

En líneas generales, respecto al último partido y frente a un rival de mejor nivel (hoy por hoy Merlo es mas que Defensores de Belgrano), se puede decir que el equipo por momentos mostró un nivel superior, pero también se puede decir que repitió algunas carencias y errores que en este caso, le costaron el partido.
De arranque por intención y por claridad para buscar, en especial en la contra, Temperley salió a disputar el partido con la clara intención de buscar los tres puntos. Con un Figueroa activo por el medio, Rodríguez y Navas bien pegados cada uno a la raya de su carril tratando de ganar en velocidad y con la movilidad de Stalteri y Caballero, el Celeste se adueñó de los primeros minutos del partido.
Sin embargo el rival no se metió atrás, por el contrario a través de Avalo y Heredia, con la recuperación de Leonel García y la peligrosidad, en este partido mas insinuante que concreta de Franco Romero, Merlo también iba con mucha gente pero tenía menos claridad que el Celeste a la hora de generar situaciones de riesgo.
En lo que fue, quizás uno de los momentos claves del partido, el Celeste llegó dos veces hasta el fondo y a punto estuvo de abrir el marcador. Primero fue un remate mordido de Virardi a la salida de un corner que, sin buscarlo, dejó a Diego Figueroa mano a mano con Negro Luqui quien lo atoró bien y le tapó el remate. Tres minutos después cuando el visitante estaba jugado al ataque, una corrida espectacular de 80 metros de Gustavo Núñez, dejó nuevamente a Diego Figueroa solo frente al arquero, en este caso con mucha mas comodidad para definir que en la anterior, el enganche Celeste, trató de "picar" la pelota por arriba del cuerpo del arquero, desviando el remate por encima del horizontal.

Los últimos veinte minutos de la etapa inicial fueron todos del visitante. La pelota la tenía mas Avalo que Figueroa, sin embargo una buena labor de los marcadores centrales celestes quienes controlaron muy bien a Costas y a Romero, hacía que el dominio del Deportivo Merlo fuera estéril y prácticamente sin remates al arco. No recordamos en toda la etapa inicial, pese al control de juego que tuvo por largos minutos el visitante, una sola jugada de aproximación o peligro al arco de Astrada. Justo es decir que tras esas dos jugadas de Figueroa que mencionábamos anteriormente, el Celeste tampoco hizo nada para inquietar al rival y el nivel de esa parte del partido, fue muy parecido a lo mostrado en los encuentros anteriores, sin recuperación, sin ideas y sin coordinación ofensiva.
El inicio del segundo tiempo mostró al Celeste nuevamente buscando el partido con mas actitud. Céspedes paró línea de tres en el fondo, adelantó a Núñez como volante, y corrió hacia el medio a Navas. El partido en esos primeros minutos se jugaba cerca del área de Negro Luqui. A los '4 una buena jugada de Figueroa por izquierda dejó en el centro del área a Stalteri quien de media vuelta exigió a Negro Luqui.
A los '7 vino el balde de agua helada. Un foul innecesario cinco metros afuera del área sobre la izquierda. La barrera, con muchos jugadores de ambos equipos, tapaban la visual del arquero Celeste. Avalo, con viveza le pegó fuerte y seco al palo del arquero. Astrada, pensó que el volante visitante se la tiraba por encima de la barrera y cometió el peor error que un arquero puede cometer en un tiro libre, descuidó su palo, y se comió el gol. Uno a cero en el primer tiro al arco del visitante en lo que iba del partido.
Tras el gol Céspedes mandó a la cancha a Martínez Ramos, Soler y Rodas. El equipo ganó en calidad de juego, en especial por la tarea del uruguayo quien mostró, por momentos, un m

El Celeste presionaba jugando por abajo, con rotación y desborde, en especial por el sector derecho pero Soler, al igual que Stalteri en la etapa inicial, no encontró el espacio adecuado y Caballero siguió perdido, por ende pese a que el Celeste mejoró en la zona de gestación, no pudo traducir esta evolución positiva en jugadas de riesgo concreto, mas allá de un cabezazo de Virardi, tapado por Negro Luqui y una muy buena jugada de Martínez Ramos culminada de mala manera por Figueroa quien no anduvo derecho para el arco.
Deportivo Merlo apuntaba a una contra pero la solidaridad y el sacrificio de Núñez y Rodríguez en el retroceso mas la buena labor de Salomón y Virardi impidieron que el visitante tuviera situaciones de riesgo mas allá de un centro llovido de Avalo desde la izquierda que rozó el travesaño ante un Astrada que volvió a dudar.
Un topetazo de Soler a Otermín estrellándolo contra la pared de la línea de fondo, detuvo el partido por unos minutos y lo terminó de enfriar. Tras esta detención al visitante se le hizo mucho mas fácil dejar transcurrir los minutos sin pasar demasiados sofocones, mas allá de la expulsión de Biglia por su enésima falta y un par de buenos centros de Figueroa que, en un caso encontró a Rodríguez cabeceando por arriba del horizontal y en otro a Salomón absolutamente solo pero sin posibilidad de darle fuerza a un cabezazo desde el punto del penal cuando frente a el,

No hubo tiempo para mas, pese a que Grone adicionó seis minutos la desesperación por hacer la "heroica" en cada jugada terminó por anular las posibilidades de gol. ¿el visitante se llevó mas de lo que vino a buscar?, puede ser, pero hizo lo que Temperley no pudo, convirtió un gol y en el fútbol son los goles los que cuentan, no las situaciones de peligro.
Paradójicamente, el equipo mostró una evolución positiva en su funcionamiento defensivo y algunos destellos individuales importantes (como el de Martínez Ramos) pero, como decíamos al principio, dio un gran paso atrás en el resultado. Las lágrimas de bronca de Céspedes reflejaron esta situación con total crudeza.
Se viene una semana de trabajo muy dura en la cual, habrá que curar las heridas para enfrentar de visitante al encumbrado Deportivo Armenio. Mas allá de lo "chivo" que aparenta ser este partido, pensamos que es el ideal para buscar la recuperación. La gente, que alentó hasta que el último jugador Celeste abandonó el campo de juego, merece un destino distinto al presente que nos toca vivir.
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