celestes luego del partido, si este duraba diez minutos mas seguramente el Celeste se llevaba el partido, por otra parte quedó mucho mas evidenciado el hecho que Temperley debió haber encarado el partido con otra actitud, sin tantos temores y pensando mas en función propia que en lo que pudieran hacer los rivales.
De todas maneras esperamos que el modo en el cual se alcanza este empate sirva como envión anímico para un equipo que venía muy golpeado. También esperamos que frente a otros equipos Horacio Bidevich se decida a arriesgar un poco mas y plantee los partidos pensando en Temperley porque está demostrado que en esta categoría los "Cucos" no existen, al igual que en los cuentos infantiles son simples fantasías creadas para asustar a los ingenuos.
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Nervios en el entrenamiento
Ya el entrenamiento del miércoles había sido bastante tenso. Cuando Horacio Bidevich armó los equipos y paró por primera vez a los titulares se vieron varias caras largas en algunos jugadores que quedaron fuera de ese equipo. Pablo Mastronicola fue uno de los excluídos, sin embargo atendió al periodismo amablemente pero sin poder ocultar su disgusto ante su exclusión. Otro de los jugadores que no fue titular ante Laferrere pero evidentemente tenía todas las expectativas para serlo ante Talleres fue Daniel Bazán Vera quien luego del entrenamiento del miércoles arrojó la pechera con mucha bronca al piso, se retiró al vestuario, se cambió en cinco minutos y se fue del club.
El jueves comenzó el entrenamiento en el estadio con un partido de titulares contra suplentes. Bazán Vera inició el partido con gesto adusto y con una actitud bastante agresiva y hasta desconsiderada para con sus compañeros. En una de las primeras pelotas que disputó, Christian Smigiel intentó salir jugando frente a el y Bazán Vera le bajó un terrible planchazo. Parecía que la cosa llegaba a mayores porque el "Fofo" estaba bastante nervioso también luego de esa jugada. Afortunadamente luego de este pequeño incidente la cosa se fue calmando y el entrenamiento finalizó en forma normal.
Es evidente que esta política de Horacio Bidevich de ir realizando dos o tres cambios por partido genera algunas tensiones que algunos jugadores no están manejando del todo bien. Por este tema, entre otros, esperamos que muy pronto encontremos un equipo base y titular.
El jueves comenzó el entrenamiento en el estadio con un partido de titulares contra suplentes. Bazán Vera inició el partido con gesto adusto y con una actitud bastante agresiva y hasta desconsiderada para con sus compañeros. En una de las primeras pelotas que disputó, Christian Smigiel intentó salir jugando frente a el y Bazán Vera le bajó un terrible planchazo. Parecía que la cosa llegaba a mayores porque el "Fofo" estaba bastante nervioso también luego de esa jugada. Afortunadamente luego de este pequeño incidente la cosa se fue calmando y el entrenamiento finalizó en forma normal.
Es evidente que esta política de Horacio Bidevich de ir realizando dos o tres cambios por partido genera algunas tensiones que algunos jugadores no están manejando del todo bien. Por este tema, entre otros, esperamos que muy pronto encontremos un equipo base y titular.
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Mas nervios en la Sede
Tal como venimos informando hay algunos jugadores que todavía no han solucionado su contrato, entre ellos se encuentran Franco Ruggeri, Christian Smigiel y Elbio Zamuner. El día martes, unas horas después de finalizado el remanente del encuentro frente a Laferrere, Nos retirábamos junto a Zamuner cuando fue encarado por Edith Pecorelli.
La ex presidenta de la institución increpó duramente a Zamuner y le dijo delante nuestro en forma textual "No te conviene hacerte el malo, porque aquí malos tuvimos muchos y todos terminaron mal" Elbio, quien habitualmente es una persona muy frontal, no le contestó y se retiró sin hacer mayor comentario fundamentalmente porque conoce a Pecorelli desde hace mucho tiempo y le tiene mucho respeto. El mismo respeto que la Dra. parece no tener por él.
La ex presidenta de la institución increpó duramente a Zamuner y le dijo delante nuestro en forma textual "No te conviene hacerte el malo, porque aquí malos tuvimos muchos y todos terminaron mal" Elbio, quien habitualmente es una persona muy frontal, no le contestó y se retiró sin hacer mayor comentario fundamentalmente porque conoce a Pecorelli desde hace mucho tiempo y le tiene mucho respeto. El mismo respeto que la Dra. parece no tener por él.
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